En Pakistán todavía rigen leyes de blasfemia que han sido utilizadas especialmente contra la minoría cristiana, como ocurrió con el caso mundialmente conocido de Asia Bibi. Sin embargo, más cristianos continúan sufriendo en prisión por la aplicación de esta norma.

A principios de enero se han dado dos casos similares relacionados con estas leyes, con un resultado muy diferente.

Para Zafar Bhatti, pastor protestante de 56 años que lleva en prisión desde 2012 por un supuesto delito de blasfemia, la situación se ha complicado todavía más, tras la revisión de su caso que acabó con una sentencia aún más dura. Bhatti cumplía una sentencia de cadena perpetua (que en Pakistán supone prisión durante 25 años), sin embargo el juez ha agravado su veredicto al revisar el caso, decretando la pena de muerte.

De la cadena perpetua a pena de muerte

Según informa Morning Star News, el nuevo abogado de Bhatti impugnó la condena en lugar de presentar una demanda solicitando una fianza, dijo el exabogado de Bhatti, Tahir Bashir.

Bhatti había sido condenado a cadena perpetua el 3 de mayo de 2017, según la Sección 295-C de las leyes de blasfemia de Pakistán contra la difamación de Mahoma, el profeta del Islam. Bhatti es considerado el convicto por blasfemia con más años de cárcel en Pakistán.

Bashir dijo que había apelado la cadena perpetua de Bhatti ante la Corte Suprema de Pakistán el 7 de septiembre, pero “entonces un grupo cristiano de defensa de alguna manera convenció a su esposa de contratar a su abogado para obtener la fianza del tribunal de primera instancia”.

“Sin embargo, en lugar de buscar la libertad bajo fianza, el abogado decidió argumentar en contra de la condena, lo que resultó en que el juez convirtiera la cadena perpetua en la pena de muerte, que ahora es el único castigo por los cargos bajo la Sección 295-C”, dijo Bashir a Morning Star News.

Bashir dijo que se enteró del cambio de representación legal cuando fue a reunirse con Bhatti en la cárcel en diciembre. “Le dije que ya había presentado una apelación en la Corte Suprema contra su condena, pero me dijo que ya había firmado los papeles y quería correr el riesgo de obtener la fianza”, dijo Bashir. “Es natural que alguien que ha estado en la cárcel durante tanto tiempo se desespere por la libertad, así que no cuestioné su decisión”.

El juez Naqeeb el 22 de junio confirmó la condena de Bhatti a pesar de que la fiscalía presentó pruebas que no lograron vincular directamente al cristiano con el presunto delito. El juez no estaba satisfecho con las pruebas que pretendían incriminar a Bhatti, por lo que lo condenó a cadena perpetua.

“Todavía no he visto el veredicto escrito, pero parece que la fiscalía logró prevalecer sobre el tribunal y empeoró la sentencia”, dijo Bashir. “Cuestionar la cadena perpetua en la Corte Suprema hubiera sido relativamente más fácil, pero ahora el caso se ha vuelto más complejo”.

Libertad bajo fianza

En otro caso, el jueves 6 de enero la Corte Suprema otorgó por primera vez la libertad bajo fianza a un sospechoso de blasfemia, en este caso un cristiano, Nadeem Samson, acusado de publicar contenido blasfemo en Facebook en 2017.

Un tribunal inferior concedió la fianza a los sospechosos de blasfemia, pero el abogado de Samson, Saif Ul Malook, dijo a Morning Star News que era la primera vez que el tribunal superior concedía la fianza en un caso así.

Los tribunales desestiman rutinariamente las apelaciones de fianza de los sospechosos de blasfemia, dijo Malook, especialmente cuando los cargos se hacen bajo la Sección 295-C, donde el castigo es la muerte, un “delito que no admite fianza”.

Hay casos en los que los sospechosos de delitos “no sujetos a fianza”, incluido el asesinato, pueden obtener la libertad bajo fianza en virtud de la tercera disposición de la Sección 497 (1) del Código de Procedimiento Penal, pero cuando se trata de blasfemia, los jueces desestiman las apelaciones, dijo Malook.

“La sección 497 del Código de Procedimiento Penal establece que si los sospechosos no han sido acusados ​​formalmente, el juicio no ha concluido dentro de dos años y la demora no se debe al acusado, se les debe otorgar la libertad bajo fianza”, dijo Malook.

“En el caso de Samson, ha estado languideciendo en la cárcel durante cuatro años, pero la defensa no ha podido contrainterrogar a los testigos de cargo”, dijo. “Le dije al tribunal de tres miembros que los jueces tienen prejuicios religiosos cuando escuchan casos de blasfemia, lo que resulta en años de sufrimiento para los acusados”.

Malook elogió a un miembro del tribunal, el juez Syed Mansoor Ali Shah, por comprender su argumento y no permitir que “los sentimientos religiosos nublen su juicio”.

“Tengo muchas esperanzas de que el juez Shah establezca nuevos estándares de evidencia y contrarreste la discriminación y el sesgo desenfrenados que actualmente empañan las posibilidades de justicia para las personas acusadas de blasfemia”, dijo.

Malook dijo que el caso de Samson aún está pendiente en el Tribunal de Distrito de Lahore y podría tardar años en completarse.

“El equipo de la defensa ahora interrogará a los testigos de cargo, lo que no habían podido hacer en los últimos dos años”, dijo.

Acusaciones falsas

Las falsas acusaciones de blasfemia son comunes en Pakistán, a menudo motivadas por venganzas personales o por odio religioso. Las acusaciones altamente incendiarias tienen el potencial de provocar linchamientos de turbas, asesinatos y protestas masivas.

Los líderes de las iglesias locales lamentan que el mal uso de estas leyes está llevando a que se levanten todavía más falsos acusadores. En una conferencia de prensa el martes 4 de enero, los principales obispos de la Iglesia Anglicana de Pakistán exigieron adiciones a los estatutos de blasfemia para penalizar a los falsos acusadores.

“No hay disuasión contra las falsas acusaciones de blasfemia”, dijo el obispo Azad Marshall,  presidente de la Iglesia Anglicana de Pakistán. “Entendemos la sensibilidad del tema, por lo que no buscamos la derogación de las leyes, pero sí queremos que el estado castigue a los falsos acusadores de blasfemia en lugar de responsabilizar a los acusados ​​falsamente del delito”.

También explicaron que el Consejo de Ideología Islámica y el Tribunal Superior de Islamabad también habían recomendado dar a los falsos acusadores el mismo castigo que los prescritos para los acusados ​​de blasfemia, pero que el gobierno no había tomado ninguna medida.

El Departamento de Estado de Estados Unidos volvió a designar a Pakistán como un país de especial preocupación, un término utilizado para los estados que cometen o aprueban violaciones de los derechos religiosos en virtud de la Ley de Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos.

Pakistán ocupa el quinto lugar en la lista de Persecución de Puertas Abiertas, que presenta los 50 países donde la persecución a los cristianos es más severa.