El Tribunal Constitucional de Polonia ha confirmado la sentencia de octubre de 2020 que revocó la ley de aborto de 1993, sobre la base de que “un feto es un ser humano”.

Con esta determinación, la interrupción de embarazos solo será posible cuando la vida de la madre esté en riesgo o si el embarazo fue el resultado de un acto delictivo como el incesto o la violación.

Las protestas estallaron en varias ciudades polacas en otoño cuando se anunció la decisión inicial del Tribunal Superior del país. Desde entonces la mayoría de los hospitales dejaron de realizar abortos. Ahora, el gobierno dijo que “la sentencia sobre la protección de la vida se publicará en el Boletín Oficial”, implementando efectivamente la prohibición ampliada.

Anteriormente, la ley permitía interrumpir un embarazo en los casos de bebés que crecían con anomalías congénitas. En el año 2019, el 98% de los abortos se realizaron por esos motivos.

Entre los que se oponen a la nueva ley se encuentra el alcalde de Varsovia, la capital de Polonia, que llamó a “las mujeres y toda la nación a tomar las calles”.

Según varias agencias de noticias, se vieron bengalas y banderas LGBT en las protestas frente al parlamento nacional y otros lugares. Algunos de los manifestantes vestían pañuelos verdes, vinculando sus acciones al movimiento pro-aborto argentino, que logró la legalización del aborto en el país sudamericano en enero.

Gobierno: “Queremos protección para la vida humana”

“Esta es una buena lucha, porque queremos que se proteja la vida humana”, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores Pawel Jablonski, en declaraciones a la emisora ​​británica BBC. “Somos muy claros sobre esto y no vamos a disculparnos por ello”, añadió.

Los analistas dicen que Polonia ya tenía una de las leyes de aborto más estrictas de la Unión Europea. Las organizaciones feministas hablan de alrededor de 200.000 mujeres polacas que abortan ilegalmente o en el extranjero cada año. Una portavoz de la huelga de mujeres polacas prometió continuar las protestas diciendo que el “infierno de las mujeres” conduciría a un “infierno del gobierno”.

Polonia es el país con la población católica más grande de la Unión Europea, con alrededor del 88% de la población que se identifica con este grupo de fe. Según Joshua Project, alrededor del 0,3% de la población es cristiana evangélica.