“Siempre hay oportunidad para poder cantar una nueva canción”

David Goodman se estrena en solitario, abriendo una nueva etapa en su carrera musical.

19 DE DICIEMBRE DE 2024 · 19:00

David Goodman./ Foto de Israel de Lago,
David Goodman./ Foto de Israel de Lago

Este diciembre marca el estreno de David Goodman en solitario, una voz conocida en el ámbito del indie-pop como vocalista de My Dear Flotsam y Lava Fizz. Ahora abre una nueva etapa y se acerca a la música electrónica.

“Cuando todo se haya acabado canta una nueva canción” es el primer adelanto del que será un primer EP de cinco canciones que irá completando, a canción por mes, hasta abril de 2025. Ya se puede escuchar en Spotify. Esta primera canción hace referencia al fin de año y sumerge al oyente en un universo personal.

En este nuevo proyecto el artista afincado en Mallorca se reinventa, jugando con los efectos digitales y apostando por el castellano, en unos temas que surgen de experiencias personales que pasan por la frustración, la rabia o la esperanza. Goodman se quiere quitar capas y busca una conexión más directa con su público y espera que este paso en su carrera le abra nuevos horizontes.

 

Pregunta. Es la primera vez que vemos que llevas adelante un proyecto musical en solitario. ¿Cómo surgió?

Respuesta. La verdad es que nunca me había planteado tocar solo. Siempre he sido un músico de banda. Me gusta mucho trabajar y componer con más gente, creo que eso aporta a las canciones, y en una banda se genera y crea comunidad. Por otra parte, yo soy un músico muy clásico, de coger la guitarra y cantar, y buscar quien me acompañe. Pero hay distintas etapas en la vida, y ahora lo más natural para mí era hacerlo en solitario.

Cuando terminó My Dear Flotsam, fue por una mudanza de Madrid a Mallorca. Y con Lava Fizz se terminó el proyecto también. Me encontré con que no tenía claro por dónde seguir. Algo que me ayudó fue hablar con amigos, que me veían tocando a veces solo y que eso funcionaba. Me gusta llevar las canciones al acústico, tocar y cantar sin mucho más, en un formato más crudo. Así que empecé a pensar, a orar, y también a investigar, a escuchar más música, otros estilos… Me acerqué un poco a lo electrónico, al mundo de los controladores midi, los pads. Todo eso me obligaba a salir de mi zona de confort, y descubrí un mundo en el que me sentía como un niño con juguetes nuevos. Encontré una libertad creativa que hasta ahora no había explorado. Y ha sido muy divertido, y didáctico.

“Siempre hay oportunidad para poder cantar una nueva canción”

David Goodman./ Foto de Israel de Lago

 

R. Aunque estés en solitario, ¿quién te acompaña en esta aventura?

P. Ha habido gente como Piglet Spacey (Fernando Zapata) con quien he estado trabajando, o Andrés Pérez (Praxiz) que me han ayudado muchísimo, a manejarme con nuevos instrumentos, programas. Y a la vez he seguido tocando la guitarra, y de esa mezcla nueva es que surgen estas canciones, que se han construido en un espacio de unos dos años.

 

“El castellano fue una de mis primeras decisiones. Quiero conectar con la gente, que puedan conocerme”

P. En otros proyectos en los que participabas el idioma principal era el inglés, pero ahora has optado por el castellano.

R. Siempre lo hacía en inglés porque era el idioma de la música que siempre he escuchado. Pero también, si soy honesto, diré que me había escudado en el idioma para no afrontar verdades de las que quería hablar. De alguna forma me escondía. Así que cantar en castellano es también quitarme capas, exponerme. Fue una una de las primeras decisiones que tomé. Quiero conectar con la gente y que la gente pueda conectar conmigo, que puedan conocer a David Goodman.

 

P. En esta primera canción, apuntas justamente a “cantar una nueva canción”. ¿Un fin de ciclo significa, también, un nuevo comienzo?

R. Sí, es una canción que habla de cosas que se acaban y cosas que empiezan. No siempre las cosas se mueren por tu culpa, a veces es inevitable. Otras veces eres tú el que decide que se acaben para poder empezar otras. Así que expresa la transición vital en muchos aspectos. Primero porque venía del duelo de acabar con Lava Fizz y comenzaba un ciclo en el que tenía que enfrentar mi inseguridad ante la falta de certezas, de no saber hacia dónde ir, lo que se unía a muchas cuestiones también a nivel personal, que tuvieron que morir de alguna manera. De ahí que eligiese esta como la primera canción, porque marca un cambio de etapa a nivel musical.

