El monstruo de las galletas no vive en barrio Sésamo
Desgraciadamente, Triqui, el Monstruo de las Galletas, hace tiempo que no vive en Barrio Sésamo. Existe otro monstruo que lo ha desterrado y se ha instalado en su lugar. En realidad es un personaje antiguo, de esos de toda la vida, de esos que adoran a los niños y les compran chuches en los quioscos. Pero ahora se le conoce más porque su cara sale con frecuencia en los periódicos y en televisión, y su nombre tiene dos apellidos.
25 DE SEPTIEMBRE DE 2008 · 22:00

Esta especie es vasta, y aunque aquí nombro solamente a uno, hablo en términos generales. Los hay incluso viviendo dentro de nuestras propias casas. Sin embargo, habrá que tener paciencia hasta ir conociéndolos a todos. A ver si nos hacen pronto una lista.
A mí, sinceramente, me gustaba más el Monstruo de las Galletas porque en el fondo era dócil, no hacía daño, divertía con sus bromas y era azul, uno de mis colores preferidos. El nuevo, ese que se ha instalado en Barrio Sésamo, se alimenta de las molestias sexuales que ocasiona a niños y niñas, los amenaza para que callen, a veces termina quitándoles la vida, y el tacto de su piel es venenosa.
El monstruo nuevo tiene un hambre insaciable, no se cansa de hacer daño.
Unos dicen que está enfermo, otros que es un desgraciado, otros, incluso, lo conocen como un monstruo afable... A estos últimos no hay que hacerles demasiado caso porque pertenecen a ese grupo de personas que en la comunidad de vecinos todo lo ven bien, hasta que el veneno les toca a ellos en sus propias carnes.
El más famoso de nuestros días se llama, desde la pila del bautismo, Santiago del Valle García. Pues bien, aunque está de vacaciones fuera del Barrio, donde ojalá se pudra en paz, habiendo él engendrado también criaturas inocentes, ha tenido la deferencia de ponerse en contacto con los padres de niños pequeños escribiéndoles una carta con consejos.
En ella dice que “hay que tener más cuidado con los hijos y no dejarlos todo el día en la calle solos, que luego pasan las cosas y vienen las lamentaciones”.
En fin, otro monstruo cualquiera habría dicho “El que avisa no es traidor”, pero él no, él dijo lo que tenía que decir llana, claramente y sin tapujos. Siempre hay algo bueno dentro de un alma monstruosa. Un buen ejemplar cuyo molde no se rompió al nacer.
Hay motivos importantes para manifestarse en la calle y creo que pedir que vuelva Triqui es uno de ellos. Si quieren fijamos el día.
Consejos del monstruo y un poco de cómo va su historia:
- 20 Minutos
- La Opinión de Málaga
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