La ley de eutanasia se abre paso en el Congreso
El Congreso rechazó las enmiendas a la totalidad de PP y Vox. La Alianza Evangélica manifiesta su oposición a la norma propuesta. “Es una ley que necesitaría un gran consenso”, expresa la entidad evangélica.
MADRID · 10 DE SEPTIEMBRE DE 2020 · 14:09
El Congreso de los Diputados ha recuperado este jueves el debate en torno a la eutanasia, una de las iniciativas legislativas presentadas por el Gobierno en febrero y que recibió dos enmiendas a la totalidad, presentadas por PP y Vox.
Ambas enmiendas a la totalidad han sido rechazadas por la mayoría de los diputados del Congreso.
“Paliativos” o “muerte digna”
Abrió el debate la diputada de Vox, María Ruiz, defendiendo la enmienda a la totalidad. Ruiz explicó que su propuesta “es de vida y no de muerte”, reconociendo que se trata de un asunto “difícil, pero por ello es que debemos encargarnos de afrontarlo”, sin buscar la salida rápida que supone la eutanasia.
Ruiz defendió como principio básico que toda persona “es digna, sin importar la calidad de vida” que pueda tener, y apostó por un impulso en la regulación de cuidados paliativos. “Lucharemos por quienes quieran vivir hasta el último minuto”, expresó.
En su propuesta, Vox incluye el derecho a unos cuidados paliativos integrales y de calidad por profesionales perfectamente formados en la materia, el derecho a una información asistencial clara y comprensible para el paciente, al acompañamiento y a la intimidad del mismo, así como ha recibir la asistencia espiritual que solicite.
Por su parte el portavoz del PP, José Ignacio Echániz Salgado, presentó la enmienda a la totalidad de su partido apuntando a la regulación “de unos cuidados palativos” que protejan la vida y sean extensibles a cualquier persona que se enfrente a un “final próximo e irreversible”.
“Lo esencial es legislar sobre los derechos y las garantías a morir con el mínimo sufrimiento físico y psíquico y promover un avanzado tratamiento del dolor, entre otras cuestiones”, expresó Echániz. “Frente a la eutanasia y el suicidio asistido, los cuidados paliativos” porque esta “es la mejor opción para todos, para que podamos tener una muerte digna. Una solución que dignifique la vida humana, a los médicos, a los cuidadores y a toda nuestra sociedad”, defendió el portavoz del PP.
En respuesta a las enmiendas, la portavoz del PSOE María Luisa Carcedo defendió que los cuidados paliativos “ya están garantizados” en la ley actual, pero que la ley de la eutanasia permite agregar “nuevos derechos” a la ciudadanía.
Carcedo criticó que el debate sobre la eutanasia se prolongue “mientras miles de ciudadanos y ciudadanas están sufriendo. Siento vergüenza de formar parte de este paripé en el que nos enredamos y enredamos”, añadió la socialista.
El plazo para la presentación de enmiendas parciales finaliza el próximo 16 de septiembre y, posteriormente se constituirá la ponencia encargada de dar forma a la iniciativa.
Derecho a vivir presentó 50.000 firmas
Antes de iniciarse el debate, la asociación Derecho a vivir se presentó en el Congreso para hacer entrega de una petición para potenciar los cuidados paliativos, firmada por más de 50.000 personas.
La campaña, titulada ‘Sí a los cuidados paliativos, no a la eutanasia’ fue presentada por Rosana Ribera de Gracia, presidenta de la entidad. “Urge una atención paliativa de alta calidad allí donde esté instaurada e implantarla donde no lo esté, por humanidad -para evitar el sufrimiento evitable-, por eficacia en los resultados, por el imprescindible freno a la eutanasia, por rendimiento económico y por oportunidad política”, expresó Rosana Ribera.
Alianza Evangélica: comunicado sobre la ley de eutanasia
La Alianza Evangélica Española emitió en marzo un comunicado sobre la ley de eutanasia, en la que apostaba por impulsar el desarrollo de los cuidados paliativos, considerándolo un asunto más urgente y necesario que la aprobación de una ley de eutanasia que abriría puertas a situaciones con peligrosas consecuencias para la salud y el bienestar de los ciudadanos.
Para la AEE, una ley sobre “un tema tan sensible como el final de la vida debe elaborarse desde el más amplio acuerdo social y político”, algo que se ha manifestado que no se produce actualmente en el Congreso, dividido prácticamente en dos bloques al respecto.
Es por eso que reclama “abordar con claridad cómo afrontamos la desesperanza y el dolor”, de forma que la normativa promueva “medidas que aseguren el acompañamiento al paciente y la aportación –si así lo desea– de apoyo espiritual”.
La Alianza Evangélica explica que “la cantidad de pacientes que se plantean la eutanasia disminuye muy drásticamente si se les facilita alivio del dolor y acompañamiento humano y se les ofrecen recursos para combatir la desesperanza”.
La AEE defiende que unos cuidados paliativos adecuados disminuirían drásticamente las peticiones de eutanasia
Por ello, no concuerda con que esta ley abra nuevos derechos, sino que la misma “lleva al contexto sanitario el suicidio asistido, convirtiendo así en un acto médico una decisión que depende de la voluntad de la persona, no necesariamente paciente, y que parece ajena a criterios clínicos”.Apunta la AEE al punto de vista ético para mostrar que “hay una clara diferencia de intencionalidad: en la sedación paliativa se pretende aliviar, mientras que en la eutanasia y el suicidio asistido se pretende matar (aunque esta muerte se presente como una forma de aliviar)”.
Además, se critica que se esté aplicando el término de “muerte digna” para referirse a la eutanasia. “La dignidad de la muerte no la otorga una inyección letal, sino la forma en la que el ser humano afronta ese paso. Hay mucha más dignidad en apoyar, acompañar, aliviar física y espiritualmente a una persona en el proceso de la muerte, empeñando en ello todos los recursos disponibles, incluyendo la sedación terminal, que en terminar con su vida con una inyección letal”, expone la Alianza.
“El número de personas que requieren cuidados paliativos es enormemente superior al de las que piden la eutanasia, pero parece más sencillo desarrollar una ley de aplicación de la Eutanasia que atender al gran número de pacientes y familiares que están demandando unos cuidados paliativos de calidad”, considera la AEE.
“Es peligroso -dice la AEE-crear una opinión social de que los enfermos en situación terminal son una carga”
Con el desarrollo de la eutanasia, advierte la AEE, se puede generar una presión social sobre los enfermos terminales. “Es peligroso crear una opinión social de que los enfermos en situación terminal son una carga para la familia (o para el estado); es peligroso porque sabemos que algunos pacientes, al no querer convertirse en esa carga, tratan de evitarlo solicitando para sí la eutanasia como método para no causar molestias a sus familias”.“Una parte de los pacientes que toman en consideración la eutanasia lo hacen porque no se sienten acompañados o porque no quieren suponer una carga para sus allegados; la forma de resolver esto no es la eutanasia, sino el acompañamiento, el apoyo emocional y la empatía”, concluye la AEE.
Finalmente, alega la Alianza Evangélica que la posible “legalización de la eutanasia debe necesariamente contemplar siempre el derecho a la objeción de conciencia del personal sanitario”.
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