Un gran edificio blanco es la nueva sede de la primera iglesia cristiana romaní de Serbia, y se ha celebrado a lo grande.

Durante 22 años, el Templo para Todas las Naciones se reunió en una tienda de campaña. “Imagínate lo que era celebrar un culto en invierno, con el frío que hacía; y en verano, era indescriptible”, cuenta el pastor Selim Alijevic a Evangelical Focus. “Sólo tienes que experimentar ese baño de sudor”.

Pero no sólo las condiciones climáticas eran un problema. La necesidad de salas para trabajar con niños, jóvenes y el deseo de disponer de mejores espacios para ofrecer formación teológica también estaban en el corazón del pastor.

El 26 de mayo llegó el gran día en la ciudad de Leskoac, en el sur de Serbia. Un gran grupo de músicos, una iglesia abarrotada con muchos invitados, todo estaba listo.

Una iglesia plantadora

Después de 1986, Alijevic y otros han trabajado para llegar a los gitanos romaníes de su país y plantar nuevas comunidades. “Todos los que ahora dirigen una iglesia romaní en Serbia participaron en algún momento en la labor de nuestra iglesia”, afirma.

En 1993 se produjo un avivamiento. “La iglesia despertó por completo. La gente vio muchas obras y milagros que Dios hacía, orábamos y el Señor sanaba a la gente: un hombre se levantó de la silla de ruedas, se curaron tumores y cáncer, los médicos decían que era como si Dios mismo hubiera hecho un milagro. Experimentamos muchas otras cosas con el Señor”, recuerda Salim.

La mayoría de los gitanos romaníes que se unieron a la iglesia a lo largo del año “se convirtieron del islam al cristianismo”.

El momento de construir

Finalmente, las finanzas permitieron construir. Selim es consciente de que este paso es “gracias a Dios” y a “nuestros creyentes que hicieron aportaciones”, pero también a “los hermanos del resto de Serbia y de fuera de nuestro país”.

La tienda será siempre un recuerdo “especial” en la historia de la congregación, pero ahora están preparados para disfrutar de su hermoso edificio de la iglesia.

Cómo se percibe a los gitanos romaníes

La construcción podría ser sólo un ejemplo de cómo han cambiado las cosas entre los gitanos.

Los serbios en general han cambiado su opinión sobre ellos. “Ya no somos los gitanos romaníes de antes, que luchaban, bebían y les gustaba pelear. La vida de la gente ha cambiado. Gozamos de muy buena reputación entre los no gitanos”, explica el pastor.

Él tiene buenos contactos personales con las autoridades. “La propia policía dice que ahora tienen menos problemas con los gitanos que antes de las conversiones”.

Preguntamos a Selim si hay alguna petición que le gustaría compartir con otros creyentes en Europa. “Sí, falta arreglar el patio y hay mucho barro. Tampoco hemos instalado aún la calefacción para el invierno. Me gustaría encontrar gente que pueda ayudar económicamente a nuestra iglesia”.

Como en el pasado, están agradecidos de ver la provisión de Dios.

El Presidente de la Alianza Evangélica Serbia, Samuil Petrovski, fue uno de los muchos invitados al culto de inauguración. Lo describió como “un día histórico” para los cristianos del país, y definió el proyecto como un “milagro”.