Cambio de armario

Es una ocasión para ordenar el espacio, deshacerse de lo que no se necesita y reutilizar lo que creíamos no volver a usar.

27 DE OCTUBRE DE 2025 · 16:50

Photo: <a target="_blank" href="https://unsplash.com/es/@sweetpagesco">Sarah Brown</a>, Unsplash CC0.,
Photo: Sarah Brown, Unsplash CC0.

Comienza a refrescar. Las mañanas se visten de temperaturas otoñales, unos grados menos en el termómetro, se agradece el frescor matinal.

Pasadas las horas, el sol del sur brilla con fuerza y la chaqueta tan útil en la mañana acaba en el perchero de la entrada.

Es momento de realizar el temido cambio de armario, destronar el desgastado bañador y darle paso al añorado suéter.

En toda casa ocurre este hecho, trivial pero necesario. La cansina acción de guardar ropa y sustituirla por prendas acordes con la estación presente es algo común en casi todos los hogares de este primer mundo, hay lugares en el que hablar de esta transición es una total banalidad.

Es una ocasión para ordenar el espacio, deshacerse de lo que no se necesita y reutilizar lo que creíamos no volver a usar.

Hallándome en tal faena me sacude un pensamiento: ¿cuánta vida he de tener para utilizar tanta ropa?

Es muy cierto que en mi caso no es por consumismo, es más bien por querencia al reciclaje ya que aprovecho ropa que recibo de amigas y familiares , atrezo que ya no les sirven y legan para que me sean útiles .

Es hora de poner orden. Entiendo que la vida es demasiado corta , que guardar tanto es una red en la que caer y que inevitablemente te obliga a perder tiempo en organizar periódicamente.

Lo presente, pronto se vuelve pasado. El futuro, se tiñe de efímero hoy.

Mientras ordeno el escueto armario pienso que lo realmente importante se atesora en el corazón, que todo lo material es banal, que nada de lo que poseo tiene validez en sí mismo y que he de hacer un cambio notable para así ordenar lo que el viento y el tiempo despeina.

Me digo a mí misma que:

  • Priorizar es lo más prioritario.

  • Todos tenemos derecho a equivocarnos y es de sabios reconocer errores.

  • La diferencia es hermosa. No somos piezas iguales en este inmenso puzzle.

  • Sonreír nos hace más bellos, pero sin obviar que las lágrimas consiguen limpiar nuestros ojos para poder ver la belleza en los demás.

  • Cuando estamos cerca de Dios somos distintos.

  • Si nunca te atreves nunca sabrás si puedes.

  • Cierra los ojos, abre los brazos y abraza.

  • Corona tus días con palabras ungidas de amor, haz que Dios fluya de tus labios.

  • Tomate tiempo para esperar en Él y Él hará.

  • Ama a quien está a tu lado puede que mañana lamentes su ausencia.

  • Mírate al espejo y obsérvate con ojos de amor.

  • Saborea cada momento. La vida se compone de pequeños instantes ¡Vívelos intensamente!

  • Deja que Dios ocupe el primer lugar en ti.

  • Despiértate cada mañana con agradecimiento en tu corazón.

 

Recibe el contenido de Protestante Digital directamente en tu WhatsApp. Haz clic aquí para unirte.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Íntimo - Cambio de armario