Sangra París, llora Europa, el mundo sufre

París bien vale una misa, dijo una vez un rey. Ahora yihadistas inhumanos han creido que su cruzada de odio bien vale destruir vidas de forma indiscriminada.

MADRID · 14 DE NOVIEMBRE DE 2015 · 10:00

Banderas francesa y europea a media asta en señal de duelo,bandera Francia, media asta
Banderas francesa y europea a media asta en señal de duelo

En el fondo sabíamos que llegaría algún día. Pero como ocurre con la propia muerte, esperábamos con el deseo irracional de que quizás nunca se produjera.

Primero fue el 11S. Luego tras el 11M y el 11J, un nuevo atentado terrorista ha sacudido Europa, esta vez en suelo francés.

París bien vale una misa, dijo una vez un rey. En esta ocasión yihadistas inhumanos han considerado que su cruzada de odio bien vale destruir vidas de forma indiscriminada.

Ahora mismo todo es conmoción, dolor, lágrimas y esperas desgarradoras para conocer los nombres de todos los fallecidos y la evolución de los heridos, muchos de ellos graves.

Desde aquí, como estamos seguros que todos quienes creen en Jesús, nuestras oraciones y deseo de que quien venció a la muerte extienda su manto de amor y paz sobre todos aquellos que ahora son golpeados por su aguijón.

Pero ya nos planteamos qué ocurrirá después. Nada volverá a ser lo mismo. La política europea (por supuesto la francesa) va a ser tocada y transformada por esta terrible serie de atentados, que sin duda no serán nunca olvidados como una marca a fuego sobre la cicatriz de Charlie Hebdo.

Resumiríamos en la idea de que el mundo está en guerra, y parece que no queríamos darnos cuenta. Ningún país ni nación está libre.

Y esa consciencia supone no sólo inseguridad, sino también despertar a la necesidad de una actuación global más allá de los intereses particulares de cada país.

Pero creemos que la clave es que alguien le vende las armas a los yihadistas. Alguien facilita vehículos y alimentos a quienes no cosechan ni siembran, sino que destruyen. Alguien hace negocios con las obras de arte, las mujeres traficadas y una legión de negocios sucios e ilegales (pedofilia y tráfico de órganos por ejemplo) que alimentan a las hienas del odio.

En definitiva, habría que identificar a ese “alguien” y tomarse en serio que no podemos ni debemos mirar para otro lado, sino que son un aliado de los terroristas.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Editorial - Sangra París, llora Europa, el mundo sufre