El sentido de la Navidad

No te pierdas el mejor regalo que te han hecho: Jesús mismo.

23 DE DICIEMBRE DE 2023 · 17:58

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Imagen de Aziz Acharki en Unsplash.

Se acerca esa fecha del año en que empezamos a adornar las casas con cositas bonitas, a juntarnos con familia y amigos, a repartir regalos y a cantar villancicos.

Con todo ese ajetreo, nos olvidamos de lo importante. Y es que nos han condicionado culturalmente a todo esto. Pero ¿sabes de dónde vienen todas estas costumbres?

Los paganos de antaño solían celebrar la esperanza del retorno de la primavera con el calor y el verdor usando adornos de hoja perenne. Celebraban las saturnales repartiendo regalos. Eran festividades romanas invernales anticipando el retorno de la vida y el verdor en la estación en la que carecían de lo esperado. ¿Por qué? Porque Saturno era la supuesta deidad de la agricultura, la que volvería a traer la primavera y la cosecha.

Para influenciar dichas celebraciones, los romanos bajo Constantino decidieron celebrar la Navidad el 25 de diciembre una vez que el imperio romano hubo adoptado el cristianismo como religión oficial.

De esta manera, podrían “santificar” una celebración y enfocar a la gente en un tema que no fuera la festividad pagana. La intención de cristianizar una celebración pagana puede que hubiera sido buena inicialmente. Todos esos bárbaros podrían aprender lo que era sumamente importante: Que el Salvador vino a rescatarnos y nació en un pesebre...

El caso es que, en vez de suplantar las celebraciones paganas y sus costumbres, lo único que lograron esas intenciones fue mezclar las costumbres paganas con una celebración cristiana y ahora tenemos una mezcolanza tal que no sabemos si celebrar al Señor Jesús o a Papá Noel en Navidad. Además de las consideraciones históricas, debemos agregarle el consumismo y el materialismo actual a la ecuación.

Algunos se van al otro extremo y no celebran la Navidad por estos motivos. Pero yo la celebro porque sí es motivo de celebración:

“Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” (Lucas 2:13-14). “Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz” (Juan 18:37). La verdad te hará libre (Juan 8:32) porque Cristo mismo te libera (Juan 8:36, Lucas 4:18 citando Isaías 61:1).

Así pues, sí, celebra la Navidad, pero de la forma correcta y no te pierdas el mejor regalo que te han hecho: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).

Tienes ese regalo delante de ti. ¿Le has quitado el envoltorio y te has apropiado personalmente de Él?

¿Qué será la Navidad? Con Luis Cortés:

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