“Todo es posible en Cristo”, declara Sydney McLaughlin tras batir récord mundial

La atleta de pista abierta Sydney McLaughlin-Levrone decía que “todo es posible en Cristo” después de romper un récord mundial en el período previo a los Juegos Olímpicos de Verano del 2024, que se celebran ahora en París.

La deportista, que competirá en la capital gala, logró esta hazaña durante las pruebas para atletismo en Eugene, Oregón, a principios de julio.

Cuando NBC Sports le preguntó qué pensaba sobre sus logros, la joven proclamó: “Alabado sea Dios”. Además, dijo: “No me lo esperaba... Él puede hacer cualquier cosa. Todo es posible en Cristo”. 

Sus comentarios se produjeron después de que terminara los 400 metros con vallas femeninos en 50,65 segundos, batiendo su récord mundial anterior y superando a la segunda finalista por casi 2 segundos. Una marca que le aseguró un lugar en los Juegos Olímpicos de este año.

No es la primera vez que McLaughlin-Levrone habla de su fe cristiana. En 2022, cuando rompió su propio récord mundial en los 400 metros con vallas en el Campeonato Mundial de Atletismo, la estadounidense recurrió a Instagram para dar gracias a Dios. 

“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de nuestro Dios misericordioso. Allí recibiremos su misericordia y hallaremos gracia para el oportuno socorro” escribió en ese entonces citando Hebreos 4:16.

“Qué hermoso día fue el de ayer. Al prepararnos para esta competición, el núcleo de mi equipo se centró en la fe y la creencia. La cantidad de oración, junto con el trabajo duro, culminó divinamente en 50,68 segundos. Por la gracia de Dios, logramos nuestro objetivo... Alabado sea Su Nombre”, añadió.

La atleta prometió “seguir superando los límites del deporte porque, con Dios, ¡todo es posible!”. Su actuación en 2022 constituyó una mejora con respecto al récord mundial que estableció en los Juegos Olímpicos de 2021, donde también dio gracias a Dios por su éxito atlético. 

En 2021, cuando se comprometió con el exfutbolista Andre Levrone, la estrella del atletismo elogió a su entonces prometido como “el hombre más temeroso de Dios, apasionado, honesto, amoroso, trabajador, protector y genuino que he conocido”, y alguien que posee “todo por lo que he orado”.

En una publicación en las redes sociales dirigida a su “futuro esposo”, le decía: “Me enamoro más y más de ti cada día por la fuerza de tu fe”. 

En entrevistas anteriores, McLaughlin-Levrone ha dicho: “Lo único que no cambia es mi fe en Cristo, y eso es lo más valioso”. También alegó que su propósito de vida es “poder compartir esa verdad con las personas y permitirles llegar a conocer y amar al Señor de la manera en que yo he llegado a conocerlo y amarlo”.

 

 

 

 

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“Dios ha sido tan bondadoso al permitirme, en primer lugar, fracasar sin Él y darme cuenta de mi necesidad de Él”, continuaba. “Vivir mi vida tanto tiempo separada de Él y tratar de tener éxito en una medida mundana de lo que significa el éxito, siempre me dejó vacía, incluso cuando lo logré”. 

En esa oportunidad comunicó que la perfección era “inalcanzable en esta vida” y animó a los lectores a “esforzarse siempre por alcanzar la excelencia” y “esforzarse siempre por hacer las cosas […] de una manera digna del llamado de Dios”, reconociendo que “somos seres humanos caídos y pecadores que nos quedaremos cortos en esta vida”. Además sostuvo que “al tratar de alcanzar la perfección, estamos disminuyendo la necesidad de Cristo”. 

“Al reconocerlo como nuestro Salvador, nos humillamos y reconocemos que no somos perfectos”, añadió. “El Señor es suficiente en todas las cosas, y poder glorificarlo a lo largo de mi carrera y de mi vida en la pista me ha mostrado un propósito más grande que yo misma”.

McLaughlin-Levrone  cumplirá 25 años de edad este agosto, durante los Juegos Olímpicos de París 2024, evento en el que es clara favorita para retener el galardón obtenido en Tokio 2021.