“Representaciones de los mártires protestantes en México: discursos e imágenes de la memoria”, de Carlos E. Torres (I)

El autor explica las diferencias entre los mártires católicos y los protestantes, destacando que, entre los segundos, parte de una minoría religiosa, importa más la memoria de su testimonio de fe filtrada por la institución eclesiástica.

04 DE MARZO DE 2022 · 09:37

Detalle de la portada del libro.,
Detalle de la portada del libro.

A diferencia del catolicismo, que construye santos a partir de discursos hagiográficos, el discurso hacia el mártir protestante no se sustenta en milagros o reliquias que permitan crear un vínculo entre el personaje y su papel de intercesor ante la divinidad. No obstante, ambos discursos tratan de contribuir a la creación de la memoria colectiva, al documentar un acontecimiento de tal forma que retrate la muerte de la víctima como la culminación de una causa por la que vale perder la vida.[1]

Carlos E. Torres Monroy

 

A fines de 2021 apareció el libro colectivo Los mártires y sus objetos. Aproximaciones histórico-etnográficas a la memoria de devociones martiriales en México, coordinado por la Dra. en Sociología Marisol López Menéndez, profesora-investigadora de la Universidad Iberoamericana-Ciudad de México, autora también de Miguel Pro: Martyrdom, Politics, and Society in Twentieth-Century Mexico (Lexington Books, 2016), basado en la tesis que defendió en la New School of Social Research (Nueva York), además de Mártires, santos y patronos.: Devociones y santidad en el México del siglo XX (2017), así como otros textos. Antes, estudió la Licenciatura en Ciencias Políticas y la Maestría en Estudios Políticos y Sociales, en la UNAM, en donde presentó los estudios: Derechos humanos e imaginarios sociales en México: el caso Aguas Blancas y Las organizaciones no gubernamentales y la defensa de los derechos civiles en México (1994-1996), respectivamente.

Es fruto, según se afirma en la introducción, “de la reflexión colectiva que se inició en uno de los encuentros de la Red de Investigadores del Fenómeno Religioso en México (RIFREM), a propósito de la importancia de la imagen en el catolicismo hasta la construcción de narrativas hagiográficas en las diversas denominaciones cristianas; la preservación y transformación de la memoria martirial y los cambios —a menudo bruscos— que las narrativas experimentan en el vaivén de los acontecimientos políticos y sociales en que se construyen” (p. 11).

Aun cuando la perspectiva dominante del volumen es la relacionada con el catolicismo romano, el volumen integra el ensayo “Representaciones de los mártires protestantes en México: discursos e imágenes de la memoria”, de Carlos E. Torres Monroy. Los demás textos incluidos son: “La rebelión de los californios y el martirio de los jesuitas Lorenzo Carranco y Nicolás Tamaral en 1734. Relatos e imágenes de la primera globalización”, de Pedro Espinoza Meléndez; “A la sombra del mártir y del héroe que sí lo fueron”, de Fernando González; “Reliquias en la construcción de nuevas devociones en México”, de Amílcar Carpio Pérez; “José Sánchez del Río: de mártir cristero a éxito comercial y estrella cinematográfica”, de Hugo Garibay Rodríguez y Yves Bernardo Roger Solis Nicot; y “Miguel Pro en eBay: martirio, devoción y consumo en el mundo virtual”, de López Menéndez.

Carlos Enrique Torres Monroy es Licenciado en Historia por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), Maestro y doctorante en la misma disciplina por la Universidad Iberoamericana. Es miembro de la Comisión para el Estudio de la Historia de las Iglesias en América Latina (CEHILA) y profesor de asignatura en la ENAH. Ha publicado diversos trabajos sobre protestantismo y pentecostalismo, entre los cuales se pueden mencionar: “De católicos a ‘ex-metodistas’: diversidad y cambio religioso en el protestantismo mexicano de principios del siglo XX” (2017), “La sanación: una manifestación popular en la historia del pentecostalismo mexicano” (2017), “De lo impreso a lo fílmico: narrativas martiriales entre los evangélicos mexicanos” (2021) y “Una cuestión tabú: jóvenes evangélicos mexicanos ante el movimiento estudiantil de 1968” (2021).

