“Entendí perfectamente que tuviéramos que suspender el Congreso Unlimited2020 ante el avance de la pandemia”
Entrevistamos a Juan Carlos Escobar, presidente de Asambleas de Dios en España, sobre lo ocurrido en marzo, tema que ha vuelto a la actualidad a raíz de un reportaje publicado en El Confidencial.
MADRID · 07 DE MAYO DE 2020 · 23:45
El presidente de la Federación de Asambleas de Dios, Juan Carlos Escobar, ha sido protagonista involuntario de la actualidad este jueves, al publicarse en El Confidencial unas declaraciones con respecto a la cancelación del Congreso Mundial de Asambleas de Dios, que se iba a celebrar en Madrid del 19 al 21 de marzo, y fue suspendido por el avance del coronavirus y la situación de riesgo que suponía la llegada prevista de miles de personas de todo el mundo.
La cancelación se hizo pública el 7 de marzo a través de un comunicado en el que Juan Carlos Escobar explicaba que desde el Gobierno de España les habían dicho “que el Congreso Unlimited no podía ser celebrado en las fechas previstas por razón del avance del contagio del COVID-19”.
Escobar, junto representantes de Ferede y el Consejo Evangélico de Madrid, se había reunido con representantes de alto rango de la Comunidad de Madrid y el Gobierno -Illa y Simón entre ellos- el día anterior, el viernes 6 de marzo, reunión en la que le comunicaron la necesidad de cancelar el evento. Ocho días después, el Gobierno decretó el Estado de alarma que se ha mantenido en España desde entonces, provocando la cancelación de prácticamente todas las actividades en el país.
El pasado 30 de abril Juan Carlos Escobar fue citado a declarar como testigo en una causa penal abierta contra el Gobierno, admitida a trámite por la jueza de instrucción Carmen Rodríguez-Medel. La denuncia, puesta por un particular, expone que hubo 77 reuniones multitudinarias desde que, el 2 de marzo, el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades emitiera un informe de aviso sobre la poca idoneidad de realizar grandes convocatorias. La investigación está en marcha.
Desde Protestante Digital hemos querido conversar con el pastor y presidente de FADE, Juan Carlos Escobar, para que nos explique los detalles de las reuniones con el Gobierno y las consecuencias de la suspensión del Congreso Unlimited2020 -que esperan realizar el año que viene-.
P. ¿Quisieras explicarnos con más detalle lo que se narra en el artículo de El Confidencial con respecto a la cancelación del congreso?
R. Lo primero que quisiera aclarar es que nosotros no podemos desvelar nuestras manifestaciones a la Guardia Civil, porque no queremos interferir en un proceso jurídico. Lo que queremos es colaborar con la ley, y nosotros no hemos dicho a nadie lo que se ha recogido en nuestras manifestaciones a la Guardia Civil.
En cuanto al tema de la información que se vierte en El Confidencial hay algunas imprecisiones, algunas errores claros, otros que pueden llevar a confusión y quisiera aclarar.
P. Conocíamos ya que en la primera semana de marzo hubo reuniones de evangélicos con la Comunidad y el Gobierno. ¿Cuál era el motivo de estas reuniones?
R. El día 5 de marzo son convocados los representantes de Ferede y del Consejo Evangélico de Madrid, así que son ellos quienes tienen que hablar sobre lo que allí sucedió con más precisión. Pero básicamente lo que ocurrió es que había una información sobre la situación de contagio en la zona sur de Madrid, y también existía el bulo de que en Torrejón había un contagio en una iglesia evangélica. Eso se fue a desmentir y se aclaró. Pero en medio de la conversación, en la que estaba el ministro Illa, ante la alarma que se estaba produciendo por el avance de la pandemia, se mencionó nuestro Congreso, tema que fue traído por una preocupación saludable por parte de nuestros representantes. Al conocer las características del congreso -con miles de personas llegando de diversas partes del mundo- el ministro determina que es inviable.
