Gabriel García Tassara (siglo XIX)

Entre su producción bíblica destaca el Himno al Mesías.

18 DE MARZO DE 2022 · 08:00

Detalle de retrato de García Tassara, por Manuel Ussel de Guimbarda. / Wikimedia Commons.,
Detalle de retrato de García Tassara, por Manuel Ussel de Guimbarda. / Wikimedia Commons.

Méndez Bejarano, en la Nueva Biografía Crítica de García Tassara, que publicó en Madrid en 1928, dice que en sus versos predomina siempre la nota cristiana y bíblica. Cierto.

Tessara nació en Sevilla el año 1817. En su ciudad natal cursó la carrera de Derecho, que le fue de mucha ayuda cuando el Gobierno de entonces lo nombró Ministro Plenipotenciario en Estados Unidos y Londres. El cordobés Juan Valera, quien como Tassara ingresó en la carrera diplomática, al mismo tiempo que él, dice que fue “harto menos estimado, comprendido y aplaudido de lo que merece”. Otros críticos le señalan como precursor del vallisoletano Gaspar Núñez de Arce. Tassara murió en Ávila en 1875.

Entre su producción bíblica destaca el Himno al Mesías.

Himno al Mesías (fragmentos)

Baja otra vez al mundo,

¡Baja otra vez, Mesías!

De nuevo son los días

De tu alta vocación;

Y en su dolor profundo

La humanidad entera

El nuevo oriente espera

De un sol de redención.

 

Sereno está en la esfera

El sol del firmamento;

La tierra en su cimiento

Inconmovible está:

La blanca primavera

Con su gentil abrazo

Fecunda el gran regazo

Que flor y fruto da.

 

Mas ¡ay! que de las almas

El sol yace eclipsado:

Mas ¡ay! que ha vacilado

El polo de la fe;

Mas ¡ay! que ya tus palmas

Se vuelven al desierto

No crecen, no, en el huerto

Del que tu pueblo fue.

Tiniebla es ya la Europa:

Ella agotó la ciencia,

Maldijo su creencia,

Se apacentó con hiel;

Y rota ya la copa

En que su fe bebía,

Se alzaba y te decía:

«¡Señor! yo soy Luzbel.»

 

Mas ¡ay! que contra el cielo

No tiene el hombre rayo,

Y en súbito desmayo

Cayó de ayer a hoy;

"Y en son de desconsuelo,

Y en llanto de impotencia,

Hoy dama en tu presencia:

«Señor, tu pueblo soy.»

 

Todo, Señor, diciendo

Está los grandes días

De luto y agonías,

De muerte y orfandad;

Que, del pecado horrendo

Envuelta en el sudario,

Pasa por un Calvario

La ciega humanidad.

 

Toda la historia humana

¡Señor! está en tu nombre;

Tú fuiste Dios del hombre,

Dios de la humanidad.

Tu sangre soberana

Es su Calvario eterno;

Tu triunfo del infierno

Es su inmortalidad.

 

¿Quién dijo, Dios clemente,

Que tú no volverías,

Y a horribles gemonías,

Y a eterna perdición,

Condena a esta doliente

Raza del ser humano

Que espera de tu mano

Su nueva salvación?

 

Sí, tú vendrás. Vencidos

Serán con nuevo ejemplo

Los que del santo templo

Apartan a tu grey.

Vendrás y confundidos

Caerán con los ateos

Los nuevos fariseos

De la caduca ley.

 

¿Quién sabe si ahora mismo

Entre alaridos tantos

De tus profetas santos

La voz no suena ya?

Ven, saca del abismo

A un pueblo moribundo;

Luzbel ha vuelto al mundo

Y Dios ¿no volverá?

 

¡Señor! En tus juicios

La comprensión se abisma;

Mas es siempre la misma

Del Gólgota la voz.

Fatídicos auspicios

Resonarán en vano;

No es el destino humano

La humanidad sin Dios.

 

Ya pasarán los siglos

De la tremenda prueba;

¡Ya nacerás, luz nueva

De la futura edad!

Ya huiréis ¡negros vestiglos

De los antiguos días!

Ya volverás ¡Mesías!

En gloria y majestad.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Dios en la poesía religiosa española - Gabriel García Tassara (siglo XIX)