“El Código de las Familias tiene aspectos nocivos para la familia y para la nación”

Este sábado concluye en Cuba la consulta popular sobre la nueva norma reguladora referente a las familias. Se espera que el texto definitivo vaya a referéndum en julio.

Daniel Hofkamp

ESPAÑA · 29 DE ABRIL DE 2022 · 12:10

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Calles en Cuba./ Imagen de Ricardo IV Tamayo en Unsplash.

Cuba cierra este sábado la consulta popular sobre el Código de las Familias. Durante tres meses, se han ido recogiendo en 78.000 reuniones en todo el país las propuestas de modificación, eliminación o adición, que ahora serán filtradas por la comisión encargada de elaborar el código definitivo. El texto tendrá luego que ir al Parlamento para ser aprobado y finalmente, a votación directa en referéndum, que previsiblemente podría tener lugar en julio.

La consulta ha generado un amplio debate social en Cuba con una intensa participación de los evangélicos. Incluso se dio un momento relevante e histórico, al incluirse en un programa de la televisión estatal a un pastor evangélico que se mostró crítico con varios aspectos del nuevo código de familias.

Uno de los movimientos que se ha expresado de forma crítica ha sido también la plataforma social “A la escuela pero sin ideología de género”, que el año pasado consiguió miles de firmas para paralizar la aplicación de una norma que pretendía introducir esta ideología en las escuelas. Durante estos meses de consulta, se han esforzado para dar a conocer los puntos que consideran más preocupantes, animando a la población cubana a participar en el proceso de consulta y de esta forma procurar un texto final que esté más acorde con los valores que estiman convenientes.

Conversamos con el coordinador de esta plataforma, el doctor Oscar Rivero.

 

Pregunta. ¿En qué consiste el proyecto de ley del Código de las Familias?

Respuesta. Responde a un mandato constitucional. Cuando la Constitución se aprobó en 2019, allí se quiso introducir por parte de la comunidad LGTBI el concepto de matrimonio igualitario, como la unión concertada voluntariamente entre dos personas. Ante esto, el 66% de las propuestas que se hicieron desde el pueblo fueron en contra de que se introdujera esta tipología de matrimonio. Por eso la comisión redactora al frente de la Constitución lo sacó del texto y propuso que dos años después de su implementación, se llevase a plebiscito y a consulta popular solamente el código de las familias. Por tanto, se estableció una consulta popular.

Una comisión redactora propuesta por el Estado tiene la responsabilidad, acompañada por todas las esferas sociales de la nación, y han redactado un boceto. Para septiembre ya se habían hecho 22 versiones, pero finalmente se ha llegado a las 24 versiones.

“En la sociedad cubana habrá dos tendencias, quienes apoyan y quienes no apoyan la propuesta”

Se debía proponer, y poner al pueblo en sus manos, cuál es el proyecto del código de las familias. En la Constitución dice que se iba a proponer “el Código de la Familia”, en singular, por lo que ya el título contiene un error, porque no dice “las familias”, sino “la familia”. En todo caso, el objetivo es que el pueblo pueda proponer adiciones, modificaciones o la eliminación de conceptos que aparecen actualmente en el borrador. El objetivo ha sido, por tanto, que el pueblo sea consultado y diera a conocer sus propuestas.

La pretensión del gobierno cubano es garantizar el derecho que tenemos de participar en el conocimiento de las leyes y aportar, añadir o mostrar nuestro desacuerdo.

Si el código va a plebiscito como está diseñado, en el momento de la elección podremos votar que sí o que no. En la sociedad cubana habrá dos tendencias, quienes apoyan y quienes no apoyan la propuesta.

Lo que se quería ahora es que los ciudadanos pudieran enriquecer el código, la versión final que es la que se lleve a votación.

 

P. Ese proceso de participación, ¿cómo se desarrolla a nivel práctico? ¿De qué forma podéis participar en la consulta?

R. Está establecido por el consejo electoral nacional, que es autónomo, más de 78.000 puntos donde se realiza la consulta popular. Se ha realizado una divisiónen circunscripciones, de unas 150 personas, y un presidente de mesa, normalmente acompañado por dos juristas, que deben recoger las propuestas de la ciudadanía cubana. No se permite el debate: las autoridades solo recogen la propuesta, la clasifican (modificación, adición o eliminación, u otras). El proyecto cuenta con más de 471 artículos, una ley bien densa. A la vez está clasificado por párrafos, con 2.283 párrafos. En una reunión tenemos que repasarlos todos y presentar nuestras modificaciones.

