Entre la tensión diplomática y militar en la frontera ucraniana, los evangélicos piden “oración por la paz”
La presión internacional se suma a los movimientos de Moscú y Kiev para aumentar las posibilidades de un enfrentamiento bélico. Los evangélicos se enfocan en una resolución pacífica y reclaman mediación.
DONETSK · 26 DE ENERO DE 2022 · 10:00
La frontera entre Rusia y Ucrania se ha convertido en escenario de tensiones habituales desde las protestas que comenzaron en noviembre de 2013, conocidas como Euromaidán, y que acabaron con el cambio de gobierno en Kiev y la adhesión de Crimea por parte de Rusia y la guerra en la región de Donbás. Sin embargo, en las últimas semanas esa tensión ha alcanzado unos niveles que vuelven a plantear con seriedad la posibilidad de un enfrentamiento armado a mayor escala.
Aunque Moscú ya había llegado a desplegar 100.000 soldados en la frontera en abril de 2021, acabó dando marcha atrás en junio y la tensión no alcanzó el impacto diplomático que ahora sí está provocando. Reino Unido y Estados Unidos han anunciado la retirada del personal no esencial de sus embajadas en Kiev, y Washington D.C. ha movilizado a 8.500 soldados para apoyar las maniobras que la OTAN está realizando en el territorio. El presidente Joe Biden ha llegado a asegurar que su homólogo ruso, Vladimir Putin, “va a poner a prueba la voluntad de occidente y de la OTAN” y que “va a pagar un alto precio por ello”.
De hecho, algunos analistas apuntan al presidente de Francia, Emmanuel Macron, y al anuncio de su reunión con Putin, como uno de los pocos recursos que quedan para salvar una mediación pacífica. “Rusia no quiere ver a Ucrania como un país neutral, sino más bien como un país aliado”, subraya el analista ruso Oleg Ignatov.
¿Qué posibilidades hay de una invasión?
A pesar de las intensidad de las maniobras militares en la frontera, el ministro de Defensa ucraniano, Oleksiy Reznikov, ha descartado que exista un peligro real de invasión por parte de Rusia. “No hay motivos para pensar que […] ocurrirá una invasión desde un punto de vista militar”, ha dicho. “El pánico y el miedo son los que mayor atención obtienen”, ha añadido haciendo referencia también al tratamiento de la situación por parte de la prensa internacional.
A nivel popular, la percepción parece ser otra. Son días en los que los ucranianos se manifiestan en las calles pidiendo literalmente “frenar” a Rusia. Desde allí, el presidente del movimiento civil cristiano Vsi razom! y de la asociación de periodistas cristianos Novomedia, Ruslan Kukharchuk, recuerda que, en 2014, “el gobierno ruso proclamó formalmente que no iba a conquistar Ucrania, pero desafortunadamente no hay razón para confiar porque ocuparon Donetsk, Lugansk y toda la península de Crimea”. “La situación es de muchos nervios ahora. Los ciudadanos viven un escenario de estrés y expectación desde hace tiempo. La moneda nacional ha caído en valor y los precios del mercado han comenzado a subir. Los socios extranjeros han cancelado sus viajes de negocios al país”, explica.
Al otro lado de la frontera, la idea de una invasión rusa de Ucrania no parece algo posible. “Creo que la situación tiene que ver con las conversaciones entre Rusia y la OTAN y los ejercicios militares planeados en la región. Sigo pensando que Rusia no es un país de agresión y que nunca atacará a Ucrania”, explica a Protestante Digital el secretario general de la Alianza Evangélica Rusa, Vitaly Vlasenko.
“No creo que el gobierno ruso quiera conquistar Ucrania. Rusia ha aprendido lecciones serias desde la Segunda Guerra Mundial. En mi opinión, el gobierno ruso querría tener una relación más cercana y amistosa con el de Ucrania, pero no sabe cómo hacerlo bien y está intentando resolverlo a través de presión económica, militar y política”, añade Vlasenko.
Diferentes puntos de vista desde el ámbito evangélico en Rusia
Las pretensiones de Moscú tienen que ver con la OTAN y su avance en el territorio del este de Europa en los últimos años, incorporando a Rumanía y Bulgaria en 2004, y más recientemente a Montenegro, en 2017, y a Macedonia del Norte, en 2020. En una conversación con el presidente finlandés, Sauli Niinistö, Vladimir Putin habría manifestado la exigencia de volver a la situación de 1997, cuando la OTAN se limitaba prácticamente a países del oeste del continente.
