Espacios seguros para que los niños y niñas en Ucrania puedan superar los efectos de la guerra

“La mayoría de los niños y niñas desplazados internos están claramente más traumatizados pero tras tres años de guerra toda la infancia ucraniana lo está”. Un artículo de Oleksandr Shpygunov, de World Vision Ucrania.

03 DE MARZO DE 2025 · 10:00

Victoria, 16 años: “He sido desplazada interna toda mi vida”./ Oleksandr Shpygunov, World Vision,
Victoria, 16 años: “He sido desplazada interna toda mi vida”./ Oleksandr Shpygunov, World Vision

Dos docenas de niños y niñas se abren paso en una fría y oscura tarde de invierno hasta un pequeño edificio en el centro de Bila Tserkva, una ciudad de 200.000 habitantes a una hora en coche de Kiev, Ucrania. Al entrar en la sala, parecen olvidarse inmediatamente de los padres que acaban de traerlos aquí. Lo primero que hacen es correr a saludar y dar abrazos a los demás niños y a los adultos de la sala. En pocos minutos, el espacio se llena de charlas, risas y caras de niños y niñas aún sonrojados por el frío exterior. Una pequeña comunidad muy unida.

Este espacio acogedor para la infancia, gestionado por la ONG local Girls, socia de World Vision, atiende a los lugareños y a las familias desplazadas internamente en Bila Tserkva, una ciudad de los suburbios de Kiev, donde miles de personas han sido reubicadas desde que comenzó la guerra.

Victoria, que ahora tiene 16 años, asiste a la escuela desde hace más de dos: “Cuando me mudé aquí fue muy duro, ciudad nueva, sin amigos. La cuestión es que he sido desplazada interna toda mi vida. Primero, dejamos Donetsk y nos mudamos a Bakhmut (en 2014) cuando sólo tenía cinco años. Y luego tuvimos que abandonar Bakhmut (en 2022). La ciudad estaba destruida, convertida en escombros. Fue una sensación muy dolorosa”.

Victoria dice que el centro no sólo la ayudó a encontrar amigos y su lugar en la nueva ciudad, sino también a procesar este trauma de toda la vida: “No es algo que se pueda hablar en casa con los padres. Todos hemos vivido en el mismo entorno y todos compartimos esta experiencia. Sin embargo, hablar con gente de fuera que ha pasado por lo mismo te ayuda a darte cuenta de que no estás sola y te da una sensación de consuelo”.

Espacios seguros para que los niños y niñas en Ucrania puedan superar los efectos de la guerra

Según los niños, niñas y sus padres, un espacio seguro como éste les mantiene ocupados, les enseña valiosas habilidades y beneficia su salud mental./ Oleksandr Shpygunov, World Vision

Anastasia, una de las trabajadoras sociales, añade: “La mayoría de los niños y niñas desplazados internos están claramente más traumatizados pero tras tres años de guerra toda la infancia ucraniana lo está. Les prestamos la misma atención, y es una alegría trabajar con todos ellos”.

Mientras tanto, su colega Svitlana imparte una clase de arte para adultos en la sala contigua. Un grupo de mujeres sentadas alrededor de la mesa con pinceles y pinturas, la mayoría en silencio y totalmente inmersas en la tarea. Una de ellas, Iryna, residente local, asiste al centro junto con su hija. “La vida en Ucrania es ahora extremadamente estresante. Mi marido trabaja en el Servicio de Emergencias en Kiev y esto me causa mucha preocupación”.

Pero para su hija es algo más que una distracción, es una forma de procesar la realidad de vivir en una guerra y desarrollar la empatía: “Mi hija tiene la oportunidad de hablar y conocer las experiencias de los niños y niñas que huyeron de la guerra. Vuelve a casa y comparte sus historias conmigo. La veo aprender a mostrar apoyo y compasión”.

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El centro de día ofrece actividades tanto para adultos como para niños y niñas./ Oleksandr Shpygunov, World Vision

Entre los que tuvieron que huir estaban los hijos de Tetyana, de Kherson: “No querían ver ni hablar con nadie cuando llegamos aquí. Se encerraban en sí mismos completamente. En el centro empezaron a hablar con otros chicos y chicas, y eso es lo más importante para mí”. Mientras habla, Tetyana está pintando un gato en unos pantalones cortos vaqueros para niños: “A mi hija le vuelven loca los gatos. No tenemos ninguno, no podemos en nuestro piso de alquiler. Lo teníamos en Kherson, pero nuestros hijos tuvieron que dejarlo todo atrás: sus amigos, sus abuelos y sus mascotas. Así que ahora tenemos en casa una bolsa de comida para gatos y ella da de comer a todos los gatitos callejeros con los que se cruza”.

Las clases de arte, ciencias e idiomas, los campamentos de verano y las proyecciones de películas, la terapia individual y de grupo, todo ello es importante y beneficioso para los niños y niñas. Pero lo es más aún, la pequeña comunidad que han construido en esta casa de Bila Tserkva. “La mejor sensación es cuando se abren”, dice Anastasia, la trabajadora social. “Un niño o niña te coge la mano y empieza a contarte su día en la escuela. Y aunque no tengo ni idea de quién es ese Andryi o Mykyta, los compañeros de los que habla, me siento muy feliz simplemente por estar ahí y poder escuchar”.

 

Oleksandr Shpygunov para World Vision Ucrania.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Infancia plena - Espacios seguros para que los niños y niñas en Ucrania puedan superar los efectos de la guerra