 

“Estas canciones son salmos, oportunidades para expresar una frustración bañada de esperanza”

P. Poco a poco iremos conociendo más canciones, pero ¿cuál es la inspiración general de este primer EP?

R. Si tuviera que elegir un concepto, sería “Niebla”. Uno suele componer desde el lugar donde está, la tierra que pisa, y esa ha sido mi realidad, de no saber del todo a dónde vas, pero con la certeza de saber que alguien te acompaña. Todas las canciones están salpicadas de cierta incertidumbre, de preguntas sin contestar, de valles, de desiertos. Para mí son salmos, oportunidades para expresar frustración, pero siempre están bañadas de una esperanza que cubre toda esa frustración. La idea que quiero expresar es que en medio de una realidad a veces dura, o triste, siempre está nuestra esperanza en Dios de que nos espera algo mejor. Siempre hay una oportunidad para poder cantar una nueva canción, por muy oscuro que sea el mundo.

 

P. ¿Cómo afrontas esta nueva etapa?

R. Me está dando una libertad que nunca antes había tenido. Como artista, valoro la sinceridad, hay que ser honesto. Es algo que siempre me ha cautivado de la música indie, esa crudeza que uno no siempre está acostumbrado a escuchar y sorprende. En el proceso de buscar un nombre para este proyecto, me pasó lo mismo, quería mostrar lo que soy, sin más.

 

P. En lo musical, notamos ese acercamiento a lo electrónico. ¿Cómo lo procesas?

R. Sí, todavía siento que estoy aprendiendo a manejarme y hablar en este nuevo lenguaje. Es un trabajo curioso, vas escuchando sonidos, añadiendo pistas, tienes como mucho control y a la vez es un mundo tan inmenso, en el que las canciones son mucho más dinámicas, fluidas, orgánicas y se van transformando un poquito hasta que van encontrando su rollo. El hecho de hacerlo solo es una aventura.

 

“Siempre hay oportunidad para poder cantar una nueva canción”

David Goodman./ Foto de Gabriel Simó

P. Aunque estás empezando el proyecto ¿piensas ya en presentar estas nuevas canciones en directo?

R. Sí, mi idea sería poder hacerlo en cuanto salgan estas cinco primeras canciones que forman un primer EP, y ya estoy trabajando en un segundo EP con otras 5 canciones, que todavía no sé por dónde van a salir. Quizá mezclando un poco más con folk urbano, con más guitarra y melodía. Y con esas diez canciones ya tengo algo para poder girar. Pero mi idea inicial es incluso tocar en ambientes pequeños, conectar con la gente y crear vínculos. Como músico he visto lo que es invertir en hacer un concierto, alquilar la sala, para luego llegar, tocar, y que apenas se cubran los gastos… Por eso quiero empezar con algo muy, muy pequeño. Me gustaría poder tocar en la casa de la gente, quizá para diez personas, que invites a tus amigos y podamos pasar un rato y tener conversaciones. Tengo ganas de acortar distancias.

 

“La música me ayuda a conectar con las grietas que tienen otros”

P. ¿De qué forma la fe está presente en tu música?

R. Es algo natural, porque mi fe es parte de mí. Ahora tengo la oportunidad de compartir mi vida en canciones. Por eso no me es nada ajeno, porque Dios está en mi día a día, en mis valles, mis montañas… Jesús es muy real y está muy presente. Eso baña todo, las letras, las melodías. En realidad es algo que también me ha sorprendido, porque lo veo como un regalo de Dios para mí. He pasado por una etapa de niebla muy densa, y ha sido en el proceso de mudarnos también a otra zona de la isla. Aquí cerca hay un campo muy bonito, y allí han surgido muchas de estas canciones, de dar paseos y tener tiempos en los que Dios me hablaba directamente. Por eso en estas canciones, hay algunas muy rabiosas, otras más tranquilas, otras más esperanzadoras. Nadie está exento del dolor, ¿no? Por eso, mi fe es explícita en el sentido de que comparto mi vida a través de estas canciones. 

La música me ayuda a conectar con las grietas que tienen otras personas, su dolor. No es que yo haya sido una persona que haya sufrido demasiado, pero sí que he sido un tío muy frustrado. Y ahí, Dios se acerca y te quedas abrumado al comprobar qué es lo que Dios ha hecho por ti. Tal vez lo expreso de una forma que para mí es natural, quizá diferente a cómo lo expresarían otros. Pero justamente una de mis cargas es la de conectar a un mundo que, aunque rechaza a Dios, está deseando conocerle y buscándole en lugares quizá equivocados. Así que veo una oportunidad de acercar a otros a Dios, de compartir esta esperanza.

 

Puedes seguir las novedades de David Goodman en Instagram y su música en Spotify

 

 

 

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Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Selah - “Siempre hay oportunidad para poder cantar una nueva canción”