“Orad, sobre todo, por un milagro para Ucrania”

Hace unos meses, Ruslan Maliuta, con su esposa y cinco hijos -de edades de 5 a 18 años- salió de Ucrania hacia Suiza. Aunque la situación en el país estaba complicándose, salieron por precaución, pero no se esperaban una guerra como la que ha desatado la invasión rusa de Ucrania el pasado 24 de febrero.

Ruslan lleva más de dos décadas trabajando con diversas entidades evangélicas y organizaciones de ayuda centradas en la infancia. Ahora sirve en la ONG One Hope y con la Alianza Evangélica Mundial. Mientras conversamos con él, recibe constantes mensajes en su móvil, entre ellos de su madre que en esos momentos está saliendo de Kiev para buscar refugio en el oeste del país. Su voz denota cansancio y sufrimiento, “un sufrimiento que todos los ucranianos compartimos en estos días”, aunque también se muestra esperanzado de que Dios pueda “obrar un milagro” y confortado al ver la gran ola de ayuda y oración que ha despertado esta semana.

En los últimos días, Ruslan Maliuta ha podido participar en varias convocatorias internacionales para orar por Ucrania, entre ellas la celebrada por COMIBAM con unos 200 líderes y participantes de varios países.

P. ¿Cómo os encontráis ahora mismo?

R. No estamos bien, y no creo que vayamos a estar bien en un tiempo. Lo que ha ocurrido en Ucrania es devastador. A la vez estoy agradecido por estar en un lugar seguro. No esperábamos una gran guerra. Cuando salimos de Ucrania hace unos meses incluso nos preguntábamos si estaríamos reaccionando de forma exagerada. Sin embargo, el 24 de febrero uno de mis hijos vino a despertarme a las 5 de la mañana, contándonos que había comenzado la guerra. Fue un impacto, pero no una sorpresa.

Una cosa es pensar que algo así pueda ocurrir, y otra que de verdad esté ocurriendo. Desde el principio empezaron a caer bombas en muchas ciudades. Así que aunque estamos seguros, estamos sufriendo muchísimo, y sufrimos mucho al ver lo que pueda ocurrir. Todos los que conocemos están sufriendo. Mis padres están viajando hoy (viernes) al oeste del país. Os pedimos que oréis por ellos. Orad por la familia que sigue allí, los padres de mi mujer siguen en Kiev. Hay personas con situaciones similares en todo el país. Es muy duro lo que estamos viendo, con lugares destruidos que conocíamos. Claro que los edificios no son lo más importante, sino las personas, pero todo esto nos está afectando.

 

P. ¿Qué te cuentan las personas que están aún en Ucrania?

“No conozco a ningún ucraniano que no esté sufriendo muchísimo”

R. Hay diferentes situaciones, pero lo que es común es el sufrimiento. No conozco a ningún ucraniano que no esté sufriendo muchísimo. Hay diferencia entre quienes están en zona de guerra o quienes ha huido, pero todos sufren. Las familias están teniendo que tomar decisiones muy difíciles, pensando si quedarse o no, pensando en los niños. Además no sabemos lo que va a ocurrir. En lugares como Mariupol, en la zona del Donbass, son lugares donde tenemos decenas de conocidos y no sabemos cómo están. Putin ha dicho claramente que no piensa detenerse, que va a continuar con la invasión, lo cual es terrible.

Por otra parte estamos viendo muchas cosas buenas, con tantas personas volcándose en ayudar a otros. Se están formando cadenas de ayuda para alimento, transporte, atención médica, seguridad… Hay un esfuerzo increíble entre quienes están en el país para ayudarse unos a otros. Sé también de organizaciones e iglesias que están involucradas. Estos días he estado buscando apoyo a través de organizaciones para ayudar.

Por ejemplo, hay una organización que tiene 37 sitios disponibles para acoger a personas de Ucrania del este, y es admirable cómo se están organizando para ayudar a quienes llegan, e incluso organizar transporte para llevarles a lugares seguros.

Sé de niños que están en orfanatos, áreas donde no podemos hacer mucho. Una de las cosas más fuertes ha sido ver a padres que traían a sus niños a estos refugios y luego se marchaban para luchar. Esto es lo que estamos viendo en Ucrania.

 

P. ¿Cuál es el impacto en los niños en esta guerra?

R. Pocos padres a lo largo de su vida tienen que enfrentar esta situación de despertar a tus hijos y decirles que hay una guerra, y que hay que marcharse de inmediato. Claro, hay niños que están en una situación de inseguridad, pero incluso aquellos que están bien, como puede ser el caso de mis hijos, también están sufriendo. Están en una situación angustiosa porque tienen amigos, hablan y se preocupan por lo que ocurre. Todos los niños están traumatizados.