Conscientes del impacto que esto podría tener, dado que al día siguiente habría una reunión de coordinación para tratar de qué manera las iglesias evangélicas podían colaborar con las autoridades para detener el avance de la pandemia por los casos que se habían dado, me pidieron estar presente, por ser el representante de la organización del Congreso. A esa reunión del 6 de marzo yo acudía con la intención de pedir que nos dejasen celebrar el Congreso, tomando todas las precauciones que fueran necesarias para que se pudiera llevar a cabo.
P. ¿Cómo se desarrolla la reunión del 6 de marzo?
R. Primero quiero aclarar algo: esta reunión no se hace principalmente para tratar sobre la cancelación del Congreso, como dice El Confidencial. Esto no es así, sino que en la reunión se abordan varios temas relacionados con la actuación de las iglesias evangélicas en cuanto al control de la epidemia, por los casos que se habían dado. Era una reunión de colaboración con el Gobierno.
"Gobierno y Comunidad estaban tajantemente determinados a que el Congreso no se podía celebrar"
Así que en esa reunión, en último lugar, se trata el tema del Congreso Unlimited2020. Yo explico la situación, pero desde el Gobierno y la Comunidad estaban tajantemente determinados de que no se iba a celebrar. En esto era muy contundente la directora general de Sanidad de la Comunidad, Yolanda Fuentes -que acaba de dimitir de su cargo-. Ella fue la más tajante, junto al epidemiólogo Jenaro Astray. Decían que el evento no se podía hacer. Yo pedí explicaciones, y quien responde en ese momento es Fernando Simón, que maneja los datos específicos magistralmente, con datos de la epidemia en España, Europa y en todos los países del mundo. Te pongo un ejemplo: Simón preguntó dónde se había celebrado el evento antes -se trata del noveno congreso mundial de Asambleas de Dios- y cuando yo le cito diversas ciudades -Singapur, Chennai, etc- rápidamente él comprueba que, con la extensión del coronavirus por el mundo, tampoco se podría celebrar el evento en cualquiera de esos lugares en aquel mes de marzo. Así que me explicaron por qué el congreso no se podía hacer y lo entendí perfectamente: por la situación de riesgo ante una pandemia que avanzaba.Pero la idea de que había que suspender el evento también se sustentaba en que era consecuencia de una medida propia firmada por Sanidad, que el 3 de marzo ya ordenaba medidas extraordinarias para la celebración de eventos como el nuestro. Y eso era para nosotros algo que tenía el rango de prohibición, en realidad. No se podía hacer de ninguna manera, así que había que suspenderlo.
A continuación lo que yo les pido es un escrito oficial. Este escrito me llega al día siguiente de parte de Fernando Simón, e inmediatamente lanzamos el comunicado.
Resumiendo: sobre la reunión del 6 de marzo, hay dos datos imprecisos en el reportaje de El Confidencial: primero, el motivo de la reunión no era exclusivamente si el Congreso se iba a celebrar o no. Y en segundo lugar, no estaba solo yo en esa reunión, sino que estaban también Jorge Fernández (Ferede) y Manuel Cerezo (CEM) representando a los organismos evangélicos, junto a mí que acudí representando a FADE como organizador del Congreso.
Tampoco es correcto decir que esperábamos la llegada de 9.000 líderes. Contábamos en realidad con la asistencia confirmada de unos 5.000 inscritos de todo el mundo. Y considerábamos que podrían congregarse un pico de 8.000 personas en el día que se celebrase el musical His Life, uno de los eventos grandes relacionados con el Congreso.
"FADE no está alineado con ninguna tendencia política. No queremos que este asunto se politice"
Otro dato poco preciso es la consideración de si a mí me parece extraño que se cancele el congreso cuando también estaba por celebrarse la marcha del 8-M, o las fallas. Yo como responsable de FADE no doy mi opinión sobre este asunto.Finalmente, quisiéramos dejar claro que FADE no está alineado con ninguna tendencia política. No queremos que este tema se politice, si bien entendemos que por la relevancia del evento y por el momento en el que se nos pide cancelarlo, habiendo otros eventos que se realizan a pesar del oficio que firma el ministro de Sanidad el 3 de marzo, pueda comprometer al Gobierno. Pero no está en nuestra voluntad comprometer al Gobierno ni entrar en ninguna noticia tendenciosa. Quisiéramos dejarlo claro.
