Ser como Dios
Ser Dios es imposible y no tanto porque tengas que hacer milagros y ocuparte de los problemas de todos, sino por lo que es la esencia de su propio carácter.
09 DE DICIEMBRE DE 2019 · 08:35

Como Dios (Bruce Almighty, 2003) es una comedia estadounidense dirigida por Tom Shadyac y protagonizada por Jim Carrey, Morgan Freeman y Jennifer Aniston. La trama de la película está basada en el hecho ficticio de que Dios permite a un ser humano (Bruce) que tenga los mismos poderes que Él y pueda ser Él durante unos días. El caos que se organiza en el universo es impresionante porque, aunque a algunos les cueste reconocerlo, nosotros no podemos tomar el lugar de Dios.
Aunque el film es una comedia, y su objetivo no es otro que el de divertir un poco, la verdad es que intentar ponernos en el lugar de Dios sería algo absolutamente complicado. Por decirlo de una manera muy sencilla, ser Dios es imposible y no tanto porque tengas que hacer milagros y ocuparte de los problemas de todos, sino por lo que es la esencia de su propio carácter. Digamos que lo difícil no es hacer (¡que ya lo es!) sino SER como Él:
- Amar siempre, sin esperar nada a cambio.
- Escuchar a todos.
- Ayudar a que los sueños de todos se cumplan.
- Dar a todos y ser ignorado en la mayoría de las ocasiones.
- Resolver más problemas de los que jamás hubieras imaginado, pero sin que casi nadie se acuerde de ti.
- Bendecir a todas las personas, por muy miserables que parezcan ser.
- Derrochar gracia para todos, incluso para los que hablan mal de ti o te persiguen.
- Vivir buscando el bien de todos.
- Estar disponible en todo momento.
- Buscar medios para que las personas vivan en paz unos con otros, aunque la mayoría no quiera hacerlo.
- Ser sometido a “chantajes” emocionales una y otra vez… y seguir respondiendo.
- Ser odiado en muchas ocasiones, a pesar de hacer todo el bien posible.
- Ser justo en todo momento y no olvidar ninguna situación para que la justicia sea perfecta un día.
- Preocuparte por los detalles de cada persona … ¡La lista es interminable!
Y por si fuera poco, recibir el desagradecimiento de la gran mayoría y ¡llevar las culpas de casi todo!
No podemos ni siquiera imaginar lo que Dios hace por cada uno de nosotros. Para mí, lo más increíble es saber que el ser más perfecto que existe, el que controla todo el universo, se preocupa por mi y me cuida siempre. ¡Lo mismo hace por ti! “Yo vivo en un lugar alto y sagrado, pero también estoy con el humilde y afligido, y le doy ánimo y aliento”(Isaías 57:15).
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - Ser como Dios