William Yoder, un líder evangélico establecido en Rusia, aseguraba en una publicación reciente que “los rusos insisten en retener buenos recuerdos acerca de sus vecinos occidentales, incluso los que están más allá del Atlántico”, pero también considera que “la única opción que le queda a Rusia es la militar”. “El Kremlin está abierto a una ‘finlandización’ de Ucrania o a una Estado neutral militarmente hablando en el este del territorio. Ucrania volvería a ser un puente entre los dos bloques”, dice.
Desde la Alianza Evangélica Rusa no justifican la actitud del gobierno de su país. “Me parece que sigue pensando y comportándose como un gran imperio y, en este sentido, no quiere que su influencia disminuya”, asegura Vlasenko. “Dado el deseo de la élite ucraniana de escapar de la influencia de Rusia y convertirse en un Estado europeo independiente, hay que asumir que, por parte del liderazgo político de Rusia, continuará creciendo y fortaleciéndose el deseo de resistir política, religiosa y militarmente a una secesión de Ucrania”, remarca.
La dimensión religiosa del conflicto
El hecho religioso está presente en el conflicto. Sobre todo, en el ámbito de la Iglesia Ortodoxa. En enero de 2019, Constantinopla concedió la plena autocefalía e independencia al Patriarcado de Kiev, que ya a finales de 2018 había reclamado su control sobre más de 7.000 parroquias en el país.
Las comunidades cristianas evangélicas tampoco han quedado exentas del efecto del clima de hostilidad en el que llevan años conviviendo. “Hay numerosas fotos circulando ahí fuera de bautistas y pentecostales ucranianos posando con ropa de camuflaje y armas”, asegura Yoder.
Sin embargo, para la mayoría de evangélicos ucranianos y rusos la garantía de la paz y la expresión de su fe trasciende a las desavenencias políticas. “La fe no es un juego, sino que es la afirmación de la voluntad de Dios y estoy seguro de que no habrá una solución militar a esta situación”, subraya Vlasenko. El secretario general de la Alianza Evangélica Rusa asegura que, en el país, “los evangélicos están llamados a orar y ayunar por la paz y la harmonía en la región”. “Oramos cada día en nuestras iglesias por una solución pacífica a todos los problemas políticos, y por la aparición de mediadores”, añade. De hecho, desde la Alianza rusa piden que se tenga en cuenta como un posible mediador en el conflicto a la Alianza Evangélica Mundial (WEA, por sus siglas en inglés).
Desde Ucrania, también Kukharchuk explica que “durante todo el mes de enero, los evangélicos han organizado campañas de ayuno y oración en las iglesias locales”. Incluso, cadenas de televisión evangélicas han realizado emisiones de hasta 24 horas orando por la paz en el país. “Es difícil pensar qué pasaría si la tensión fuese a más. La población civil se convertiría en refugiada, buscando lugares en paz para sus familias, igual que miles de personas lo hicieron en 2014, trasladándose a las regiones no ocupadas de Ucrania o saliendo del país. Otra parte de la población se quedaría en sus casas protegiendo su tierra con armas”, apunta.
A ambos lados de la frontera piden “oración por la paz en esta región” y una “resolución pacífica del conflicto”. Además, desde Ucrania también piden el envío de “cualquier tipo de ayuda”, también a nivel humanitario.
EEA: “Estamos orgullosos de todos los evangélicos que actúan como pacificadores”
En declaraciones a Evangelical Focus, el secretario general de la Alianza Evangélica Europea (EEA, por sus siglas en inglés), Thomas Bucher, ha lamentado que “la amenaza de la invasión cree todavía más ansiedad y estrés” en la población, y ha remarcado que la EEA “no quiere ver más violencia, destrucción y vulneración de los derechos humanos”.
“Mientras que Rusia se ha anexionado Crimea y constantemente muestra su ira, no es de extrañar que Ucrania busque ayuda de parte de otros para ser defendida contra su poderoso vecino”, ha subrayado Bucher. “Cada lado debe sentirse amenazado por el otro, pero esto no es en absoluto una justificación para el conflicto”, ha añadido.
Desde la Alianza lamentan que “la verdad sea siempre la primera víctima en caer en estos conflictos”, y reiteran que “necesitamos orar por pacificadores y campeones de la verdad que hablen alto y claro tanto en Rusia como en Ucrania”. “Estamos orgullosos de todos los evangélicos que realizan esta labor en ambos países”, subrayan. Bucher también ha pedido oración “por todos los que viven en el miedo a una guerra y por quienes sufren en el este de Ucrania”.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Internacional - Entre la tensión diplomática y militar en la frontera ucraniana, los evangélicos piden “oración por la paz”
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