La lluvia de la dana ha desbordado rieras y barrancos en múltiples municipios del sur de Valencia provocando la muerte de al menos 92 personas, a las que se suman tres fallecidos más en Cuenca, Albacete y Málaga. Todavía hay decenas de desaparecidos en lo que se considera uno de los temporales más mortíferos en España.

Mientras continúan las labores de rescate, en las redes sociales han ido apareciendo diferentes testimonios de personas que han sobrevivido a la catástrofe. También algunos evangélicos han compartido su experiencia de lo vivido, explicando que lo han perdido todo o que el agua ha dañado el local de su congregación.

En el caso de Yolanda y Lory, un matrimonio de miembros de la iglesia Comunidad Cristiana Valentia, lo vivido tiene que ver directamente con su vida. “Dios le salvó la vida a Lory”, compartía Yolanda en un mensaje. 

Una riera desbordada

Lory había quedado atrapado en un árbol cuando la riada alcanzó la zona del municipio de Catarroja en la que se encontraba. Finalmente, fue rescatado por un vecino, que lo subió a su casa utilizando una escalera apoyada en el techo de un coche.

“Le pilló la crecida del agua y, junto a un chico joven, se subieron a un árbol hasta que un vecino los vio y los rescató con una escalera que montaron en el techo de un coche. De allí treparon hasta un balcón de un primer piso”, explica Yolanda Salvador, esposa de Lory. “Estuve casi dos horas sin saber de él y viendo la furia del agua subir hasta dos metros”, añade.

“Ya en ese balcón vieron que un camión se llevó por delante el coche donde habían apoyado la escalera. También arrancó de raíz el árbol al que habían trepado”, sigue diciendo Yolanda. “Una vez más hemos visto la misericordia del Señor en activo”, agrega.

“Hemos perdido nuestro único sustento”

La historia de cómo Lory pudo salvar su vida consuela a este matrimonio de septuagenarios, aunque también hablan de grandes pérdidas materiales. 

“Tenemos 73 años y esto ha sido toda una odisea para nuestra edad. Hemos perdido nuestros dos coches, uno de ellos, nuestro taxi, único sustento que teníamos”, explica Yolanda. “Hemos estado 18 horas sin luz y sin agua ni para beber, ni para cocinar”, añade.

“El agua entró al pueblo con furia inusitada”

Yolanda también recuerda cómo han vivido la dana desde Catarroja, una localidad que se encuentra a pocos kilómetros de Valencia y que, entre otras cosas, ha visto cómo se venía abajo el puente de una vía de tren. Hasta el momento el Ayuntamiento ha confirmado 15 fallecidos. “Las aguas entraron al pueblo con furia inusitada, arrasando todo cuanto encontraban”, dice. “Las calles han llegado a estar con dos metros de agua, fango y lluvia sin cesar”, añade. 

“No hay ni un solo negocio que haya quedado abierto y hemos amanecido viendo centenares de vehículos amontonados unos sobre otros en una imagen dantesca, cuando las aguas han bajado de nivel”, explica. 

Aunque en las primera horas quedaron “incomunicados y sin internet”, con el paso de las horas van recuperando los servicios básicos. “Encaramos una noche más con frío, barro y hogares que lo han perdido todo. Desconocemos el número de fallecidos”, dice esta mujer de 73 años, para la que su fe en Jesús está resultando clave ante todo lo vivido. “Dios nos proveerá, fortalecerá y nos da consuelo”, asegura.