¿Qué hacer en Gaza? El alto el fuego abre preguntas sobre su futuro
El desarrollo de la tregua entre Hamás e Israel, que ha permitido la liberación de rehenes y la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, abre el debate sobre qué pasos podrían darse para hallar una solución a un conflicto siempre al borde del estallido.
ESPAÑA · 17 DE FEBRERO DE 2025 · 19:00

El mundo sigue con atención los acontecimientos en Gaza, donde tras alcanzarse el alto el fuego se están produciendo encuentros de distintos líderes mundiales para discutir el futuro de un territorio que ha atravesado más de un año de destrucción por la acción militar israelí contra el grupo terrorista Hamás. El conflicto actual se desató tras la agresión realizada por Hamás en el territorio israelí el 7 de octubre de 2023.
Las palabras de Donald Trump, describiendo a Gaza como un “lugar de demolición” y reconociendo que “no es habitable”, fue secundado por una propuesta de reconstrucción que implicaría el desplazamiento temporal de la población. El anuncio ha tenido una respuesta negativa por parte de los países árabes y diversas entidades internacionales.
Hacia el fin de la guerra
En estos momentos se está desarrollando la primera fase del alto el fuego acordado el pasado mes de enero, un acuerdo por el que Hamás se compromete a la liberación de 33 rehenes a cambio de casi 1.000 prisioneros palestinos, una retirada parcial de Israel de la Franja de Gaza y un aumento significativo de la entrada de ayuda humanitaria. El plazo para ejecutar el acuerdo alcanzaría hasta la primera semana de marzo.
Aunque no hay un calendario firme estipulado, la fase 2 del acuerdo implicaría la liberación del resto de rehenes israelíes (unos 70) así como la liberación de más prisioneros palestinos, y la retirada total de Israel con una declaración formal del fin de la guerra que se inició tras los ataques de Hamás del 7 de octubre.
El escenario del conflicto es volátil, y las incógnitas sobre el futuro de Gaza se mantendrán hasta que se llegue a un acuerdo definitivo. El objetivo planteado por Netanyahu implica “eliminar la capacidad militar de Hamás y su dominio político en Gaza”, algo para lo que cuenta con el apoyo los Estados Unidos.
En semanas recientes las críticas a Hamás también se han encontrado el ámbito árabe, entre ellas destaca las del secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, que instó a que la organización terrorista renunciase al control de la franja de Gaza. “Los intereses del pueblo palestino deben prevalcer a los intereses del movimiento (de Hamás)”, expresó a continuación Anwar Gargash, un asesor diplomático de alto rango del presidente de los Emiratos Árabes Unidos Mohammed bin Zayed.
Ahora alto el fuego, ¿luego reconstrucción?
El alto el fuego ha estado cerca de decaer en días recientes tras la escalada verbal entre el gobierno israelí y los distintos actores presentes en la negociación, la cual ha tomado un nuevo impulso con la entrada de la nueva administración en la Casa Blanca.
En una cascada de declaraciones algo confusas, la propuesta realizada por Trump implicaba un desplazamiento de la población actual en Gaza hacia Egipto y Jordania para que Estados Unidos se encargase de la reconstrucción.
No tardaron en pronunciarse críticas en muchos de los países árabes que participan en las negociaciones de paz actuales. Tanto Egipto como Jordania mostraron su oposición a este desplazamiento, que desde la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos tildaron de ilegal: “cualquier traslado forzoso o deportación de personas de un territorio ocupado está estrictamente prohibido”, comunicó la ONU.
Sin embargo, la administración estadounidense insiste en la idea presentada por Trump y Marco Rubio, secretario de Estado de los Estados Unidos, expresó su interés en conocer “si desde estos países (críticos) tienen alguna propuesta concreta”, apostando nuevamente por movilizar a la población gazatí en su visita de este domingo a Israel.
La propuesta de Trump tampoco aclara cuál sería el estatus legal del territorio en cuestión. La Autoridad Nacional Palestina presentó por su parte una propuesta que opta por la solución de dos estados, una alternativa secundada por gran parte de la comunidad internacional y la ONU, la cual no se ha desarrollado hasta el momento, a pesar de los múltiples intentos desde la diplomacia internacional.
