Soltando lastre
No entiendo nada, Señor, pero lo acepto; dame un poco de tiempo para poner todo mi ser en calma y en orden. Necesito un poquito de tu cueva y tu silbo apacible y delicado.
01 DE ABRIL DE 2023 · 13:00

“Anoche dejé ir al mundo y gané el universo”. C. Joybell C.
“La cueva a la que tememos entrar tiene el tesoro que buscamos.” Joseph Campbell
“La vida solo se puede entender mirando hacia atrás, pero sólo se puede vivir mirando hacia delante”. Soren Kierkegaard
Ni recuerdo que día era; solo sé que mi corazón y mi mente se arremolinaban continuamente, y no era capaz ni de llevar algo a la boca cuando mi Dios me hizo escuchar algo que tenía guardado para ver, sólo quería escuchar con calma…
Iba mirando y recibiendo hasta que comencé a escuchar a aquel predicador, era como si estuviera hablando para mí desde el otro lado del mundo. Comenzó tocando algo a lo que recurrimos muchísimas veces cuando queremos ayudar a alguien, o nosotros mismos estamos en algún problema importante, la escena del lago de Genesaret… “Pasemos al otro lado”; pero cuando me di cuenta estaba entremezclando diferentes escenas de Jesús y sus discípulos en la barca….. Jesús durmiendo y la profunda tempestad, su reprensión a gran voz al viento y a las olas, Pedro caminando sobre las aguas… me iba parando en cada una de ellas y, como es lógico, mi corazón se iba calmando, mis preguntas retóricas al Señor ya habían cesado cuando, ¡de repente!, aquel hermano comenzó a decir con fuerza… ¡suelta lastre, suelta lastre, deja ir lo que te está doliendo, y mira hacia adelante; cuando el Señor te ha quitando algo, piensa en que lo hizo por alguna razón; te está esperando lo que ni sabes, él lo tiene preparado para ti y te llevará a un nivel muy superior de su conocimiento… suelta lastre!
Tuve que parar, aquello me estaba tocando de modo muy fuerte y acariciando al mismo tiempo que lastimando las fibras más infinitas del alma.
Sé que todos conocéis bien todas las escenas de Jesús en la barca, algo que he tocado muy por encima antes, y sé demasiado bien lo que significa “soltar lastre”, soy de puerto de mar; pero aún así quise pararme a examinar con calma la definición en español de esta frase tan habitual para mí:
1. Material pesado, como arena o agua, con que se cargan una embarcación o un globo aerostático para aumentar su peso, y que al ser soltado les hacen ganar ligereza.
2. Persona o cosa que entorpece o detiene algo.
3. Característica que hace buena la calidad de alguien o de algo. Son gente de poco lastre.
Seguí intentando buscar algo que me aclarara lo que ya sabía, era como una especie de necesidad y me encontré con esta definición...
“Hecho o circunstancia que entorpece la realización de una actividad”.
Fue entonces cuando se me abrieron los ojos como platos y comencé a comprender a aquel predicador que repetía una y otra vez lo mismo y yo estaba como si mis ojos estuvieran velados; todavía estaba procesando lo que me había ocurrido y no podía aceptar lo que estaba escuchando, ¿cómo iba a aceptar que lo que me había ocurrido de una forma brutal y la pérdida que aún lloraba fueran un lastre para mí?; ¡eso jamás, la amaba demasiado! Pero tal vez mi Señor necesitaba obligarme a que le escuchara, y aquella dolorosa pérdida no era un lastre en sí misma, no puedo admitir eso, pero en algunas ocasiones, el Señor nos hace pasar por los procesos más duros e incomprensibles para que dejemos de tapar nuestros oídos a lo que nos está pidiendo.
Tuve la necesidad de escuchar como tres veces aquel mensaje que me estaba trayendo el Señor, para poder agachar mi cabeza, cerrar mis ojos y orar: no entiendo nada, Señor, pero lo acepto; dame un poco de tiempo para poner todo mi ser en calma y en orden, necesito un poquito de tu cueva y tu silbo apacible y delicado, y cuando lo escuche, saldré con mi rostro entre velos diciendo…. ¡Estoy lista, Señor; habla, que tu sierva escucha!
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Follas novas - Soltando lastre