Las hormigas en la biblia

Las hormigas suelen asociarse con otros insectos e incluso con ciertos vegetales en una especie de mutualismo con beneficio para ambas especies.

12 DE MARZO DE 2020 · 17:00

Hormiga obrera que habita en ambientes pedregosos y secos. Es de hábitos crepusculares o nocturnos y tiene un carácter bastante agresivo. Suele alimentarse del néctar de las flores, así como de excreciones de pulgones y restos de otros insectos. ,
Hormiga obrera que habita en ambientes pedregosos y secos. Es de hábitos crepusculares o nocturnos y tiene un carácter bastante agresivo. Suele alimentarse del néctar de las flores, así como de excreciones de pulgones y restos de otros insectos.

Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio. (Pr. 6:6)

Las hormigas, pueblo no fuerte, y en el verano preparan su comida. (Pr. 30:25)

Sólo hay dos citas en la Biblia que se refieran a las hormigas, las dos están en el libro de Proverbios (Pr. 6:6 y 30:25) y las dos resaltan la diligencia así como la previsión que muestran estos insectos himenópteros, que constituyen buenos ejemplos de laboriosidad, compañerismo y colaboración para el ser humano.

Son animales que se encuentran distribuidos por todo el mundo, excepto en la Antártida. Existen alrededor de 15 mil especies conocidas, de las que unas 250 se hallan en Israel.

Dos de los géneros más abundantes que presentan una distribución mundial son Camponotus y Leptothorax, cada uno de ellos con varias especies distintas. Al primero pertenecen formas de mayor tamaño, mientras que el segundo está formado por especies pequeñas.

En hebreo, el término general para hormiga es nemalah, cuyo significado literal es “agruparse juntas”, así es como aparece en el libro de Proverbios, palabra que fue traducida al griego de la Septuaginta por myrmex, y a la Vulgata latina como formica.

En general, el ser humano tuvo desde la antigüedad un alto concepto de las hormigas. Los árabes, por ejemplo, cuando nacía un bebé, le colocaban hormigas en las manos con el fin de desearle que fuera una persona inteligente y habilidosa.

Las hormigas en la biblia

Las hormigas se pasan información entre sí mediante sustancias químicas que van dejando por los lugares que transitan (feromonas de hidrocarburos cuticulares).
 

También en el Talmud se reconoce que estos pequeños animales se comportan con sabiduría porque reflejan la inteligencia del Creador de todas las cosas.

En el Nuevo Testamento, al recomendar a los creyentes que vivan diligentemente y que aprovechen bien el tiempo, de alguna manera se tiene presente la actitud de las hormigas (Pr. 6:6; 30:25; Ef. 5:16; Col. 4:5).

Las hormigas suelen asociarse con otros insectos e incluso con ciertos vegetales en una especie de mutualismo con beneficio para ambas especies. Por ejemplo, se dedican a “ordeñar” a los pulgones.

Éstos viven perforando las hojas de determinadas plantas para absorber la nutritiva savia. Las hormigas, que parecen conocerlos bien, se acercan a ellos y mediante las antenas los palpan y frotan hasta que los pulgones, estimulados por semejante frotamiento, segregan su “leche”.

Un líquido azucarado y nutritivo denominado “ligamaza” que constituye las delicias de esta especie de hormigas. Por su parte, las hormigas cuidan y protegen a los pulgones.

Los cambian de lugar cuando las pequeñas hojas se secan. Los colocan en el envés de la hoja cuando el haz se moja por la lluvia.

Las hormigas en la biblia

Algunas especies de hormigas suelen asociarse con determinadas especies de pulgones con el fin de obtener un beneficio mutuo.
 

Si aparece algún depredador hambriento, como pueden ser las temibles mariquitas, es inmediatamente atacado y ahuyentado por las hormigas. En fin, todo un ejemplo de colaboración entre amigos.

Las hormigas se benefician del alimento que producen los pulgones y éstos obtiene cuidado o protección. Es decir, mutualismo en su máxima expresión.

Las hormigas son insectos sociales del orden de los himenópteros, como las abejas y las avispas, pero pertenecientes a la familia Formicidae. La disciplina científica que las estudia se llama mirmecología.

Forman colonias u hormigueros que pueden estar constituidos por unos pocos individuos o por más de un millón de hormigas. La mayoría son hembras estériles sin alas que se dividen en obreras, soldados y otros grupos con funciones concretas.

También hay machos fecundantes así como una o varias hembras fértiles llamadas “reinas”. Una sola hormiga reina puede poner entre 800 y 1500 huevos al día.

Las hormigas aladas pueden ser tanto machos como hembras que vuelan fuera de los hormigueros para aparearse y convertirse en hormigas reina ponedoras de huevos y así es como se constituyen los nuevos hormigueros.

