El dinero en el matrimonio

Una perspectiva bíblica para la prosperidad familiar.

17 DE AGOSTO DE 2025 · 10:00

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Entrándonos ahora en la dinámica interna del matrimonio, continuaremos explorando los roles que cada cónyuge desempeña en la gestión de las finanzas familiares.

 

Un estudio revela una realidad preocupante: los problemas económicos figuran entre las principales causas de divorcio, afectando a casi el 40% de las parejas que se separan. Ante esta estadística, resulta fundamental analizar el rol de las finanzas dentro del matrimonio a la luz de las enseñanzas bíblicas.

Un versículo clave que ilumina la senda hacia una gestión financiera exitosa en la vida conyugal se encuentra en Efesios 5:31: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre para unirse con su esposa, y los dos no formarán sino un solo ser”.

Esta unión trasciende lo emocional y espiritual, abarcando también el ámbito económico. Una pareja que funciona como una sola carne en sus finanzas se caracteriza por:

  • Confianza absoluta: Una fe inquebrantable en la integridad y sabiduría del cónyuge al administrar los recursos.
  • Comprensión de las diferencias: Reconocer y respetar los distintos enfoques y estilos en la gestión del dinero.
  • Acuerdo en los roles: Definir claramente las responsabilidades de cada uno en las decisiones financieras.
  • Comunicación transparente: Establecer un diálogo abierto y honesto sobre ingresos, gastos y metas económicas.
  • Orden: Implementar un sistema organizado y planificado para el manejo del dinero familiar.

La unidad conyugal se erige como la defensa más sólida para alcanzar la prosperidad económica. Familias prósperas son aquellas donde la pareja opera como un equipo cohesionado, avanzando hacia un mismo objetivo.

Confianza absoluta:

Proverbios 31:10-31 nos presenta un elocuente ejemplo bíblico de la confianza mutua en la gestión económica dentro del matrimonio. La figura central de este poema es una mujer cuyas habilidades financieras inspiran una completa seguridad en su esposo. Su diligencia y sabiduría en la administración del patrimonio familiar son la base de esta confianza.

Las cualidades de esta mujer al manejar las finanzas son diversas y admirables: Capacidad de generar, vs 11, Trato, vs 12, Optimiza el gasto, vs 13-14, Lidera la casa, vs 15, Gestión de recursos a largo plazo, vs 16, Decidida, trabajadora, vs 17, Controla, vs 18, Excelente profesional, vs 19, Generosa, vs 20, Optimiza los recursos, vs 21-22, Buena gestora, vs 24, Planifica para el futuro, vs 25, Sabia, vs 26, Integra, vs 27, Ejemplo para la familia, vs 28, Teme a Dios, vs 30 y Digna de reconocimiento, vs 31

El esposo, posiblemente un funcionario de alto rango (versículo 23), deposita su confianza en ella con la certeza de que sus decisiones económicas reflejan su propio criterio, o incluso lo superan. Su tranquilidad radica en una mentalidad compartida en lo referente a las finanzas.

Una familia que florece económicamente es aquella donde el esposo y la esposa colaboran como un equipo eficiente, compartiendo una visión, brindándose apoyo y complementándose mutuamente en lugar de competir.

 

Comprendiendo y Complementando las Diferencias

La diversidad inherente a la creación divina (Génesis 1:27) tiene un propósito: la colaboración y la complementación, no la competencia. Como acertadamente señaló Larry Burkett, fundador de Crown Financial Ministries, si ambos cónyuges fueran idénticos, uno sería superfluo.

Existen diferencias propias del género que pueden enriquecer la gestión financiera en pareja. Si bien pueden generalizarse, tradicionalmente se asocia a la mujer con roles de cuidado y una orientación hacia el hogar, mientras que el hombre se vincula más con la provisión y el ámbito público. También se observan tendencias en la forma de abordar los problemas: las mujeres suelen ser más detallistas y subjetivas, mientras que los hombres tienden a ser más objetivos y a enfocarse en lo esencial.

Sin embargo, también existen diferencias que pueden generar fricciones en la administración del dinero. Por ejemplo, una mayor insistencia en el gasto por parte de uno, o una tendencia a la negligencia financiera por parte del otro. Además, los sentimientos personales y los rasgos de temperamento influyen significativamente.

Comprender el perfil de personalidad propio y el del cónyuge, identificando las fortalezas y debilidades individuales en relación con las finanzas (como se describe en las tipologías de Tim LaHaye), facilita la complementación y evita la confrontación en este ámbito crucial.

El dinero en el matrimonio

 

Acuerdo en los Roles: Hacia una Gestión Financiera Coherente

Dios ha establecido diferentes roles dentro del matrimonio, aunque es fundamental no confundir rol con jerarquía (1 Corintios 11:3). Al igual que la Trinidad opera con distintos roles en unidad, el esposo y la esposa son un solo ser con funciones complementarias (Efesios 5:31).

En este sentido, la pregunta sobre quién debe gestionar el dinero en el hogar no tiene una respuesta única basada en el género. La clave reside en identificar quién posee una mayor estructura mental y habilidad para esta tarea, independientemente de si es el hombre o la mujer.

Respecto a la provisión, la Biblia nos enseña que Jehová Jireh es el proveedor último, utilizando diversos medios, incluyendo al esposo, la esposa o ambos.

La clave radica en buscar el bienestar y el consejo mutuo en lugar de competir por el control financiero. En Génesis 2:18, Dios presenta a la mujer como una "ayuda idónea" ("ezer" en hebreo, que también significa rescatar, salvar y fortalecer) para el hombre, su principal consejera y apoyo. Esta concepción bíblica eleva el rol de la mujer mucho más allá de una simple asistente, situándola como una fuente de poder y fortaleza para su esposo.

La palabra "idónea" ("neged" en hebreo) implica estar enfrente, como una contraparte, sugiriendo una relación de equilibrio y complementariedad. Al igual que las dos hojas de una puerta forman una entrada completa, el esposo y la esposa se unen para una gestión financiera integral.

Jesús mismo reafirmó esta unidad en Mateo 19:5-6. Frits Philips, de la reconocida empresa Philips, expresó una gran sabiduría al afirmar que quien no busca el consejo de su esposa se pierde una parte importante de la gracia divina. En las decisiones económicas, la sabiduría colectiva es fundamental: "en la multitud de consejeros está la victoria" (Proverbios 24:6).

 

Comunicación Transparente: El Puente hacia la Unidad Financiera

Dios, el comunicador por excelencia, estableció la comunicación como un principio fundamental en su creación (Salmo 19). En el matrimonio, construir un canal de comunicación transparente y seguro (Efesios 4:25) es esencial para abordar las finanzas sin temor a represalias. La prioridad debe ser atacar el problema, como darle al balón en el fútbol, en lugar de confrontar a la pareja.

 

Orden en las Finanzas: Un Plan para la Prosperidad

Un matrimonio que anhela la prosperidad debe establecer un plan para controlar sus finanzas. Tanto en el ámbito personal como en el familiar, es crucial dominar el dinero y no permitir que este los domine.

El orden inherente al universo y a la creación divina se refleja en la necesidad de establecer un orden en la gestión financiera matrimonial.

Un matrimonio unido, que se complementa, que prioriza el bienestar del otro, que dialoga abiertamente y organiza sus finanzas, se convierte en un equipo invencible en la administración de sus recursos.

 

Reflexión Final

Hemos recorrido un camino esencial, explorando cómo el dinero, lejos de ser una fuente de conflicto, puede ser un poderoso catalizador para la unidad y la prosperidad en el matrimonio.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Discipulado financiero - El dinero en el matrimonio