Gabino Fernández y el fruto vivo de la semilla olvidada
Merecen ser recordados quienes, desde el s. XVI hasta el XXI, en toda España, trabajaron de sol a sol por la libertad religiosa, incluyendo nuestras “mujeres de carne y verso”
31 DE MARZO DE 2013 · 22:00
Hablamos con Gabino Fernández Campos, natural de Villanueva de los Infantes (Ciudad Real). Es historiador, periodista, escritor, pastor evangélico, conferenciante internacional, antólogo de poetas de habla hispana y director del Centro de Estudios de la Reforma (CER).
Ha sido secretario Regional de la Sociedad Bíblica Española, tanto en Castilla-La Mancha como en Andalucía, Extremadura, Murcia y Canarias. Desde 1995 es coordinador de Ágape. Además, ha coordinado numerosas exposiciones bibliográficas e impartido conferencias en todas las provincias de nuestra geografía, así como en otras latitudes. En el año 2012 la Asociación Cultural Evangélica “Jorge Borrow”, con sede en Salamanca, le concedió el Premio “Jorge Borrow” de Difusión Bíblica.
Lo conocí en el año 2007 durante la celebración del 75 Aniversario de la iglesia de Paseo de la Estación. Hasta allí llegó Fernández Campos con su valiosa exposición sobre los Escritores olvidados de Castilla y León, a petición de los responsables de la citada iglesia. En el salón rectoral de la Casa-Museo Unamuno creyentes y no creyentes pudieron, muchos por vez primera, leer los nombres de grandes olvidados como Mariano San León, Francisco de Enzinas, Arturo Gutiérrez Martín, entre otros.
Valiosa labor la que están llevando a cabo varios hermanos en esta tarea de traernos a este siglo a los hermanos del XVI al XX. Con este ejemplo, no nos olvidaremos de los del XXI.
Pregunta.- Constantemente vemos a Gabino Fernández Campos recopilando, procesando, escribiendo y difundiendo información sobre la historia del protestantismo español… ¿Qué le llevó a dedicarse a esta encomiable labor?
Respuesta.- Desde mi niñez, me interesó muchísimo la historia de España; ya en mi adolescencia gané un concurso escolar en el que me regalaron un libro sobre la historia de España. Al convertirme, el 5 de junio de 1960, empecé a oír de tres temas que considero relevantes en la historia de nuestro país y que puedo resumir en tres puntos que relaciono a continuación: 1) La historia de la traducción, divulgación y obediencia a la Biblia; 2) Los primeros mil años del cristianismo español; 3) La historia y legado literario de los protestantes españoles.
P.- Coméntenos cómo fue su primer encuentro con Jesús.
R.- En el año 1960 se estrenó la superproducción americana C. B. Mille Los diez mandamientos, ocasión que aprovechó José Grau y Ediciones Evangélicas Europeas para escribir, publicar y difundir un folleto con el mismo título y explicando la interesada y sacrílega manipulación católica, eliminando el dos y dividiendo el diez, para que pudiera seguir hablándose del decálogo del Sinaí.
Aunque estaba firmado con un seudónimo, “Aquila”, y tenía un falso pie de imprenta, la policía secuestró ochenta mil de los cien mil impresos. A raíz del suceso, el autor y el impresor, Salvador Salvadó i Cots, fueron encarcelados. De los folletos que habían empezado a circular entre los asistentes a la proyección de la citada película, algunos llegaron a Valdepeñas. Y allí, a mis manos.
Me acerqué a la Iglesia Evangélica local, donde empecé a escuchar el Evangelio. El primer sermón que oí fue dado por el pastor Joaquín Casado Aguilera y se basó en la curación de los diez leprosos (Lucas, 7:11-37). Poco después, recibí más folletos. Uno, impreso en esa ciudad el año 1936 y que estaba prohibido por la censura franquista, se titulaba “Las respuestas de Dios a las preguntas del alma acerca del camino de la salvación”. Al llegar a mi casa y mientras me calentaba en la lumbre de la chimenea, lo leí y respondí a la invitación de recibir a Cristo, que venía al final.
P.- ¿Viene de familia evangélica?