Las hormigas en la biblia

Algunas especies de hormigas pueden alejarse cientos de metros del hormiguero y después regresar directamente hacia él sin perderse.
 

En ocasiones, a los hormigueros se les considera como si fueran grandes organismos ya que actúan como un solo animal y están presentes en casi todos los ecosistemas terrestres.

Se cree que puede haber más de diez mil billones de hormigas viviendo sobre el planeta y que este éxito alcanzado se debe a la buena comunicación entre individuos, así como a la división del trabajo y a la capacidad para resolver dificultades ambientales.

De ahí que hayan sido desde la antigüedad una fuente de inspiración para el hombre y objeto de numerosos estudios científicos.

No obstante, las hormigas pueden también suponer serios inconvenientes para la sociedades humanas. No sólo perjudicando los cultivos o invadiendo las casas sino también agrediendo directamente a las personas.

Algunas especies, como las hormigas rojas, o de fuego, del género Solenopsis, tienen la capacidad de invadir nuevas regiones, donde han sido introducidas de manera accidental, y contribuyen a deteriorar los ecosistemas ya que no poseen los depredadores que las mantenían a raya en sus lugares de origen.

Son animales físicamente muy resistentes pues una simple hormiga puede levantar hasta 50 veces su propio peso. Es como si un ser humano fuera capaz de levantar 3000 kg.

Las hormigas en la biblia

Los hormigueros de determinadas especies pueden contener varias docenas de millones de individuos y llegar a una profundidad de hasta seis metros.
 

En Israel ocurrió una de tales intromisiones accidentales de las hormigas Solenopsis. En el año 2005, fueron detectadas cuando unos niños que jugaban en una piscina del Kibutz Afikim salieron gritando del agua porque habían sido picados por tales insectos.[2]

Las hormigas rojas, que venían en un cargamento de maderas de Sudamérica, infectaron a unas 300 comunidades israelíes ya que se propagan a gran velocidad, e incluso son capaces de flotar sobre el agua, pues entrelazan sus patas formando pequeñas balsas en el mar de Galilea, llegando así a todas las orillas.

Alcanzaron también el valle del Jordán, la costa mediterránea, el desierto del mar Muerto y hasta Eilat. Su picadura es dolorosa y son capaces de destruir todo lo que encuentran a su paso, insectos, reptiles, roedores y pollos de distintas especies de aves.

En general, los huevos de las hormigas se convierten en hembras si es que han sido fertilizados por los machos. Por lo tanto, las hembras poseen dos dotaciones cromosómicas (son diploides), una procedente del padre y otra de la madre.

En cambio, si el huevo no ha sido fertilizado, nacerá un macho con una sola dotación cromosómica (haploide).

Este tipo de reproducción propio de los insectos himenópteros se denomina haplodiploidía. Sin embargo, se han descrito varias estrategias reproductivas diferentes en las hormigas.

Las hembras de algunas especies pueden reproducirse asexualmente (sin el concurso de ningún macho) mediante partenogénesis. Y existe alguna especie, como Mycocepurus smithii, propia de América Latina, en la que solamente hay hembras.[3] Las hormigas comunes pueden llegar a vivir más de diez años.

El teólogo inglés, Stephen Charnock (1628-1680), menciona las hormigas en un comentario escrito en el año 1667:

 “No hay una sola cosa creada que podamos contemplar con nuestros ojos, que aparte de mostrarnos el poder y la sabiduría del Creador no nos aporte un beneficio moral y nos señale algo que aprender de ella. Así pues: aprendamos de la oveja paciencia; de la paloma inocencia; que la laboriosidad de la hormiga nos haga enrojecer por nuestra desidia; y que el pánfilo buey y el asno torpe corrijan nuestra ingratitud y nuestra ignorancia... Quien tiene los ojos bien abiertos, no tiene necesidad de instructor, a menos que carezca de corazón.”[4]

[1] https://revistapesquisa.fapesp.br/es/2019/04/24/el-lenguaje-quimico-de-los-insectos/

[2] https://www.radiojai.com/rj/noticom.php?cod=3167

[3]  Himler, Anna G.; Caldera, Eric J.; Baer, Boris C.; Fernández-Marín, Hermógenes; Mueller, Ulrich G. (2009). «No sex in fungus-farming ants or their crops». Proceedings of the Royal Society B (en inglés) 276 (1667): 2611-2616. doi:10.1098/rspb.2009.0313Resumen divulgativo – BBC News (16/4/2009).

[4] Spurgeon, C. H. 2015, El Tesoro de David, CLIE, Viladecavalls, Barcelona, p. 207.

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