Varias turbas indignadas por el arresto de dos musulmanes en relación con el asesinato de una universitaria cristiana en Sokoto (Nigeria), han atacado tres iglesias y han saqueado y dañado los locales de negocios regentados por cristianos.

El pasado 12 de mayo, Deborah Emmanuel Yakubu, una estudiante de la Facultad de Educación Shehu Shagari, en Sokoto, la capital del estado homónimo, fue golpeada, apedreada hasta la muerte y quemada después de haber sido acusada falsamente de blasfemar contra el profeta del Islam porque se había negado a salir con un musulmán, han asegurado las fuentes consultadas.

Tras el arresto de dos sospechosos musulmanes, los protestatarios han encendido hogueras y han provocado desperfectos en la Catedral Católica de la Sagrada Familia, la Iglesia Católica de San Kevin y un edificio de la Iglesia Evangélica Winning All (ECWA, por sus siglas en inglés), en Sokoto, según los residentes del área. Yakubu era miembro de la iglesia ECWA en su ciudad natal de Tungan Magajiya, en el Condado de Rijau (Estado de Níger).

Protestas violentas

Ciudadanos musulmanes de la zona han exigido la liberación de los dos sospechosos del asesinato de Deborah. Se han reunido en lugares estratégicos de la ciudad y luego han marchado al palacio del sultán de Sokoto, líder de los musulmanes en Nigeria, exigiendo la liberación de los dos presuntos asesinos.

“Cientos de musulmanes aquí en Sokoto se han reunido en varios puntos de la ciudad para protestar por el arresto de dos musulmanes que estuvieron involucrados en el asesinato de Deborah, la estudiante cristiana de la Facultad de Educación Shehu Shagari”, ha explicado Angela Anthony, vecina de la zona, en un mensaje de texto.

“A pesar de los esfuerzos de la policía y otras agencias de seguridad para evitar que la protesta se volviera violenta, este grupo de musulmanes ha logrado atacar y destruir dos iglesias, la Catedral Católica y la iglesia ECWA en Sokoto”, ha añadido.

Otra residente de la zona, Precious Arigu, ha pedido oración. “Hasta ahora, dos iglesias [han resultado dañadas] y decenas de tiendas pertenecientes a cristianos han sido saqueadas y luego destruidas por los musulmanes”, ha asegurado. “Por favor orad por aquellos de nosotros que somos cristianos y vivimos en Sokoto”, ha agregado.

El reverendo Christopher Omotosho, portavoz de la diócesis de Sokoto, ha señalado que los manifestantes también han roto las ventanas de la Secretaría del Obispo Lawton de la diócesis y han destrozado un autobús estacionado en las instalaciones. También han atacado el Centro Bakhita, de la diócesis, en Aliyu Jodi Road y han quemado otro autobús allí.

“La iglesia católica de San Kevin también ha sido atacada y parcialmente quemada”, ha subrayado Omotosho. “Las ventanas del nuevo complejo hospitalario en construcción en las mismas instalaciones han quedado destrozadas”, ha remarcado.

La investigación del asesinato

Según los informes, la policía ha comenzado a buscar a otras personas que aparecen en una grabación de vídeo del asesinato que se ha difundido en las redes sociales.

Algunos de los manifestantes, molestos con el sultán de Sokoto, Muhammad Sa'ad Abubakar, que ha condenado el asesinato de Deborh, han rodeado su palacio gritando el eslogan yihadista, “Allahu Akbar [Dios es más grande]”, según ha explicado un residente del área a Agence France-Presse (AFP).

Cuando los manifestantes se han negado a retirarse, la policía y los soldados han lanzado botes de gas lacrimógeno y han disparado al aire para dispersarlos, detalla la fuente citada por AFP.

Luego, la turba ha intentado saquear tiendas que son propiedad de cristianos, pero ha sido dispersada por equipos de patrullas de seguridad, ha matizado a AFP otro vecino.

Condena y muestras de afecto por el asesinato de Deborah

El gobernador de Sokoto, Aminu Waziri Tambuwal, declaró el 14 de mayo un toque de queda de 24 horas en la ciudad. El pastor Stephen Baba Panya, presidente de la ECWA, ha hecho un llamado al gobernador para que garantice la justicia.

“El brutal asesinato y la quema de Deborah por parte de algunos estudiantes musulmanes es nada menos que una criminalidad manifiesta que nosotros, en la ECWA, condenamos rotundamente”, ha manifestado.