R.- Mi hermana mayor, ya casada, se había convertido poco tiempo antes. Y permanecía firme en la fe y en confesarla, pese a la presión social y las palizas de su marido. Luego, como ya he dicho, me convertí yo. Más tarde lo hicieron una hermana, melliza conmigo, mi madre y mi padre.
Dios también habló y tuvo respuesta de Isabel, la madre de mis hijos, y de todos ellos: Rubén, José Pablo y Elisabet. Todos en su niñez. Hoy, ya casados, siguen fieles al Señor y están colaborando en diferentes ministerios. Rubén, entrenador nacional de baloncesto, dedicado a todo tiempo, dirige Atletas en Acción en España y en todos los países de Europa Occidental. José Pablo, informático, es el webmaster de www.protestantes.net y www.entrelineas.org, “actualidad cultural observada a través del conocimiento que da el estudio de la Biblia”, escrita por José de Segovia. Elisabet hizo Periodismo en la Universidad Complutense y, mientras trabaja, estudia Filología inglesa en la UNED. Ha traducido varios libros y textos de documentales evangélicos.
P.- Usted ha desempeñado la labor de pastor de una iglesia. ¿Cómo debe ser el pastor al estilo de Jesús?
R.- Tras mi formación bíblica en el Instituto Bíblico de Madrid, el año 1965, fui admitido como evangelista por la Misión Evangélica Española. Y en el año 1969 fui ordenado al pastorado en Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real). Luego ministré en la congregación, también como miembro de la Federación de Iglesias Evangélicas Independientes de España (FIEIDE).
Todo pastor debe imitar a Jesús y trabajar para ser recordado con las siguientes palabras del Evangelio: Jesús “caminaba por todas las ciudades y aldeas predicando, y anunciando el Evangelio del Reino de Dios” (Lucas 8:1).
P.- Parte de su trabajo lo ha desarrollado en Andalucía, y es referencia bibliográfica su libro sobre protestantismo andaluz. Coméntenos los rasgos más destacables del mismo.
R.-Durante 23 años vivimos en Sevilla (1972-1995). Llegamos con Rubén, nuestro primogénito, y allí nacieron José Pablo y Elisabet. Durante este cuarto de siglo, con los sucesivos ministerios ejercidos, Pastor, Coordinador de Ágape y Coordinador Regional de la Sociedad Bíblica, paralelamente dediqué tiempo a la investigación y difusión de la historia y legado, desde el siglo XVI, de los protestantes andaluces. Lo que cristalizó en numerosos artículos en prensa propia y ajena, y en mis dos primeros libros: El Pasado, Presente y Futuro de los Protestantes Andaluces (Kopisteria Kronos. Sevilla, 1884) y Reforma y Contrarreforma en Andalucía (Ediciones Evangélicas Andaluzas. Sevilla, 1986). Este último título ya está en la cuarta edición y disponible en impresión bajo demanda y en E-Book (www.protestantes.net)
Con la creación del Centro de Estudios de la Reforma (CER), nos trasladamos a Madrid, donde seguimos con dedicación exclusiva a la investigación y difusión de la historia y legado protestante en toda España, por medio de conferencias, cursos, exposiciones bibliográficas, turismo cultural, radio (RKM y Dynamis Radio), TV (TVE2, Canal Sur TV, Euskal Telebista, TV3 y Solidaria TV) e Internet.
Varios de estos documentales puedes verlos en la página de www.protestantes.net, en el botón V (Vimeo). Y numerosas efemérides protestantes en www.actualidadevangelica.es y en varias emisoras online. Además, después de aquel primer artículo publicado en el año 1964, estoy sumando nuevas publicaciones en periódicos y editoriales.
P.- No podemos olvidar las rutas literarias que ha ido gestando. Una de ellas es la del Quijote. ¿Cómo la plantea?
Las primeras “caminatas” las hicimos en Sevilla y se centraron en la “Ruta de la Inquisición” y en la “Ruta de los enamorados”. Y en Madrid, en colaboración con el Consejo Evangélico de Madrid (CEM) y la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, diseñé y guío seis “Rutas por la Historia del Protestantismo Madrileño” (Madrid, Alcalá, Escorial, Toledo, Cuenca, Valladolid y La Mancha). Con el Consejo Evangélico de Extremadura y la Fundación Pluralismo y Convivencia, ya hemos realizado tres (Badajoz, Cáceres, George Borrow) y estamos preparando la cuarta (Badajoz, Huelva y Sevilla). Ya están redactadas rutas por el estilo en Galicia, País Vasco, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana. Y trabajamos para ofrecer otro tanto en las restantes comunidades autónomas.