En la introducción del texto en cuestión, Torres Monroy explica las diferencias entre los mártires católicos y los protestantes, destacando que, entre los segundos, parte de una minoría religiosa, importa más la memoria de su testimonio de fe filtrada por la institución eclesiástica: “Al pertenecer a una minoría, la religiosidad protestante en México no expresó formas de religiosidad paralela con sus iglesias, algo equivalente a un mártir católico al que se le rinda culto u otra forma de expresión popular. Por lo tanto, casi todas las remembranzas de los mártires protestantes pasaron por la aprobación de una institución o un líder de ésta, como un pastor” (p. 54).

“Representaciones de los mártires protestantes en México: discursos e imágenes de la memoria”, de Carlos E. Torres (I)

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Dentro de la gran variedad de denominaciones posibles, dada la gran oposición que producían en el ambiente religioso católico desde la segunda mitad del siglo XIX e incluso durante buena parte del siglo XX, el autor se ocupa únicamente de dos de ellas, la metodista y la presbiteriana, en una especie de muestreo de una realidad que aún se presenta esporádicamente. El primer caso expuesto es el de Epigmenio Monroy, predicador de la iglesia metodista episcopal, asesinado en Apizaco, Tlaxcala, el 8 de abril de 1881, en un episodio relatado en el periódico metodista El Abogado Cristiano Ilustrado, que incluye la carta de un pastor apellidado Gamboa. Originario de Mineral del Monte, del entonces Estado de México, en donde nació en 1845, Monroy participó en una iglesia metodista en su pueblo natal y luego fue nombrado predicador enviado a la ciudad de Amecameca. El relato de su muerte inicia así:

La Iglesia Evangélica en México ha tenido que lamentar un acontecimiento que ha agregado al martirologio mexicano otro nombre que no muy pronto se olvidará.

El Sr. Epigmenio Monroy nació en el Mineral del Monte por los años 1845 y fue asesinado a inmediaciones de Apizaco en los primeros días del próximo abril. Desde muy joven y sin instrucción evangélica, comenzó a experimentar repulsión para las doctrinas y las prácticas de la Iglesia de Roma. Así fue que cuando hubo llegado a ser mayor de edad y oyó por primera vez la predicación del evangelio se hallaba predispuesto a recibir con fe y ardor las enseñanzas de las Sagradas escrituras y profesó con entusiasmo la verdadera religión evangélica que tan bien satisfacía las aspiraciones de su alma. Se relacionó primero con la congregación evangélica en Pachuca y fue el principal fundador de la congregación del Mineral del Monte.

Ejerciendo diferentes empleos e industrias para proporcionarse la subsistencia, trabajaba siempre por la causa de Cristo. Su conducta era intachable, su carácter humilde, sincero y franco.[2]

A continuación, hay referencias a Esteban, el primer mártir del cristianismo, con quien es comparado inmediatamente. Torres Monroy cita a Norma Durán, quien afirma que “el cristianismo reconfiguró el concepto de mártir, que pasó de referirse al hecho de dar un testimonio, a testimoniar con la propia muerte”. Dicho discurso, agrega, “se nutrió con las formas retóricas de la cultura grecolatina, por lo que los relatos de mártires cristianos formaron parte del ‘género epidíctico, que implica toda una representación en el sentido de mostrar, crear y recrear imágenes que ‘hacen ver’ mediante la narrativa, modelos o arquetipos de maneras de vivir la vida del mismo Cristo’” (p. 55)[3]. “Bajo esta concepción, El Abogado Cristiano Ilustrado publicó un artículo titulado ‘El protomártir del metodismo en México’ [1 de marzo de 1882], en el que se representó la muerte de Monroy como un testimonio de sacrificio por el que merecía ser recordado” (Ídem).

 

Notas

[1] C.E. Torres Monroy, “Representaciones de los mártires protestantes en México: discursos e imágenes de la memoria”, en Marisol López Menéndez, coord., Los mártires y sus objetos. Aproximaciones histórico-etnográficas a la memoria de devociones martiriales en México. México, Universidad Iberoamericana, 2021, p. 53.

[2] “Martirio del Sr. Epigmenio Monroy”, en El Abogado Cristiano Ilustrado, 1 de mayo de 1881, p. 14, Hemeroteca Nacional Digital de México.

[3] Cf. Norma Durán, “La retórica del martirio y la formación del yo sufriente en la vida de san Felipe de Jesús”, en Historia y Grafía, núm. 26, 2006, p. 87.

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