Hay un sistema electrónico donde la mesa, una vez concluida la reunión, introduce las propuestas para ser clasificadas. El municipio las pasa a la provincia y finalmente, se pasa a nivel nacional. Una comisión recoge estas propuestas.

 

P. ¿Cómo participáis en este tipo de consultas?

R. Previo a la consulta, se hizo una pueba dinámica para valorar cómo funcionaba el sistema. Esta prueba, realizada antes de la consulta, se observaron muchísimas incongruencias. Se dieron errores que podían atentar al desarrollo. Sobre todo por el desconocimiento del texto, de los juristas que participan, de cómo clasificar las propuestas…. Esto nos llamó la atención. Pero lo más preocupante es que al plesbicito deben acudir unos 8 millones de ciudadanos. Pero la comisión redactora, que tiene la responsabilidad de dar a conocer el texto, un tabloide, un “libro” de 79 páginas. El pueblo tendría el derecho de tenerlo en sus manos, pero solo se comprometieron a imprimir un millón de tabloides. El resto de la población tendría que acceder a través de medios digitales.

El problema es que el 20% de la población es de más de 60 años y no todos tienen acceso a Internet, la cobertura de línea no cubre a todos. La población, por tanto, no ha estado preparada suficientemente para poder tomar conocimiento previo a la consulta. Hay algo que no está bien en este aspecto. El profeta Oseas decía que el pueblo “pereció por falta de conocimiento”. Simón Bolívar, parafraseando, decía que es más fácil conquistar a un pueblo por la ignorancia que por la fuerza.

“A muchos les han mandado callar, coartando sus derechos como ciudadanos”

Así que encontramos que en las consultas populares algunos van sin saber siquiera de qué se iba a hablar. Esto lo hemos estado denunciando en las redes sociales.

Otro que nos preocupa es que muchas consultas populares se están convirtiendo en una defensa del proyecto por parte de los encargados de mesa o los juristas. Pero ellos no están allí para eso, sino para recoger las propuestas y aclarar en caso de que haya alguna duda. Incluso han mandado callar a algunos ciudadanos cuando se han levantado que no están de acuerdo con el código de las familias.

Los evangélicos hemos participado, y desde el punto de vista que tenemos, que consideramos que hay cosas que son nocivas para la familia y para la nación, por eso nos hemos manifestado en contra de muchos puntos. A muchos les han mandado callar, coartando sus derechos como ciudadanos, a pesar de que la Constitución nos garantiza el poder expresarnos. Hemos participado activamente y animamos a los cristianos a participar.

 

P. Desde la campaña “A la escuela pero sin ideología de género” habéis estado dando seguimiento al debate en torno al código. ¿Qué propuestas son las que os resultan más preocupantes?

R. En el código hay cosas muy buenas, y eso no lo dejamos de reconocer. Pero al analizarlo, encontramos también cosas nocivas para las familias, para los matrimonios, para los niños. El aspecto más nocivo es el mal llamado matrimonio homosexual. Tratar de reconocer a dos personas del mismo sexo como matrimonio, consideramos que es erróneo, porque el matrimonio en su concepto es que está destinado al fin de la procreación, uno de sus fines que garantizan el relevo generacional en la sociedad. En la consulta popular de la Reforma Constitucional ya hubo una mayoría de electores que expresaron no estar de acuerdo con el matrimonio homosexual. Nostros queremos que se mantenga el código vigente, de que el matrimonio es entre hombre y mujer.

“Queremos que se mantenga el código vigente, de que el matrimonio es entre hombre y mujer”

No es correcto tampoco la legalización de la homosexualidad. En la homosexualidad no está perseguida, pero no tiene sentido que se legisle, sino que quede como una opción de la libertad de las personas.

La inmensa mayoría tampoco está de acuerdo con eliminar el término de “patria potestad” y sustituirlo por “responsabilidad parental”. Los que apoyan el texto dicen que significa lo mismo, pero si es así, ¿por qué lo quieren cambiar? Creemos que la patria potestad protege a la familia, a los padres y a los hijos en una relación como objetos de protección y como sujetos de derecho. Consideramos que los argumentos del cambio no se sostienen.

“Queremos conservar la patria potestad, porque la responsabilidad parental parece que quita la autoridad a los padres”

Queremos conservar que la patria potestad, porque la responsabilidad parental parece que quita la autoridad a los padres y fomenta una “autonomía progresiva” que prevalezca sobre todo el interés del menor. Sin embargo se contradice, porque el interés superior del niño debe estar supeditado a la autoridad de los padres. Un ejemplo: si un niño de 14 años se autopercibe mujer y quiera hacerse el cambio de sexo, los padres no podrían oponerse porque no tendrían la patria potestad y si las autoridades apoyan su deseo, no podrán oponerse y estarían cometiendo un delito. Este es otro tema donde las familias cubanas consideramos lesivo.