La dedicada a recorrer la tierra de Don Quijote parte del monumento a Miguel de Cervantes, en la Plaza de España de Madrid y sigue por Esquivias, Consuegra, Puerto Lápice, Campo de Criptana y El Toboso. Recordamos en prosa y verso la huella de la Biblia en la más traducida y conocida novela de Cervantes.
P.- ¿Qué nos puede decir de ese viajero Jorge Borrow, alguien como usted que también se recorre toda España?
R.-Bien merece ser recordado este colportor, primer representante de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera, que vivió entre nosotros de 1836 a 1840, y sigue hablándonos con su relato La Biblia en España, gracias a la traducción de Manuel Azaña.
Desde hace años, “peregrino” por los lugares que él visitó en Gales, Portugal, España y Marruecos. Con su narración en la mano, admiro los lugares que describió, revivo comidas y transportes; mientras, alabo a Dios por el fruto actual de la semilla, la Palabra de Dios, que él difundió en castellano, caló y vasco.
P.- ¿Qué significó para usted ser galardonado con el premio Jorge Borrow de Difusión Bíblica, que anualmente se concede en Salamanca por la Asociación Cultural Evangélica Jorge Borrow?
R.-Fue toda una sorpresa, algo inmerecido, pero que me honró al entrar en la lista de estos premios, donde ya están Juan Antonio Monroy y Samuel Escobar. Ambos, bien que lo merecen. Y me emocionó que la Universidad de Salamanca y su Ayuntamiento se sumaran con tanta generosidad y simpatía, como fácilmente se puede comprobar en el trato con los profesores Alfredo Pérez Alencart y Miguel Elías, y con Pilar Fernández Labrador, la “dama de la cultura”.
P.- ¿Por qué tenemos que hablar de “escritores olvidados” dentro de nuestro ámbito evangélico?
R.- Para contribuir a la recuperación de una página olvidada de la literatura española y promover la lectura de la Biblia. Por eso, desde el año 1997, estamos organizando una interesantísima e insólita muestra de retratos, documentos y libros relacionados con escritores protestantes de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura y Galicia. Y tenemos estudiadas la mayor parte de las comunidades autónomas restantes.
Las exposiciones bibliográficas que nos ocupan incorporan las nuevas tecnologías museísticas. Por lo que, junto a viejos y raros libros, documentos y retratos inéditos, aparecen ordenadores y videos. Además, para conocer la crónica, ecos en los distintos medios de comunicación y agenda de esta singular exposición itinerante e interactiva se podrá visitar, vía Internet, en la página Web del Centro de Estudios de la Reforma: www.protestantes.net.
Con la recuperación de la vida y obra de quienes centran nuestra atención, todos ellos protestantes, deseamos contribuir al conocimiento más completo de la historia, literatura, periodismo, música, educación, espiritualidad y conquista de la libertad religiosa. Pues bien lo merecen quienes, desde el siglo XVI hasta el XXI, en toda España, dentro y fuera de la tierra que les vio nacer, trabajaron de sol a sol por la libertad, nos legaron su obra literaria, amaron inquebrantablemente a España, tendieron puentes con Europa y América, sufrieron el exilio, la marginación y el olvido.
¿Por qué han sido olvidados estos escritores? La producción literaria de varios de estos autores, fue relegada al olvido por motivos políticos, religiosos y económicos de la época en que vivieron. Varios de sus textos pasaron al “Índice de Libros Prohibidos” (1551-1948), algunos fueron escritos en latín, inglés y francés y sus primeras ediciones salieron de imprentas extranjeras.
P.- ¿Qué recuerdos le trae esa exposición que realizó en Salamanca, el año 2007, con motivo de la celebración del 75 Aniversario de la iglesia de Pº de la Estación?