P. En cuanto al Congreso, ¿cuáles han sido las consecuencias de la cancelación?
R. Es evidente que la cancelación del evento nos dejó muy tocados, y nos vimos en un momento algo apurados. Tuvimos que entrar en negociaciones, con todo parado. Miles de plazas de hoteles, vuelos, la Caja Mágica pagada en gran parte, cátering, producción… Tuvimos que renegociar todo.
"El aplazamiento para marzo de 2021 ha sido acogido con mucha comprensión en todo el mundo"
Hemos pospuesto el evento para marzo de 2021. Al principio pensamos en moverlo a noviembre, pero nos dimos cuenta rápidamente que era inviable por el avance de la pandemia. Así que queda para los días 18 al 20 de marzo de 2021. Esa es la fecha con la que estamos negociando, y si Dios quiere y la pandemia es contenida, entendemos que lo podremos hacer. Hemos encontrado que a nivel nacional como internacional, el aplazamiento ha sido acogido con mucha comprensión. A pesar de los que se han visto perjudicados, porque algunos no podrán recuperar vuelos o no podrán venir, pero es ínfima la proporción de personas que nos están solicitando una devolución. Hay una conciencia clara de que esto es una situación sobrevenida que nos ha dejado descolocados a todos. Si bien hemos tenido pérdidas que no se van a poder recuperar, el grueso de la inversión queda como crédito para el año próximo. Creemos que no será trágica entonces la cuestión económica, siendo más duro el trastorno logístico y organizativo.El evento mantiene el nombre, Unlimited2020, y esperamos que sea un evento de gran impacto.
P. ¿Cómo se está viviendo, en general, la situación de confinamiento en las iglesias y ministerios de FADE? ¿Cómo estáis gestionando la situación de volver a organizar cultos, algo que se está comentando mucho esta semana?
R. Nosotros nos alineamos con las recomendaciones que se dan desde el Gobierno y Ferede. Algo que solemos decir es que las iglesias evangélicas, por su idiosincrasia y por los precedentes, estamos mirados con lupa por parte de la administración. Debemos ser muy prudentes para no cometer errores en esta nueva fase. Por la concentración de gente que solemos movilizar, los vecinos van a estar alerta. Si no somos cuidadosos, podemos llamar la atención y cometer errores. También sabemos que la desescalada será diferente en cada provincia. Por eso hay iglesias que empezarán a reunirse en mayo, pero otras ya lo están posponiendo a junio. En nuestras iglesias, como tienen un nivel de autonomía muy fuerte, trabajamos con recomendaciones y recordamos que se sigan estrictamente las normas en cuanto a aforo, sanidad, distanciamiento y manteniendo horarios prudentes. Pedimos también que se realice solo un culto cada semana.
"Por los precedentes, sabemos que se nos mira con lupa. Así que tenemos que ser cuidadosos en esta fase de reapertura"
La situación sí está afectando a nivel económico. Hay iglesias que tenían una solvencia mayor y no están enfrentando tantos problemas, pero otras que tenían proyectos en marcha y al no poder congregarse, con personas que suelen ofrendar en efectivo y no usan otros métodos como tarjeta o cuenta bancaria, así que están sufriendo un impacto económico fuerte. Por otra parte, internet está trayendo muchas bendiciones. Personas que no venían a la iglesia están ateniendo a las reuniones, estamos viendo conversiones, los pastores están aprendiendo lo que no sabían hacer antes… Otro aspecto positivo es la gran labor social que se sigue realizando desde iglesias y ministerios, como reparto de alimentos, atención a víctimas de trata… La parte negativa es que hemos tenido también muertos entre nuestros miembros. Algún pastor también ha estado en la UCI. Y la pérdida de empleos, que al igual que en el resto de la población, está siendo muy profunda.Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - ESPAÑA - “Entendí perfectamente que tuviéramos que suspender el Congreso Unlimited2020 ante el avance de la pandemia”