Tengo buenas noticias

Queremos buenas noticias porque eso nos anima y nos aleja de nuestras inquietudes, porque nos da esperanza de que las cosas pueden cambiar.

15 DE SEPTIEMBRE DE 2021 · 12:10

Foto de <a target="_blank" href="https://unsplash.com/@hjrc33">Héctor J. Rivas</a> en Unsplash.,
Foto de Héctor J. Rivas en Unsplash.

Por Héctor J. Rivas

Mira que es difícil encontrar una buena noticia en estos tiempos. Pero las hay, y las hay a diario. Hay épocas en nuestra vida en que no paramos de oír malas noticias, y ocurre que estamos tan preocupados por nuestras circunstancias personales que somos incapaces de identificar una buena noticia. Y, para ser sincero, para mí la buena noticia es aquella que me afecta de forma directa y personal.

Pero hay buenas noticias a nivel general de las que podemos ser beneficiarios. Por ejemplo las ayudas sociales, la bajada de precios, encontrar una vacuna, las subvenciones…

Solemos identificar la buena noticia cuando nos ayuda a salir de nuestros problemas, preocupaciones o circunstancias. La que hace que en nuestra vida se vayan produciendo pequeños o grandes cambios, a mejor, claro. Queremos buenas noticias porque eso nos anima y nos aleja de nuestras inquietudes, porque nos da esperanza de que las cosas pueden cambiar. Cuando nos dicen que nos contratan en un trabajo o nos aceptan la hipoteca para un piso, son buenas noticias que nos alivian de tensiones y desasosiegos, y nos desafían a realizar cambios en nuestras vidas.

La noche en que Jesús nació, un ángel se aparece a un grupo de pastores que están cuidando las ovejas. Se les acerca y les dice: “No tengáis miedo. Mirad que os traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy os ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor.” Lo primero que hicieron los pastores fue confirmar que esa buena noticia era cierta. Poco más sabemos, pero en su corazón se había producido un cambio, una esperanza.

Tengo buenas noticias: Evangelio. Porque Evangelio significa buena noticia. Una noticia que es para todos, y que nos aporta la solución a una relación rota con Dios, y aceptarla produce un cambio en nuestra forma de pensar, de hacer, de vivir.

Cuántas veces hemos utilizado el evangelio, el Dios te ama, para testificar a aquellos que no tienen a Cristo. Y cuántas veces decimos que vivimos el evangelio, para expresar que seguimos las enseñanzas y el ejemplo del Señor Jesús. Vivir en el evangelio es vivir en la buena noticia. Experimentar la misericordia de Dios cada mañana. Apreciar su fidelidad cada noche. Sentir su amor en cada momento. Considerar su cuidado diario. Beneficiarse de cada una de las promesas que Dios nos tiene preparadas. Valorar la comunión de los hermanos. Compartir las buenas noticias a nuestro alrededor.

No, no todo son malas noticias. Las buenas noticias existen. El Evangelio es la mejor buena noticia. Pero ojo, que si la haces tuya puede producir cambios en tu vida.

Vive en continuo evangelio.

 

Héctor J. Rivas - Conductor y fotógrafo - Barcelona (España)

 

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