R.-Cuando se realizó, ya teníamos la experiencia de varias decenas de este tipo de exposiciones y otras afines, como las dedicadas a “La Biblia en el Quijote” y “Reforma y Contrarreforma”. Pero la que se pudo ver en la Casa Museo de Unamuno, y que contó con un Ciclo de conferencias, paralelamente celebrado en el Aula Unamuno de la Universidad de Salamanca, superó a todas las anteriores por el apoyo del Vicerrector, que la inauguró, del Rector, que la clausuró, y por el catálogo que se imprimió. A esto podemos añadir la antigüedad y belleza artística donde se instaló la misma, y los ecos en la prensa.
P.- También se ha decantado por la poesía… ya ha organizado y editado antologías. ¿A qué se debe ese interés?
R.- No se puede leer la Biblia ni la literatura de nuestros escritores, sin encontrarnos a cada paso con la poesía. Y, aunque se dice que de “poetas y de locos todos tenemos un poco”, yo me curé pronto de lo primero. Pero sigo leyendo poesía y tengo mucho interés en difundirla.
Así, diseñé varios Recitales de Poesía, publiqué las que formaban parte de ellos y también se imprimieron estudios que hice de Claudio Gutiérrez Marín, Laura Martínez, Mariano San León, Santos García Rituerto y Arturo Gutiérrez Martín; todos ellos protestantes. Y acaba de ver la luz, en colaboración con otros autores, el libro Huellas del cristianismo en el arte: La literatura (Consejo Evangélico de Madrid y Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, 2012), donde me ocupé de “La Biblia en la Poesía del Siglo de Oro” (pp. 158-221).
En el “Recital de Poesía Religiosa”, organizado por el Consejo Evangélico de Madrid y que contó con la colaboración de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, celebrado de 1999 al 2004, se publicaron cinco cuadernos con versos de poetas madrileños, protestantes y no protestantes. Y en el “Recital de Acentos Poéticos de Andalucía y la Comunidad Valenciana”, que se desarrolla en Javea-Xabia (Alicante), y cuenta con el apoyo de la Asociación Amigos de Andalucía, Ajuntament de Xàbia, Junta de Andalucía y Generalitat Valenciana, se han publicado siete Cuadernos de Poesía (2005-2011).
P.- Tampoco se ha olvidado de las mujeres que cultivaron este género literario…
R.- Así es. Y si para muestra bien vale un botón, ahí está el librito “La Poesía de Laura Martínez. Introducción y Selección de Gabino Fernández Campos” (CEM, UDME, CER y Consejería de la Comunidad de Madrid. Madrid, 2006, 76 págs.), en el que nos reafirmamos en nuestra obligación de reconocer y de leer a nuestras “mujeres de carne y verso”.
P.- ¿Por qué olvidamos a hermanos tan comprometidos con la extensión del reino de Dios, dando muchos de ellos la propia vida, como Francisco de Enzinas, Manuel Matamoros, José García Fernández, José Viliesid, María Bohorquez, Constantino Ponce, entre otros?
R.- De la injusticia y torpeza de que tal olvido también se dé entre nosotros, puede retarnos los que tú acabas de citar y algunos que puedo añadir. A unos y otros los podemos agrupar en grupos, tales como: Mártires: En el siglo XVI: Francisco de San Román, burgalés; Juan Díaz, conquense; María Bohorquez, sevillana; Sebastián Martínez, madrileño; Gaspar de Centelles, valenciano; Pere Galés, catalán. En el siglo XIX, Cayetano Ripoll, catalán; Manuel Matamoros, onubense; Manrique Alonso Lallave, salmantino. Siglo XIX, Atilano Coco, zamorano; Salvador Íñiguez, gaditano; José García Fernández, granadino. Colportores: En el siglo XVI, Julián Hernández, vallisoletano. En el siglo XIX, Manuel Matamoros, onubense. En el siglo XX, Antonia Zapater, catalana. Y los gaditanos José Marcial Dorado, en España y Centroamérica; y Félix Vacas, en la mitad sur peninsular. Escritores: En el siglo XVI, Juan de Valdés y Constantino Ponce de la Fuente, conquenses; Francisco de Enzinas, burgalés. En el XIX, Blanco White; Luis Usoz y Río, madrileño; Carlos Araujo Carretero, sevillano; Emilio Martínez, madrileño; José Viliesid, sefardí; y Pedro Sala Vilaret, catalán. Y en el XX, Manuel Gutiérrez Marín, sevillano; y Carolina Marcial Dorado, toledana. Periodistas: En el siglo XIX, Juan Calderón, manchego; Alfredo López Rodríguez, madrileño. Y en el presente, Juan Antonio Monroy. Predicadores: En el siglo XVI, Doctor Egidio, aragonés. En el XIX, Francisco de Paula Ruet, barcelonés; y Cipriano Tornos, aragonés. En el XX, Miguel Aguilera, andaluz. Maestros: En el siglo XIX, Alicia Gordon Gulick, estadounidense. En el siglo XX, Enrique Blanco Rodríguez, vallisoletano, Medalla del Trabajo. En el XX, Samuel Pool Barquero, extremeño. Misioneros: En el siglo XVII, Vicente Soler, valenciano, en Brasil. En el siglo XVIII, Antonio Gavín, aragonés, en Nueva Inglaterra. En el XIX, Aquilino Regojo, gaditano, en Argel. Siglo XX, Julián Vargas, madrileño, en China; Rosa Ramos, valenciana, en Marruecos. Filántropos: En el siglo XIX, Julio Vizcarrondo Coronado, puertorriqueño; Federico Fliedner, alemán.
