La Comunión Anglicana cerró su conferencia global, que se celebra cada diez años, con sentimientos encontrados entre sus participantes.

‘Lambeth 2022’ estaba originalmente planeada para 2020, pero la convocatoria, que reunió a más de 600 obispos anglicanos de 135 países en Canterbury (sudeste de Inglaterra) se pospuso dos veces debido a la crisis del coronavirus.

Bajo el lema “La Iglesia de Dios para el mundo de Dios: caminar, escuchar y testificar juntos”, la Comunión Anglicana reflexionó sobre cómo sus iglesias deben responder a asuntos clave. El programa incluyó enseñanza sobre la carta de 1a de Pedro, seminarios (sobre temas como la protección de las personas dentro de la iglesia, el cuidado del medio ambiente, el discipulado, los desafíos de la próxima década o la identidad anglicana), actividades especiales y un servicio de adoración de clausura.

Temas destacados en los comunicados de prensa tenían que ver con la necesidad de combatir el cambio climático y la pobreza, la interacción de la iglesia con la ciencia y la necesidad de responder a lo que se describió como una “emergencia ecuménica”, es decir, el buscar mayor unidad con otras iglesias cristianas.

Sexualidad y matrimonio: un tema central

Pero un tema estaba en el centro del debate incluso años antes de la celebración: los puntos de vista cada vez más encontrados sobre la sexualidad humana y el matrimonio.

Muchos líderes de la Iglesia Anglicana en países de Europa y América del Norte están llamando abiertamente a que el matrimonio entre personas del mismo sexo sea accesible en todas partes y a que se incluyan enfoques teológicamente liberales sobre la cuestión LGBT en la doctrina de la iglesia.

En contraste, los obispos de Nigeria, Ruanda y Uganda boicotearon la conferencia por lo que ven como una falta de liderazgo y disciplina en la Comunión Anglicana. Otros líderes anglicanos teológicamente conservadores viajaron a Inglaterra con la esperanza de que se afirmara una postura clara de la iglesia en apoyo de la enseñanza bíblica sobre la sexualidad humana.

Reafirmación de la doctrina anglicana

Durante Lambeth 2022, un gran grupo de obispos teológicamente conservadores (125 obispos de 21 provincias, que representan alrededor de 8 millones de creyentes) apoyaron una declaración de la Comunión Anglicana Global del Sur (Global South Fellowship of Anglicans, GSFA), que pedía reafirmar la Sección 1.10 de la Comunión Anglicana, que describe el matrimonio “entre un hombre y una mujer” y agrega que la Comunión Anglicana “no puede recomendar la legitimación o bendición de uniones del mismo sexo ni ordenar a los involucrados en uniones del mismo género”.

Este compromiso con la enseñanza cristiana sobre el matrimonio, dijo la GSFA, debería ayudar a “restablecer” la Comunión Anglicana global y conducir a un retorno a la “fidelidad bíblica”.

Durante la conferencia, esta confraternidad que representa los puntos de vista de la mayoría de los anglicanos en el mundo, subrayó que “la única base para caminar juntos es someternos nuevamente a la autoridad soberana de las Sagradas Escrituras en lealtad a la tradición anglicana y sus formularios”. El Arzobispo Justin Badi, Presidente de la GSFA y Primado de Sudán del Sur, agregó: “Una comunión es donde tienes una creencia, una doctrina y aquí hay un problema donde hay dos o tres doctrinas diferentes”.

¿Una escisión de la Comunión Anglicana?

Años de acalorados debates sobre temas LGBT y el matrimonio entre personas del mismo sexo han generado enormes tensiones en la Comunión Anglicana. Mientras que la Iglesia de Inglaterra y otras como la Iglesia Episcopal de los Estados Unidos, la Iglesia Anglicana de Canadá y la Iglesia de Gales han impuslado un cambio hacia la afirmación de las parejas y estilos de vida LGBT, una gran mayoría de las Iglesias Anglicanas en África, América Latina y Asia han dicho que no están dispuestas a abandonar la enseñanza bíblica sobre la sexualidad, el matrimonio y la identidad humana.

“Si no hay un arrepentimiento auténtico por parte de las provincias revisionistas, lamentablemente aceptaremos un estado de ‘comunión deteriorada’ con ellas”, dijo la GSFA hacia el final de la semana.

“Caminar juntos” con los anglicanos que no están de acuerdo con la enseñanza oficial de la iglesia y de la Biblia es un “desafío para nosotros”, subrayó la GFSA. “Sí, todos somos pecadores arrepentidos y la razón por la que decimos esto continuamente es porque amamos a nuestros hermanos y tenemos que decirles: ‘Por favor, volved al camino correcto’”, agregaron.

Mientras tanto, los grupos pro-LGBT y teológicamente progresistas expresaron su decepción por el hecho de que la Comunión Anglicana no avanza lo suficientemente rápido en la dirección de aceptar la diversidad sexual en la iglesia.

Welby: “No podemos elegir a nuestros hermanos”

En respuesta al debate interno, el Arzobispo de Canterbury subrayó que una división de la Comunión Anglicana no debería ser una opción. Justin Welby dijo a los asistentes: “No tenemos la libertad de elegir a nuestros hermanos y hermanas. Por supuesto, tenemos grupos con diferentes puntos de vista pero no iremos por el camino de expulsar a otros cristianos”.

Según su punto de vista, “por la gracia de Dios” los obispos habían “discrepado sin odio” durante la semana en el que la Comunión Anglicana se reunió en Inglaterra.