Mercedes Gasanz: SIFRA, labor en defensa de la vida

Defender sólo a los no nacidos e ignorar a los ya nacidos, que lo están pasando mal, es una incongruencia. Nosotros estamos inclinados a actuar en este ámbito, pero reconocemos las necesidades que hay en muchísimos otros sectores de la sociedad.

26 DE SEPTIEMBRE DE 2015 · 16:50

Mercedes Gasanz.,
Mercedes Gasanz.

Entrevistamos a Mercedes Gasanz, directora de SIFRA, una asociación que nace con el objetivo de prestar un servicio a las iglesias, a la sociedad y a las mujeres que están atravesando por una crisis de embarazo. Mercedes es médico y forma parte como vocal de la junta ejecutiva de la Unión médica Evangélica.

 

Pregunta.- ¿Podría explicarnos el significado del nombre SIFRA, que habéis dado a vuestra asociación?

Respuesta.- SIFRA es el nombre de una de las dos parteras de las que se habla en el primer capítulo del libro de Éxodo. Era temerosa de Dios y no obedeció la orden de Faraón de dar muerte a los hijos varones de los hebreos, así pudo nacer entre otros Moisés. Su actitud agradó a Dios y no hemos encontrado nombre mejor para lo que queremos hacer nosotros.

Además, SIFRA también es un acróstico, que define a grandes rasgos nuestra actividad.

S.- Servicio. Queremos prestar un servicio a las iglesias, a la sociedad y a las mujeres que estén atravesando una crisis de embarazo.

I.-Información sobre todos los temas relacionados con el principio de la vida y el aborto.

F.- Formación: brindando cursos de formación de consejería para situaciones de crisis de embarazo.

R.- Restauración post-aborto. Consejería para mujeres con el síndrome post-aborto.

A.- Asesoría, apoyo y acompañamiento más allá del nacimiento del bebé.

 

P.- ¿Qué os ha motivado a iniciar esta labor desde SIFRA?

R.- Somos personas que llevamos muchos años en este campo de la defensa de la vida.Yo creo que lo que nos ha llevado a iniciar esta labor es el ver todo el mal que se le produce no sólo al concebido, privándole de la vida, sino también a la mujer que opta por el aborto, y a la sociedad por la pérdida de valores que en ella se ocasiona. Como cristianos estamos llamados a actuar, a ayudar, en la medida de nuestras posibilidades. Pensamos que la Biblia tiene mucho que decir en todo esto, y nosotros queremos compartirlo.

 

P.- ¿Contáis con un buen equipo? ¿La formación es un requisito para colaborar en vuestra asociación?

R.- La junta directiva de la asociación la formamos Hilde Mathieson, como vicepresidenta; Christopher Mathieson, como secretario; Alison Barrett, como tesorera; Rosa López Posteguillo, como vocal, y yo como presidenta.

Nosotros, junto a otras personas que comparten la misma inquietud, somos el equipo inicial básico, pero se necesitan colaboradores de todo tipo. Se precisa mucha oración, para que Dios dé visión y provea todo lo necesario, por eso animamos a las personas que se sientan inclinadas a actuar en este campo a ponerse en contacto con nosotros.

Damos mucha importancia a la formación. En un tema tan delicado como este, creemos que es muy necesario, así que la formación forma parte de nuestra visión desde el principio. Ya hemos realizado el primer curso en Habilidades de Consejería Cristiana de Embarazo. En Inglaterra este curso cuenta con acreditación universitaria y el reconocimiento de la Asociación de Consejeros Cristianos. Estamos dando pasos al respecto para que también se pueda acreditar aquí. Y es nuestro deseo seguir haciendo cursos para brindarlos a cuantas personas tengan inquietudes en este sentido y como servicio a las iglesias.

 

P.- ¿Cuál el perfil de las mujeres que estimáis podrán beneficiase de los servicios que se piensan prestar desde este ministerio?

R.- Por un lado está la mujer embarazada, que se está planteando el aborto, pero que todavía no ha abortado. Y por otro, la mujer que ya ha abortado y sufre de alguna manera las consecuencias de este acto. Para todas estas mujeres, y para su entorno familiar, está abierta SIFRA.

 

P.- ¿Atenderéis a personas creyentes y no creyentes? ¿Existe algún criterio de selección a la hora de atender a una mujer?

R.- SIFRA nace con una vocación de servicio tanto a las iglesias evangélicas como a la sociedad en general, y no se excluye a nadie por motivos religiosos, étnicos, políticos, económicos, etc. Estamos abiertos a todas las personas que precisen ayuda en este campo y vengan a nosotros demandándola.

 

P.- ¿Debe tener una mujer libertad para tomar esta decisión tan relevante como lo es la de abortar o no?

R.- Dios nos ha hecho libres, eso es inherente al ser humano, por eso existe la libertad de elección. Y este campo no es una excepción. Pero la mujer debe de estar bien informada de cuáles son las consecuencias de abortar y de no abortar. Y no sólo debe de estar informada, sino también sentir que no está sola, que está acompañada, que puede contar con alguien que la va a acompañar en estos momentos tan difíciles.

 

P.- ¿Cuáles son las consecuencias de un aborto? ¿Cuál vuestra actitud cuando las mujeres deciden abortar a pesar de vuestras voces de alerta? ¿Las continuáis apoyando?

R.- Nosotros informamos y brindamos un espacio de comprensión, de escucha, para que las personas implicadas en esto sepan que pueden hablar y expresar sus sentimientos y emociones. Pero la decisión final la tienen ellas, y sea cual sea esta decisión las puertas de SIFRA continúan abiertas.

Pero hay que saber que el aborto, que se presenta como una salida rápida, que solucionará el tema de un embarazo no deseado, no está exento de consecuencias.

