Hasta 28 de los alumnos de la escuela de secundaria bautista Bethel, en el Estado de Kaduna (Nigeria), han podido abrazar de nuevo este domingo a sus padres y familiares después de ser liberados tras más de 20 días secuestrados. Los jóvenes han sido devueltos este domingo a la escuela en furgonetas y allí se han encontrado de nuevo con sus familiares. 

Ahora se desconoce la cifra exacta sobre los estudiantes que continúan desaparecidos, ya que otros tres habían sido rescatados días antes en un operativo policial en la zona forestal cerca del municipio de Tsohon Gaya, según ha explicado el portavoz de la policía de Nigeria, Mohammed Jalige, y otros dos se escaparon el 20 de julio mientras buscaban leña. En total, se calcula que 34 menores de los más de cien que fueron secuestrados el pasado 5 de julio han sido liberados hasta el momento. Tal como ha asegurado Jalige, todos ellos han sido sometidos a una revisión médica para comprobar su estado de salud.

El presidente de la Convención Bautista de Nigeria, Israel Akanji, apunta a que son más de 80 los alumnos que permanecen secuestrados. Según los medios locales, no queda claro si los jóvenes han sido liberados por sus secuestradores para pedir un rescate, o a causa de una intervención de las fuerzas de seguridad, o han escapado ellos solos.

El dilema de pagar o no un rescate

Los secuestros se han convertido en algo habitual en Nigeria, sobre todo en las regiones septentrionales del país, y son utilizados para pedir sumas de dinero en concepto de rescate. “El nepotismo reflejado en los nombramientos gubernamentales y la administración de justicia, juntamente con el creciente nivel de pobreza y la crisis económica, ha provocado aún más el surgimiento de nuevos grupos de rebeldes regionales, explicaba en una entrevista reciente con Protestante Digital el secretario general de la Comunidad Evangélica de Nigeria (NEF, por sus siglas en inglés), James Akinyele.

En el caso de los estudiantes secuestrados de la escuela de secundaria bautista Bethel, los atacantes sí han pedido un rescate de aproximadamente 500.000 nairas por estudiante (1.031 euros). Según los medios locales, el grupo de hombres armados que perpetró el ataque sobre el centro habría rebajado sus pretensiones económicas por un rescate, pasando de los 100 millones que pedían inicialmente por el conjunto de los menores, a 60 millones de nairas (más de 120.000 euros al cambio).

Las iglesias debaten ahora sobre qué hacer al respecto. Aunque el presidente de la Convención Bautista de Nigeria, Israel Akanji, ha manifestado que la iglesia no pagaría rescate porque se opone a dar dinero a criminales, ahora abre la puerta a esta opción. “No se nos ha dado otra opción que buscar formas de rescatar a los niños”, ha subrayado Akanji.

De hecho, según informa el medio nigeriano Punch, la Convención ya ha contactado a algunas iglesias para pedir que contribuyan a una especie de fondo para la liberación de los jóvenes secuestrados. Esta petición se ha extendido por diferentes iglesias del país, llegando a comunidades en las ciudades más importantes, como Lagos. “Por favor, si pudiéramos tener más de nuestra gente, nos ayudaría. Deseamos cerrar este trato antes del final de las vacaciones para que los niños regresen posiblemente el fin de semana”, se lee en una mensaje de Whatsapp difundido por un pastor de una iglesia en el Estado de Lagos entre los miembros de la congregación.

Las edades de los jóvenes desaparecidos van desde los 10 hasta los 19 años, aunque la mayoría tiene menos de 15 años. “Soy madre, y no me gustaría que nadie me quitara a mi hijo por un día. Imaginaos el trauma”, ha dicho a AFP Hassana Ayuba, la madre de Judith, una niña secuestrada. “Los niños son inofensivos y no han hecho daño a nadie”, ha añadido. Desde que se produjo el secuestro, los padres y líderes de las iglesias han organizado encuentros para orar por el regreso de los estudiantes.