El grupo de Enfermería Cristiana de España celebró su XIX Encuentro Nacional en Marín (Pontevedra), una localización inédita para este encuentro que convocó a una treintena de profesionales del 6 al 9 de marzo.

Dado que este año el evento se celebró por primera vez en tierras gallegas, el lema escogido fue “Finisterrae: hasta lo último de la tierra”, en referencia a la misión de los profesionales y creyentes, una labor comprometida de ayuda hacia las personas reflejando el carácter de Jesús.

Entre los objetivos del encuentro, el presidente del grupo, Fernando Ramos, destacó tanto el hecho de fomentar el compañerismo y el conocimiento mutuo dentro del grupo, dado que la dispersión geográfica dificulta el contacto continuo, como la necesidad de elaborar un nuevo plan estratégico para los próximos años.

Para lograrlo, se organizaron un world-café, varios seminarios y dinámicas de grupo donde los asistentes pudieron expresar y reflexionar desde distintas perspectivas. Las ponencias estuvieron a cargo de Fernando Plou, director del ministerio de Taller de Predicación en España.

Además, se realizaron tiempos de alabanza, adoración y oración, y en las noches se llevaron a cabo veladas de varias temáticas. También se programó una excursión para visitar una zona arqueológica cercana y conocer el entorno de la ciudad de Pontevedra.

 

 

 

 

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Desafíos contemporáneos

Fernando Ramos, presidente de Enfermería Cristiana de España, explicó que el grupo reúne a enfermeros de toda España y mantiene conexión con el movimiento internacional para reflexionar sobre la integración de la fe cristiana en la profesión. En este sentido, destacó la importancia de reflexionar sobre la bioética y la relación con compañeros y pacientes.

Por su parte, Juan Carlos Nogal, secretario nacional, recordó que el grupo nació en los años 80 con el impulso de una matrona escocesa en Madrid y que, con los años, ha crecido en número y presencia, celebrando encuentros nacionales desde 2010. Resaltó que uno de los desafíos actuales es fortalecer la presencia del grupo no solo en los medios evangélicos, sino también en la esfera pública de la enfermería en España y puso en valor la participación “de personas de toda España para elaborar este nuevo plan estratégico”. 

María López-Parra, vicepresidenta, destacó que uno de los principales desafíos para los enfermeros cristianos es mantenerse firmes en su fe en un contexto de cambios éticos y bioéticos en la sociedad.  “Estamos ante un nuevo paradigma”, por eso resulta de tanta importancia estos encuentros donde los participantes se animan mutuamente para “ser luz y sal y vivir la fe en medio de esta vorágine”. 

Era la primera vez que este encuentro se celebraba en Galicia. Moncho Lagos, enfermero que trabaja en Pontevedra, enfatizó la importancia de entender la enfermería como una misión en la que los profesionales cristianos colaboran con Dios para llevar esperanza a través de su trabajo. “Saber acompañar en un buen morir, hacerlo bien; e incluso en el momento del nacimiento”, son algunos de los retos que abordan, defendiendo ante todo “el valor de la vida humana”.

Fernando Ramos resumió la esencia del encuentro afirmando que “intentamos contextualizar y expresar tres valores clave en nuestra profesión: la excelencia, la integridad y la mayordomía”.