Los militares toman el control del gobierno en Birmania
El ejército ha detenido a la líder del Estado, Aung San Suu Kyi, que había ganado las elecciones en noviembre. Organizaciones cristianas califican los hechos de “muy preocupantes” y de “poco respetuosos con la Constitución”.
NAIPYIDÓ · 01 DE FEBRERO DE 2021 · 16:45
El ejército de Birmania ha tomado este lunes el control del gobierno del país después de arrestar a la hasta ahora Consejera del Estado, Aung San Suu Kyi, al presidente, Win Myint, y a otros líderes políticos. En el mismo día que debía celebrarse la primera sesión del nuevo Parlamento constituido en las elecciones de noviembre de 2020, los militares han decretado el Estado de emergencia por un periodo de un año y han situado al general Min Aung Hlaing, comandante de las Fuerzas Armadas, y al ex-oficial Mynt Swe al frente del ejecutivo.
La acción, considerada un Golpe de Estado por algunas voces, se ha producido apenas unas horas después de que el general Hlaing explicase en un comunicado que “el ejército debe seguir todas las leyes existentes que no van más allá de la Constitución de 2008, que es la Madre Ley”.
Una Constitución que sentaba las bases para una transición democrática progresiva que comenzó en 2010, después de prácticamente cuarenta años de dictadura militar en el país, y que garantizaba la presencia del Tatmadaw (el nombre de las fuerzas armadas birmanas) en el gobierno, a través de la titularidad de diferentes ministerios.
Ahora, sin embargo, los militares consideran que hubo fraude en los comicios del pasado noviembre, en los que Suu Kyi y su partido, la Liga Nacional Democrática (LND), revalidaron el mandato que comenzó en 2015 obteniendo el 83% de los diputados. Unas acusaciones que la Comisión Electoral ha desmentido, afirmando que los resultados son legales.
“Las acciones de los militares llevan de nuevo al país a la dictadura”, han subrayado desde la LND. En un comunicado emitido en nombre de Suu Kyi, el partido “insta a la gente a no aceptar esto, a responder y a protestar contra este golpe del ejército”. Por su parte, los militares han señalado su intención de volver a convocar unas “elecciones libres y justas” pasado el año del Estado de emergencia, y han afirmado que “el poder será traspasado al partido ganador que haya cumplido los estándares democráticos”.
Reacciones en la comunidad internacional
Además de las detenciones de diferentes miembros del gobierno y líderes políticos, también se han cortado las líneas telefónicas y el acceso a internet. La Asociación de Bancos de Birmania también ha informado de “inestabilidad en el sistema” y de numerosas colas en algunas oficinas bancarias que han acabado quedándose sin efectivo.
Diferentes representantes del ámbito internacional se han pronunciado ante los hechos ocurridos en el país del sudestes asiático. El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha expresado su condena de la actuación de los militares y les ha pedido “respetar la voluntad del pueblo de Birmania y cumplir con las normas democráticas, resolviendo cualquier diferencia a través del diálogo pacífico”.
También la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha asegurado en redes sociales que “el gobierno civil legítimo debe ser restituido, en la línea con la Constitución del país y las elecciones de noviembre”, y ha pedido “la liberación inmediata e incondicional de todos los detenidos”.
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha señalado que “se debe respetar el voto popular y los líderes civiles deben ser liberados”. Y desde Estados Unidos, el secretario de Estado, Anthony Blinken, ha asegurado que “Washington se opone a cualquier intento de alterar el resultado de las recientes elecciones o de impedir la transición democrática en Birmania”.
Organizaciones cristianas condenan los hechos
Además del ámbito político, otros sectores de la sociedad han reaccionado a la toma del poder en Birmania por parte de los militares. Entre ellos, los evangélicos. Organizaciones como International Christian Concern (ICC) y Christian Solidarity Worldwide (CSW) han publicado comunicados y mensajes condenado los hechos.
“Es muy preocupante que el Tatmadaw escoja tomar estas medidas extremas para expresar su frustración sobre los resultados electorales. Esto muestra que el Tatmadaw tiene poco respecto por la Constitución de Birmania y la democracia duramente obtenida. La comunidad global debería mantenerse firme ante estas acciones bárbaras y asegurar que el país no retrocede a una era de gobierno militar autoritario”, ha asegurado la gerente regional del Sudeste de Asia de ICC, Gina Goh.
Por su parte, el analista de CSW para el Este asiático y autor de tres libros sobre Birmania, Benedict Rogers, ha subrayado que lo ha acontecido en el país es “un paso desesperado hacia atrás”. “Pedimos a todas las partes que se encuentren en un diálogo significativo, conversaciones pacíficas y negociación. Pedimos a los militares que respeten el proceso democrático y pedimos mediación internacional para ayudar a todas las partes a alcanzar un camino pactado”.
“Si el ejército vuelve a la represión de hace más de una década, la comunidad internacional responderá conforme a ello, y Birmania regresará a los días negros del aislamiento, de los que ha emergido recientemente. Esto no interesa a nadie, por lo que debemos instar a todas las partes a que se alejen del abismo”, ha remarcado Rogers.
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