‘El último superviviente’ habla de la aventura de la fe en los cursos Alpha

Bear Grylls (El último superviviente, A prueba de todo) es uno de los cristianos evangélicos de la nueva serie de cortos de Alpha, junto con Jackie Pullinger, José Henríquez, y Alister McGrath.

Protestante Digital, Agencias · 19 DE ABRIL DE 2016 · 18:00

Bear Grylls (Edward Michael Grylls) ,Bear Grylls, Edward Michael Grylls
Bear Grylls (Edward Michael Grylls)

Más de 29 millones de personas han utilizado el programa Alpha en 169 países. Un curso de diez semanas de duración en las que se profundiza en distintos aspectos de la fe  En estos cursos se responden preguntas básicas de la fe cristiana en todos los aspectos.

Bear Grylls se encuentra entre los cristianos de fe evangélica incluidos en la nueva serie de 16 documentales cortos que lanza el programa Alpha.

La serie, rodada en lugares de todo el mundo, también está protagonizada por Jackie Pullinger, uno de los misioneros más conocidos del mundo, con sede en Hong Kong, José Henríquez González, uno de los 33 mineros atrapados durante 69 días en la mina San José en Chile y Alister McGrath, profesor de ciencia y religión en la Universidad de Oxford.

Bear Grylls (Edward Michael Grylls) es un aventurero experto en supervivencia, escritor y presentador británico. Es mundialmente conocido por su popular serie de televisión "Man vs. Wild" (traducido como “El último superviviente” en España o “A prueba de todo” en Latinoamérica).

El famoso aventurero expresa que su fe en Jesús es más fuerte que su miedo a lo que puedan pensar de él los demás. Razona que muchos ven el cristianismo como una ayuda o muleta, y admite que eso es parte de lo que proporciona la fe en Jesús. “Esta fe (..) me ayuda a ser fuerte ante los desafíos, ya sea en una montaña o atascado en alguna selva, o simplemente tratando con las tormentas de la vida. Claro que la necesito”.

Pero añade que “es mucho más que eso. Mi fe en Jesús me dice que soy conocido por Cristo”. 

 

“LA FE, FUERZA SILENCIOSA DE MIS AVENTURAS”

En su participación en Saddleback Church, invitado por Rick Warren, dio su testimonio el pasado 2012. Grylls dijo que siempre ha creído en Dios, pero que  tiene siempre muy presente un acontecimiento que realmente cambió su vida y su percepción de las cosas. Se trató de una inesperada tragedia que ocurrió mientras estaba haciendo algo que amaba, el paracaidismo.

 

Grylls con Rick Warren en 2012

Durante su estancia en la SAS, Grylls fue a hacer paracaidismo en el sur de África en una actividad rutinaria. Pero al abrir el paracaídas se abrió totalmente rasgado e inservible. Él cayó en picado y se estrelló contra el suelo del desierto, con su espalda rota en tres sitios.

Los médicos no estaban seguros de si alguna vez volvería a caminar, y fue este diagnóstico espantoso que llevó a Grylls a una inmersión espiritual profunda.

"Fue una época oscura. Sabía que la vida nunca volvería a ser la misma. Me sentí culpable, me sentí lleno de dudas, supe que tenía que aferrarme a las cosas sencillas de la vida a través de mis amigos, de la familia. Cuando las cosas te dejan de ir de viento en popa y eres golpeado por la vida debes descubrir lo que realmente valoras de la vida. Y Dios me dio una segunda oportunidad, a la vez que yo iba a poner todo lo que de mi dependía para recuperarme."

No sólo Grylls se recuperó completamente, sino que poco tiempo después escaló el Everest. 

Asegura que sus experiencias en la naturaleza y en el Ejército le han demostrado que un hombre orgulloso nunca dirá que necesita ayuda pero “yo ya no tengo miedo de admitir que sí necesito ayuda”. Es por ello por lo que afirma que “mi fe cristiana ha sido una gran fuerza silenciosa y una sólida columna vertebral a través de estas aventuras”.

Grylls siente una relación muy cercana con Dios y lo ve en todas las actividades que realiza por todo el mundo. “Se trata de ser capaz de escalar las montañas más grandes del mundo junto a la persona que las creó”.

 

EL ÁNGEL QUE APARECIÓ EN LA BARCA

En sus aventuras al borde de lo imposible afirma tener muchos momentos de oración. Pero hay uno que recuerda de manera especial. Durante una expedición debían atravesar en un bote inflable el Océano Ártico.

Un gran vendaval con lluvia, viento, granizo, olas gigantes les salió al paso mientras caían a su alrededor grandes bloques de hielo. “Realmente deberíamos haber muerto”, admite Grylls, que añade que “durante la noche, Nige un miembro del equipo que no era creyente, vio un ángel sentado en la parte delantera de la embarcación”. A pesar de las terribles condiciones que sufrieron durante dos días llegaron a su destino a salvo y dando gracias por el don de la vida. “Nige encontró una fe maravillosa después de ese acontecimiento”.


UNA RELACIÓN PERSONAL CON JESÚS

En cuanto a su relación con Dios recuerda un momento especial, en el que en medio de su crisis oró a Dios, “si eres como yo te conocía de niño, ¿serías de nuevo ese amigo? No fue más complicado que eso. En realidad, lo más sorprendente es que todo lo que Dios nos pide es que le abramos la puerta y Él hará el resto”.

A partir de esta fe sencilla y genuina Bear Grylls no ha dejado de buscar respuesta a sus preguntas y de intentar tener una fe madura.


"EL PEGAMENTO QUE NOS MANTIENE UNIDOS"

Esta fe que tanto le ha ayudado en su trabajo también lo ha hecho en su familia. Bear está casado y tiene tres hijos. Asegura que la fe “es el pegamento que nos mantiene unidos a través de muchas luchas que la vida nos lanza”. “La fe nos ha sostenido”, afirma con sinceridad. “Llevamos casados más de diez años y mirando atrás pienso que sería muy difícil que estuviéramos unidos si no fuera por la fe”.

Es por esto por lo que añade que “los dos perdimos a nuestros padres cuando nos casamos y el apoyarnos en nuestra fe nos ha unido más. Oramos con nuestros hijos y ellos oran por nosotros y es un gran vínculo el que nos une”. “Me encanta mi familia, me fe, mis hijoa”, dice orgulloso este aventurero de nacimiento.

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