José Luis Hidalgo (siglo XX)

Fue especialmente conocido por su libro Los muertos, “Obra donde reflexiona sobre Dios, el tiempo y el fin de la existencia humana en lucha agónica por alcanzar la inmortalidad”.

20 DE ENERO DE 2023 · 22:00

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Imagen de Pelly Benassi en Unsplash.

José Luis Hidalgo fue especialmente conocido por su libro Los muertos, “Obra donde reflexiona sobre Dios, el tiempo y el fin de la existencia humana en lucha agónica por alcanzar la inmortalidad”.

Nació Hidalgo el 10 de octubre 1919 en Torrelavega, Santander. Además de poeta fue lingüista, publicista y pintor.

Estudió en las Escuelas del Oeste de Torrelavega, después conocidas como Colegio Cervantes. Su primer libro poético fue Pseudopoesías, en 1936, poco después de cumplir 17 años. A este le siguió Las luces asesinadas y Otros poemas. Del fallecimiento de su madre cuando tenía nueve años le quedó la obsesión por el tema de la muerte, asunto que trata en toda su obra. Al terminar la guerra inició en Valencia estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes, finalizando estos en 1943

En la Biblioteca Popular de Torrelavega leyó a Ortega y Gasset, a Unamuno, a Spengler, la Biblia y a los poetas de la generación literaria de 1927. En toda su obra tuvo influencia del novelista Manuel Llano y de su libro El sol de los muertos, de 1929. En 1939, alistado en el ejército, fue enviado al frente de Extremadura, donde se le encomendó la tarea de censar a los muertos de la guerra incivil. En 1943 se presentó al Premio Adonais de poesía, donde obtuvo una mención honorífica.

En febrero 1947 fue ingresado en el sanatorio Chamartín de la Rosa, Madrid. Se le diagnosticó una neumonía grave. Falleció el día 3. Sólo tenía 27 años.

 

PREGUNTA

Señor: si no eres carne, ¿qué te has hecho

para que yo creciera en tus entrañas

igual que un hijo tuyo, padre y madre

de este barro mortal que hacia Ti clama?

 

Y si Tú eres, Señor, tan sólo un sueño

que de mi ser humano se levanta,

¿por qué ahora la triste carne mía

no es el Dios infinito que soñara?

 

ORACION EN SILENCIO

Cuando estoy preguntando y, de repente,

levanto a Ti los ojos y me callo,

entonces es, Señor, que Tú me escuchas

y te hablo.

 

La luz crece en mi alma dulcemente

y en ella está mi cuerpo iluminado

como muerto ya en Ti, cuando me tengas

puro y blanco.

 

El silencio es, Señor, como la muerte

y sólo muerto has de escuchar mi llanto.

Escucha mi silencio: aún estoy vivo

y preguntando.

 

MUERTO EN EL AIRE

Murió en el aire cuando estaba Dios

más cerca de su ser, cuando la tierra

no sentía su peso y le llamaba

con su mano rugosa entre la niebla.

Venció el Señor. Murió en la zona pura

donde el odio es amor y la tristeza

parece azul, porque los hombres, lejos,

dejan sola la luz de las estrellas.

Alta tumba, sin música ni roces,

donde el silencio nace y sólo tiembla

cuando el latir de un corazón se para

y a su eterno vivir el alma vuela.

Murió en el aire, cuando estaba Dios

más cerca de su ser, cuando la tierra

no sentía su peso y le llamaba

con su mano rugosa entre la niebla ...

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