“Los niños están viviendo con mucha angustia”

Están ocurriendo cosas terribles, como niños que están muriendo. Estamos en contacto con muchas organizaciones que nos informan sobre ello. Hay historias duras, como la de una familia que murieron quemados, o una familia que cruzaba en coche cerca de Kiev y murieron al ser alcanzados por el combate. No me puedo imaginar el sufrimiento de los niños que están perdiendo a sus padres.

Incluso hay niños que sabemos que han pasado siete noches en los refugios antibombas. Son situaciones durísimas, que están viviendo familias como las de cualquier lugar del mundo.

Entre los más vulnerables están los huérfanos. He pasado gran parte de mi vida dedicado a este tema. Ucrania ha progresado mucho en la atención a huérfanos, con familias de acogida como una opción cada vez más habitual. Pero sé que varios orfanatos han podido evacuar a sus niños, muchos a Polonia o a Alemania, donde estos niños ya tenían conexiones previas y por eso han podido salir de esta situación de peligro.

 

P. ¿Qué está ocurriendo con los miles de personas que están saliendo del país?

R. Tenemos todavía muchos amigos y familia allí que están buscando la forma de salir, así que esa es una parte en la que estoy involucrado. Me acaba de llegar un mensaje de mi madre, que está viajando. Vivimos esta situación al momento, es algo tremendo para nosotros. Unos amigos nos enviaron un video hace poco con una gran humareda detrás de su casa. Estas cosas están ocurriendo constantemente. Cualquier persona con la que hablamos nos dice que ha tenido una explosión cerca.

Por otra parte estoy en contacto con iglesias y organizaciones, para que puedan distribuir ayuda. El enfoque en Ucrania es ayudar a quienes siguen allí, ya sea desplazados internos o que se hayan quedado en las ciudades. Muchos de los que salgan seguramente se asentarán en refugios temporales, otros se marcharán a países más lejanos. Es increíble pensar que más de un millón de personas ha salido en solo una semana.

Conozco una iglesia en Lubian, en Polonia, que es la primera vez que tienen que atender a tantas personas que llegan a su iglesia. Y sé que se ha hecho una recaudación de fondos en una iglesia en Singapur para ellos. Así que quienes estamos en posiciones de liderazgo estamos buscando crear este tipo de sinergias para ayudar. Esto me está dando ánimo, al ver que el cuerpo de Cristo reacciona unido para ayudar.

 

P. ¿De qué forma se puede ayudar?

“Mientras se pueda usar dinero dentro de Ucrania, enviar fondos será de utilidad”

R. En una situación de guerra como la que ocurre ahora mismo, una de las necesidades primordiales es que las personas puedan tener dinero, sobre todo dentro del país. Mientras sea posible para ellos usarlo, es bueno hacer donaciones. A través de One Hope o la Alianza Evangélica Mundial (en España a través de Alianza Solidaria) estamos recaudando fondos para poder ayudar a las personas. Es importante, porque mientras se pueda usar dinero dentro de Ucrania para comprar, será de mucho apoyo a las organizaciones que ya están allí, así como a las iglesias. En otro nivel, hay muchas entidades que están ayudando en la acogida a los refugiados en los distintos países a donde están llegando. Estos esfuerzos son muy efectivos y adecuados para este momento.

 

P. Creemos que la oración es importante. ¿Cómo podemos orar por ti o por la situación actual?

“Aunque las perspectivas no son buenas, tengo esperanza”

R. Estoy muy sorprendido por el interés que se ha generado por orar y saber cómo estamos. He estado abrumado por la cantidad de mensajes que recibo estos días. Hemos estado en una docena de reuniones por Zoom con organizaciones internacionales, personas de India, Reino Unido, Latinoamérica, algunas reuniones con más de 200 personas preocupándose y orando.

Es importante orar por quienes están sufriendo, no solo los ucranianos, sino también los rusos. Sabemos que la situación es distinta para ellos, pero también sufren. Orad también por los que están ayudando a otros. Y orad, sobre todo, por un milagro para Ucrania. Aunque las perspectivas no son buenas, tengo esperanza. Mi esperanza va creciendo y no tengo razones para ello, pero creo que esto va a generar un movimiento de mayor libertad, mayor expansión del evangelio, más crecimiento de la iglesia en Ucrania y más allá.

Finalmente, quisiera deciros algo breve que me preocupa. Cuando escucho a las personas decir que oremos por la paz entre Ucrania y Rusia, simplemente quiero daros una analogía. Si estás en la calle y ves de repente que un hombre fuerte está abusando de una chica, ¿qué haces? ¿simplemente oras para que haya una buena relación entre ellos, o intervienes para que se detenga la agresión? Así es como veo las cosas, creo que eso es lo que está ocurriendo en Ucrania ahora mismo.

Agradecemos a COMIBAM y al Grupo de Misiones de la Alianza Evangélica Española por su ayuda para esta entrevista.