P.- ¿Podemos considerarlos como modelos para nuestro tiempo?
R.-Sí. Pero no solamente a los que están en la relación anterior. Porque es verdad, “Son todos los que están, pero no están todos los que son”. Porque bien podríamos añadir hombres y mujeres que alabaron a Dios y sirvieron a sus prójimos (próximos) en Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Galicia, Murcia, Navarra y País Vasco.
P.- Durante el franquismo era una verdadera odisea sacar a la luz literatura evangélica como Semanarios El Cristiano, España Evangélica, La Bandera de la Reforma. La luz, El Amigo de la Infancia, en Madrid, o La Aurora de Gracia y las publicaciones de Ediciones Evangélicas Europeas, en Barcelona…
R.-Permíteme una anécdota personal. Entre los folletos que fueron relevantes en mi “camino de Damasco”, uno ofrecía la posibilidad de recibir un Nuevo Testamento, pero tenía que pedirse a Tánger. El que recibí, había sido impreso en Londres, por la Sociedad Bíblica Trinitaria. Cierto. Pero los cambios en nuestros días son verdaderamente asombrosos en este campo. La difusión de la Buena Noticia, tanto por medio del papel como usando los nuevos soportes, está siendo general y efectiva por Revistas Digitales, Libros E-book, Radio, TV e Internet. Y los pioneros en unir a los escritores y periodistas, que fundaron Literatura Evangélica Española (1957) y la Asociación Española de Periodistas Evangélicos (1997), continúan tan necesaria tarea en la Alianza de Escritores y Comunicadores Evangélicos de España.
P.- ¿Cuál es la misión de la Iglesia en este siglo XXI?
R.- Cumplir la Gran Comisión, tal y como lo mandó Jesús y a través del tiempo lo hicieron tantos hombres y mujeres, con fidelidad, valor y sacrificio. Primero, personalmente. Y luego, usando todos los medios modernos de comunicación. Además, enfatizando el discipulado y las misiones.
Celebro el uso tan generalizado de Internet. Tenemos revistas digitales; emisoras de radio y Tv que llegan por este medio a “todo el mundo y a toda criatura”. Las denominaciones, los ministerios interdenominacionales y las iglesias locales están cada día más presentes.
La participación del Centro de Estudios de la Reforma es cada vez mayor en Internet. A la abundante información histórica que ya se puede ver en www.protestantes.net, acabamos de empezar la biblioteca, hemeroteca y archivo digital de los protestantes españoles. Y estamos preparándola para todos los que hablan inglés.
P.- Siempre lo veo por aquí y por allá difundiendo la obra de otros. ¿A qué se debe esta muestra de generosidad?
R.-A la misericordia de Dios, a vuestra paciencia y colaboración y a que creo firmemente que la evangelización de España es necesaria, posible y urgente. Teniendo como mi meta personal las palabras de 1ª Pedro 4:10-11: “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén”.
Finaliza la entrevista. Gracias, Gabino, por estimularnos a conocer más acerca de la vida y obra de nuestros hermanos y hermanas que fueron relegados y olvidados por su fe. Les debemos el rescate y tenerlos en nuestra memoria.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Muy Personal - Gabino Fernández y el fruto vivo de la semilla olvidada