Coincidiendo con el mismo día en el que hace 50 años concluyó su primer Congreso, en la ciudad suiza del mismo nombre, el Movimiento Lausana ha celebrado un encuentro virtual con cientos de líderes cristianos en todo el mundo para conmemorar la efeméride.

La reunión ha servido, sobre todo, para recuperar las impresiones que la historia de Lausana ha generado en diferentes líderes globales, que han compartido detalles de sus experiencias personales con el movimiento. También ha habido tiempo para una encuesta conjunta que ha recogido lo que significaba Lausana para los asistentes en una palabra, con el término “colaboración” destacando por encima del resto, y un momento de oración que ha dirigido el líder egipcio y secretario general de la Sociedad Bíblica en dicho país, Ramez Atallah.

Durante el encuentro, se han destacado tres ejes esenciales que han definido el movimiento desde sus inicios y con el paso de los años, y lo siguen haciendo, tal y como ha defendido el director general del Movimiento Lausana, Michael Oh. Se trata de la fidelidad bíblica, en relación al reconocimiento de la Palabra como verdad fundamental en la que se basa Lausana; la amistad, en referencia a la amplia red de colaboración que se ha desarrollado bajo el paraguas de Lausana y que es una muestra de “la belleza que existe en la diversidad”, y la fidelidad en la misión.

“Nunca imaginé que Lausana moldearía mi vida”

Entre los líderes que han sido invitados a compartir lo que ha supuesto Lausana para su experiencia estaba Doug Birdsall, que fue el director ejecutivo del Movimiento entre 2004 y 2013 y uno de los nombres destacados del tercer congreso, en Ciudad del Cabo (2010). Recordando las palabras de Billy Graham en 1974, Birdsall ha señalado que “el espíritu de Lausana es un espíritu de amistad, de humildad de estudio”. “Cuando pienso en Lausana pienso en gente magnífica y en ideas maravillosas”, ha remarcado.

Para Kärin Butler-Primuth, hija de uno de los organizadores del primer congreso, al que asistió siendo adolescente, Lausana es necesariamente recordar. “Nunca imaginé, con 12 años, la forma en que Lausana moldearía mi vida”, explica. Actualmente es la responsable del área de colaboración ministerial en el Movimiento Lausana y también echa mano de las palabra de Billy Graham en 1974: “¿Por qué Lausana? Para que toda lengua, nación y pueblo oigan la voz de Dios”. Como mucho, Butler-Primuth aguarda el congreso de Seúl en septiembre como una nueva oportunidad. “La próxima generación de líderes será moldeada por lo que experimentarán en Seúl”, dice.

Un movimiento global

El carácter global es algo que se remarca como un elemento característico desde la dirección del Movimiento Lausana. Por eso, entre los líderes que han intervenido también estaba Valdir Steuernagel, que ha hecho hincapié en cómo supieron de Lausana en Brasil por primera en 1976. Vinculado en su vida ministerial a IFES en Brasil y a la Alianza Evangélica Mundial, entre otros, es asesor ejecutivo de Lausana. 

“Queremos abrazar de nuevo la frescura con la que Lausana llegó a nosotros”, ha dicho. “El evangelio de Cristo debe ser proclamado a todo el mundo y en todo tiempo. Debemos ser intencionales en nuestro acercamiento. Que la gente reconozca a Cristo en nosotros”, ha remarcado Steuernagel, para quien merece la pena repetir una y otra vez la motivación de Lausana, que él define en base a elementos como la centralidad del evangelio, el mensaje del Reino o la colaboración en la misión.

Desde India, Pearl Ganta ha definido Lausana como “un viaje transformador” para ella. Mirando hacia los próximos 50 años, ha insistido en que “es tiempo para ir más allá y colaborar”, enfocándose en concreto en alcanzar a los millones de niños que crecen sin Jesús y en entornos de sufrimiento. “No queremos una situación con una generación que se pierde. Necesitamos equipar líderes”, ha remarcado.

La co-directora regional de Oceanía, Julie-anne Laird, ha definido desde Australia el Movimiento Lausana como “una degustación de lo que será el cielo”, refiriéndose la diversidad unida por la comisión de Dios. Y también el presidente del Wheaton College, Philip Ryken, ha puesto en valor el ejemplo de los líderes predecesores de Lausana, recordando el texto de Hebreos 13:7: “No consideramos sus figuras simplemente, sino que consideramos y tenemos fe en el mismo Dios vivo que los que nos precedieron”, ha dicho. “Lausana realmente es un movimiento global”, ha remarcado. Y también ha enfatizado el compromiso “con el liderazgo juvenil” como algo esencial para garantizar la continuidad del proyecto.

Convicción, unidad y fe

El director ejecutivo de Lausana, Michael Oh, ha concluido el tiempo de intervenciones enfatizando otra vez los elementos que posibilitan algo como Lausana. En concreto, se ha referido a la convicción, la unidad, la fe, la amistad, la colaboración, y un largo etcétera que encierran estos 50 años de historia.

La memoria y el reconocimiento de todo ello, ha dicho Oh, son necesarios para continuar mirando adelante. “Que la iglesia proclame a Cristo unida”, ha remarcado, también en referencia al cuarto congreso de Lausana, que se celebra del 22 al 28 de septiembre en Seúl.