Una guerra cruenta
“El alto el fuego debió llegar hace mucho tiempo, teniendo en cuenta que es el mismo acuerdo que había estado sobre la mesa hace un año”, opina Daoud Kuttab, un periodista cristiano palestino y miembro de la Iglesia Bautista de Ammán contactado por Protestante Digital. “Si se hubiera aceptado, se podrían haber salvado muchas vidas de ambos lados”, reconoce.
La guerra Israel-Hamás ha dejado hasta el momento, en Israel, 1.139 víctimas mortales en el ataque del 7 de octubre y 405 militares israelíes en las operaciones en Gaza. Según Hamás, para el 23 de enero de 2025, el número de muertos en Gaza es de 47.283 personas, la gran mayoría identificados como civiles.
Sobre la propuesta de Trump para Gaza, Kuttab considera que su preocupación por el futuro de los habitantes de Gaza “no es genuino”, al ser expresado “junto a un líder israelí acusado de crímenes de guerra” (en referencia a Netanyahu). Sin embargo, hay “una posibilidad remota” de que el conflicto pueda encontrar una solución “si Trump está dispuesto a involucrar al ejército estadounidense para lograr una separación entre el ocupante y el ocupado de una manera que los israelíes y los palestinos puedan sentirse seguros y dignos”, incluyendo en este acuerdo “también a Cisjordania”.
El papel de los cristianos
Kairos Palestine, un grupo de cristianos palestinos activistas por la paz, han sido muy críticos con la propuesta de Trump, considerando su planteamiento “neocolonialista”. Además denuncian el incremento de enfrentamientos y acciones militares israelíes en Cisjordania una vez que el foco de la actualidad está en Gaza.
En un llamado difundido este pasado fin de semana, los representantes de las grandes religiones cristianas en Jerusalén mostraron su rechazo al desplazamiento poblacional de Gaza. “Nos vemos obligados a denunciar la grave amenaza de los desplazamientos masivos, una injusticia que golpea el corazón mismo de la dignidad humana. La población de Gaza, familias que han vivido durante generaciones en la tierra de sus antepasados, no deben verse obligados a exiliarse, despojados de lo que les queda de sus hogares, de su patrimonio y de su derecho a permanecer en la tierra que constituye la esencia de su identidad”, expresaron los Patriarcas y Líderes de las Iglesias en Jerusalén (ortodoxos, católicos latinos, católicos orientales, coptos, siríacos y protestantes).
Para el periodista cristiano Daoud Kuttab los cristianos “deben atender a las bienaventuranzas y buscar la paz”, siguiendo “el llamado del profeta Amós e insistir en que la justicia debe fluir como un río”. “Los cristianos deben recordar que los palestinos, al igual que los israelíes, han sido creados a imagen de Dios, y que los cristianos palestinos han sufrido muerte y sufrimiento a manos de los israelíes junto con sus compañeros palestinos musulmanes”. Kuttab opina que “nadie debe usar la teología cristiana para justificar el asesinato de seres humanos y la práctica de injusticias”.
Otra voz desde Israel, Jonathan Feldstein, presidente en Israel de la Fundación Genesis 123, apuesta por una implicación directa de los cristianos en las labores de mediación y reconstrucción. Esta fundación presentó recientemente un plan de “Paz para Gaza” que parte de la eliminación de Hamás, para que la ayuda a la reconstrucción que pueda llegar al país no sea utilizada “para fortalecer su infraestructura”.
Feldstein considera que haría falta “un ejército de cristianos para ayudar en todo: ingenieros, arquitectos y urbanistas, personal médico, nutricionistas y educadores, personas con iniciativa que puedan reconstruir y crear prosperidad”. Su esperanza es que los cristianos “triunfen porque basarán su acción en el amor a la población local y quieren verlos prosperar, y rechazan el malvado Islam representado por Hamás e Irán”.
Feldstein, que se identifica como judío ortodoxo, cree que los cristianos pueden ser la solución a un problema “que exige traer un planteamiento nuevo, no las mismas ideas que han fracasado una y otra vez en el pasado”, dice haciendo referencia a la solución de dos estados. “Los islamistas como Hamás y sus partidarios iraníes que encarnan esa ideología buscan la aniquilación de Israel, no vivir junto a él”, expone en un artículo publicado en AllIsrael. “La solución es contrarrestar eso, revertir los fracasos que el Islam extremista ha causado en Gaza”, algo que solo puede cambiar “cuando haya un verdadero cambio en el corazón” de las personas.
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