Hay efectos físicos que pueden poner en riesgo la vida de la mujer. Secuelas psicológicas que influirán en el estado de ánimo de la madre, a veces hasta décadas después de realizado el aborto y que están ahí ocasionando diferentes síntomas que afectan al bienestar y a la salud tanto física como psicológica de la mujer. Y hay efectos morales al tener que lidiar con un sentimiento de culpa muy difícil de paliar, porque a ver quién puede tratar con la culpa y el perdón sino sólo Dios. De esto casi nunca se habla, pero la experiencia de cientos de mujeres así lo atestigua. Y nosotros, como cristianos, podemos ofrecer, en nombre de Dios, este perdón a toda persona que lo esté buscando.

 

P.- ¿Se priorizan muchas veces los intereses políticos a los mandatos bíblicos? ¿Qué opináis acerca de la legislación vigente?

R.- Vivimos en una sociedad que no tiene a Dios como punto de referencia, pero que a la vez, en este tema, no es coherente consigo misma, al presentar, por ejemplo, el aborto como un derecho de la mujer, cuando esto no está reconocido como derecho en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Olvidando el derecho a la vida que el concebido tiene y que no se le reconoce. Una legislación así no puede ser sino profundamente injusta, que es lo último que se esperaría de una ley. Hay un conflicto de intereses entre los de la mujer y el no nacido que las leyes no aciertan a solucionar de una manera justa.

Pero se necesita, además de la legislación, un cambio profundo en el sistema de valores personales, un cambio de mentalidad respecto a la vida y a la sexualidad.

 

P.- ¿Qué nos dice la Biblia acerca de preservar la vida y la dignidad del ser humano?

R.- La Biblia arroja mucha luz en este campo y brinda principios generales muy esclarecedores. Ya desde la primera página la Biblia dice que Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza. Esto es básico porque concede a todo ser humano, independientemente de sus circunstancias, una dignidad intrínseca que es la que le da el gran valor que tiene.

Las páginas de la Biblia desbordan el mensaje de que Dios es el Dios de la Vida. Se nos declara que Jesús ha venido a dar vida y vida en abundancia a los que creen en Él. Hay textos grandemente elocuentes como el Salmo 139 en el que se nos dice que Dios formó nuestras entrañas, y que nos hizo en el vientre de nuestra madre. Y que no fue encubierto de Él nuestro cuerpo.

Dios ve como algo de estima el fruto del vientre, aunque ahora en esta sociedad muchas veces no se le valora.

 

P.- ¿Qué alternativas al aborto se ofrecen desde SIFRA?

R.- Lo importante es que la sociedad se plantee que hay alternativas al aborto, porque muchas veces las alternativas ni se plantean.

Muchas mujeres, pasados los primeros momentos de gran ansiedad, han decidido afrontar el embarazo y llevarlo a término. Curiosamente, si pasado un tiempo les preguntamos a estas mujeres, todas coinciden en señalar el gran amor que tienen por su hijo, y lo importante que es para ellas.

Otras mujeres han optado, ante la imposibilidad de una crianza, por dar el hijo en adopción, y tienen el consuelo de saber que su hijo está vivo junto a una familia que lo ama.

 

P.- Así como defendemos la vida del no nacido, ¿debemos defender de igual manera al ya nacido, que en muchos países del Tercer Mundo mueren por el hambre, las enfermedades vencibles y la falta de medicinas?

R.- El ser humano tiene una dignidad intrínseca que va desde el momento de la fecundación hasta el momento de la muerte natural. Y hay que defender esta dignidad que Dios concede al hombre en todo este devenir vital.

La Biblia dice: “Abre tu boca por el mudo

En el juicio de todos los desvalidos.

Abre tu boca, juzga con justicia,

Defiende la causa del pobre y del menesteroso”.

Defender sólo a los no nacidos e ignorar a los ya nacidos, que lo están pasando mal, es una incongruencia. Nosotros estamos inclinados a actuar en este ámbito, pero reconocemos las necesidades que hay en muchísimos otros sectores de la sociedad.

 

P.- ¿Los cristianos somos conscientes de que tenemos un compromiso con la sociedad en la que estamos insertos y no debemos mirar hacia otro lado ante sus problemáticas?

R.- Muchos cristianos son muy conscientes de que tienen un compromiso con la sociedad en la que viven, y ahí están siendo sal y luz, no solamente en estos momentos sino en siglos anteriores. Pero muchos otros no acabamos de hacer realidad ese compromiso ni de asumir esa responsabilidad.

 

P.- ¿Podemos los cristianos aportar un granito de arena para cambiar la concepción que, sobre el tema del aborto, tiene la sociedad de la que formamos parte?

R.- En esa esperanza es en la que ha nacido SIFRA. El mensaje cristiano siempre aporta luz en todas las sociedades que se han dejado influir por él.

 

P.- ¿Adónde se pueden dirigir las personas que quieran colaborar con vuestro ministerio?

R.- Todos aquellos que deseen colaborar pueden ponerse en contacto con nosotros por alguna de las siguientes maneras:

Teléfono: 910.609. 784 y 971.571.354 (hace poco hemos estrenado las dos primeras líneas de teléfono y en pocos meses estarán completamente operativas)

Email: [email protected]

Facebook: Evangélicos X La Vida

http://www.facebook.com/groups/429398710452110/

el “grupo” de Facebook para todos los amigos de la vida

 

Finaliza la entrevista. Gracias, Mercedes, por concedernos esta entrevista, que esperamos sea de utilidad para aquellos que necesiten acceder a los servicios que, desde vuestra asociación, estáis ofreciendo.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Muy Personal - Mercedes Gasanz: SIFRA, labor en defensa de la vida