“Hacemos un llamado al gobierno del estado de Sokoto, bajo el liderazgo de Aminu Tambuwal, para que sea deliberado y se asegure de que no se deja ningún paso para garantizar que no solo se vea que se hace justicia, sino que de hecho se hace”, ha apuntado Panya. Desde la ECWA, también han pedido al presidente Buhari que garantice la justicia.

“Deborah puede ser solo una niña cuya preciosa vida y ambición han sido cruelmente truncadas, pero el mundo entero está observando, esperando y clamando por justicia aquí en la tierra, además de en el cielo”, ha añadido el pastor.

“Nuestros corazones están con los padres, hermanos y toda la familia de Deborah, y todos los que están de duelo por su muerte; los alentamos a que se consuelen con el hecho de que no importa cómo parezca, el martirio de Deborah nunca será en vano. La luz siempre prevalecerá sobre las fuerzas de la oscuridad”, ha reiterado Panya.

El reverendo Joseph Daramola, secretario general de la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN, por sus siglas en inglés), ha dicho en un comunicado que la incapacidad del gobierno nigeriano para enjuiciar a los musulmanes que han asesinado a cristianos por falsas afirmaciones de blasfemia han alimentado tales actos criminales.

“Es el hecho de que las agencias de seguridad y el gobierno no se han rebelado contra tales crímenes en el pasado, lo que ha dado origen a terroristas y bandidos”, ha defendido Daramola. “Y mientras el estado no traiga a estas bestias y criminales entre nosotros para, la sociedad seguirá siendo su campo de exterminio”, ha enfatizado.

Tras reconocer que el sultán de Sokoto ha condenado el crimen y ha pedido a las agencias de seguridad que lleven a los perpetradores ante la justicia, el pastor Daramola ha llamado a todos los “maestros y predicadores de la intolerancia religiosa, el extremismo y el terrorismo, a arrepentirse antes de que la ira de Dios descienda sobre ellos, si el estado no logra ajusticiarlos”.

“Matar en nombre de la blasfemia es impío, satánico, tonto, reprobable y totalmente inaceptable”, ha opinado. “Esta no es la Edad de Piedra, y Nigeria no es una república bananera. Nigeria sigue siendo un estado no religioso donde ninguna religión es superior a la otra. Reconocemos y elogiamos la moderación de los universitarios cristianos que se han negado a adoptar ataques de represalia contra quienes han matado a su compañera. Es nuestra oración que esos personajes con vestimentas religiosas no empujen al país a una guerra religiosa”, ha añadido.

Al menos 36 cristianos muertos por ataques fulani

En el estado de Benue, en el centro de Nigeria, pastores fulani sospechosos de colaborar con extremistas musulmanes han matado a unos 36 cristianos en múltiples ataques el mes pasado, según fuentes consultadas.

En el condado de Tarka, unos 15 cristianos murieron en un ataque a la aldea de Tiortyu, el pasado 12 de abril, según a explicado a Morning Star News Faith Iorshire, hija de uno de los fallecidos y madre de una niña que resultó herida.

“Escapé del ataque, pero el abuelo tomó a mi hija de dos años e intentó escapar con ella, y lo mataron a tiros, mientras que a mi hija le dispararon y la hirieron. Ahora estamos en un hospital, donde está siendo tratada. Orad con nosotros para que Dios salve su vida”, ha explicado Iorshire, miembro de la Iglesia Cristiana Reformada Universal (NKST, por sus siglas en inglés).

Los ataques en los condados de Logo, Kwande, Tarka y Guma se suman al reciente desplazamiento de unos 2 millones de personas en el estado de Benue y las zonas limítrofes de los estados de Nasarawa y Taraba.

Los desplazados se han refugiado en campamentos para personas desplazadas internamente, según funcionarios del gobierno.

Dos cristianos también fueron asesinados en el condado de Logo, otros 10 el condado de Kwande y nueve más en el de Guma.

Nigeria era el país con más cristianos asesinados por su fe el año pasado (del 1 de octubre de 2020 al 30 de septiembre de 2021) con 4.650, frente a los 3.530 del año anterior, según el informe de la Lista Mundial de Persecución 2022 de Puertas Abiertas.

El número de cristianos secuestrados también fue el mayor en Nigeria, con más de 2.500, frente a los 990 del año anterior. El país africano se sitúa por detrás de China en el número de iglesias atacadas, con 470 casos.

En la Lista Mundial de Persecución de 2022, Nigeria pasó del noveno al séptimo lugar, su clasificación más elevada.