Abrazada por la periodista francesa Anne-Isabellle Tollet, con una sonrisa comedida. Así es la primera imagen pública de Asia Bibi desde su llegada a Canadá, en mayo de 2019, que ha sido retratada por el fotógrafo François Thomas. El encuentro no ha sido casual, y es que fruto de las conversaciones mantenidas con Tollet, esta semana se ha publicado Enfin libre!, un volumen que recoge los detalles de la vida de Bibi en prisión y los conecta con su nueva rutina lejos de su país.

Por el momento, el volumen ha sido publicado en francés, por la editorial Éditions du Rocher, aunque su lanzamiento al público no será hasta el 1 de febrero. Para la versión en español no se conoce fecha aunque se ha anunciado que estará disponible próximamente, editada por Homo Legens. 

“Tú conoces mi historia por los medios de comunicación, quizás has intentado ponerte en mi lugar para comprender lo que sufrí. Pero estás lejos de comprender mi día a día en prisión, o mi nueva vida, y por eso te lo explico todo en este libro”, dice Bibi en uno de los fragmentos de su entrevista con Tollet.

“Asia Bibi está bien”

En una entrevista concedida a Radio Cristiana Francófona, Tollet asegura que “Asia Bibi está bien”. “Ella está física y mentalmente en forma. Saborea cada momento de la vida libre. Todavía es muy reciente. Se regocija todos los días en su nueva vida en un país que no es Pakistán, aunque es libre y está con su familia. Vive de forma muy discreta. La suya es la vida de ama de casa, que cuida de sus hijos y está conectada a diario con la parte de su familia que quedó en Pakistán.”, explica la periodista.

Según Tollet, el libro está destinado a “dar las gracias a todas las personas que la apoyaron en todo el mundo”. Además, la periodista matiza que la obra no busca pedir libertad religiosa en el mundo, sino que es un “clamor contra todo fanatismo”. 

De hecho, la misma Asia Bibi comenta en un momento de su conversación con Tollet que fue “prisionera del fanatismo”. “Las lágrimas fueron la única compañía en la celda. Me ardían las muñecas, me costaba respirar. Mi cuello estaba encerrado en un collar de hierro que el guardia podía apretar con una tuerca enorme”, explica Bibi.

Contra la Ley de blasfemia

En el libro, Bibi remarca la gravedad de la situación que afronta la minoría cristiana en Pakistán. “Incluso con mi libertad, el clima no parece haber cambiado y los cristianos pueden esperar todo tipo de represalias”, señala. Además, apunta a la Ley de blasfemia como “una espada de Damocles sobre la cabeza de los cristianos”. 

“Es suficiente acusar a una persona de blasfemia para deshacerse de él. En los conflictos del vecindario o en las rivalidades por la compra de tierras, todos abusan de esta ley que permite condenar a alguien que no es sospechoso de haber blasfemado”, explica Tollet. 

El libro tampoco esconde la añoranza que Bibi siente hacia su país natal. “Pakistán es mi país”, dice. “Amo mi país, pero estaré en el exilio para siempre. En este país desconocido, estoy preparada para una nueva vida. ¿Pero a qué precio?”, se pregunta.