Otro concepto peligroso es, por tanto, el de la autonomía progresiva, que está regado en todo el código, en 22 artículos y en 27 párrafos, incluida una disposición final y en el glosario de términos.

Otro punto es que el código vigente establece que los padres pueden corregir, disciplinar moderadamente a sus hijos. Sabemos el valor que tiene la corrección. La Biblia nos dice que Dios, como padre, a quien ama corrige. Y que al niño hay que corregirlo con vara, sin llegar a la violencia ni un castigo que provoque trauma. Pero el código nuevo dice que de ningún modo los padres pueden corregir con ningún tipo de castigo a los hijos. Tenemos consejos de otros hermanos de otros países que nos dicen que no permitamos esto, porque hoy a los niños en algunos lugares no se les puede corregir nada ni disciplinar, porque te acusan y te pueden quitar la tutela.

“La adopción es un derecho de los niños, no de los adultos”

Otro de los aspectos que preocupan es la de la adopción homoparental. Consideramos que no se les puede dar por ley lo que no se da por naturaleza. Nosotros sabemos la importancia que tiene que un niño tenga rol masculino y femenino de referentes en la familia. La adopción es un derecho de los niños, no de los adultos. Consideramos que los padres somos modelos de identidad para los niños, y creemos que debemos proteger el derecho de tener una madre y un padre. Esto es proteger el interés superior del niño.

Otra cosa es la filiación asistida. Niños post-mortem, cuando un hombre hace una donación a un banco de esperma y la mujer tiene un tiempo para ser fecundada con este espermatozoide. Pero si la muerte de un cónyuge es tan dura, ¿cómo va a ser en interés del niño que nazca huérfano? Se pone el interés de una persona por delante de la del niño.

Tampoco estamos de acuerdo con la maternindad subrogada o el vientre de alquiler. No se puede mercantilizar el ser padre o madre. Los niños tienen que ser criados por sus progenitores.

“Este proceso que, en general, creo que van en contra de la identidad de nuestra población”

En general vemos que las autoridades en Cuba han querido virar hacia un modelo de modernidad de valores contraria a la que tenía hasta ahora. Un país que para nada favorece la implementación de estas leyes. Cuba es una de las naciones más envejecidas de Centroamérica, y se prevé que esto siga en aumento. La fuerza laboral activa ha disminuido por el envejecimiento y la emigración. Es triste ver la cantidad de profesionales que se marchan de Cuba. Nacen más hombres que mujeres, y están falleciendo más personas que las que nacen. El relevo generacional no está garantizado.

Tenemos un panorama económico complicado, con una nación endeudada, cuyo bienestar ha ido en detrimento. Tenemos una economía destrozada. Pero a pesar de ello han querido lanzar este proceso que, en general, creo que van en contra de la identidad de nuestra población.

 

P. ¿Desde la campaña “A la escuela pero sin ideología de género” habéis informado o instruido a las personas sobre esta posición?

“La familia es el centro de ataque de un movimiento mundial”

R. Hemos un documento con los artículos y los párrafos con las propuestas que consideramos incorrectas, para que se proponga su eliminación, modificación o adición. Tres o cuatro razones que exponemos, imprimimos para repartir entre los grupos evangélicos, las iglesias, en diferentes ámbitos. La iniciativa ha sido bien recibida, a pesar de los ataques que hemos tenido, seguimos teniendo una página con muchos seguidores en Facebook y desde allí dar conocimiento de lo que planteamos. También en Youtube tenemos varios vídeos que explican este tipo de situaciones y la postura que defendemos. Nos enfocamos en las redes sociales, dado que la maquinaria propagandística del gobierno apenas deja lugar para presentar posturas divergentes. Pero cristianos o no cristianos, muchos alzan la voz para decir no. De momento nos hemos enfocado en la consulta, y ahora vendrá el momento de consultar el texto definitivo, y a partir de ahí ver qué voto dar en el referéndum de julio.

Lo que vemos es que la familia es el centro de ataque de un movimiento mundial, y esto es lo que está llegando ahora a Cuba. Saben que tienen que intentar dividirnos o atemorizarnos ante sus propuestas, pero esto nos muestra que estamos en el camino correcto. Nos oponemos al enemigo, al diablo, y tenemos la fe de que en Cuba no lograrán ganar.

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