Fray Luis de León (siglo XVI)

Enamorado del Cantar de los Cantares, libro que constituye una perla literaria y amorosa en el Antiguo Testamento, hizo una versión castellana partiendo del original hebreo.

11 DE FEBRERO DE 2022 · 09:08

Retrato de Fray Luis de León por Francisco Pacheco. / <a target="_blank" href="http://www.bibliotecavirtualdeandalucia.es/catalogo/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=12266&interno=S&presentacion=pagina&posicion=12">Biblioteca Virtual de Andalucía</a>, Wikimedia Commons.,
Retrato de Fray Luis de León por Francisco Pacheco. / Biblioteca Virtual de Andalucía, Wikimedia Commons.

El gran poeta que manejaba la Biblia en hebreo mejor que sus contemporáneos, nació el mismo año que el rey de España Felipe II, 1527. El rey nació en Valladolid, el fraile en Belmonte, Cuenca.

A los 14 años ingresó en el convento de San Agustín, en Salamanca. En su Universidad fray Luis se graduó como doctor en Teología.

En razón de su origen judío, conocía perfectamente el hebreo. Enamorado del Cantar de los Cantares, libro que constituye una perla literaria y amorosa en el Antiguo Testamento, hizo una versión castellana partiendo del original hebreo y ofreciendo una nueva y revolucionaria interpretación natural de los ocho capítulos escritos por Salomón mil años antes de Cristo. El monje dominico Bartolomé Medina lo denunció a la inquisición por haber escrito que el Cantar de los Cantares era un poema amatorio. Fue condenado a cinco años de cárcel, tal era el poder de la inquisición que ni siquiera se detenía ante un hombre de su talla espiritual. Al salir de prisión fue restituido parcialmente a su cátedra en la Universidad de Salamanca; al reanudar las clases pronunció ante centenares de estudiantes que esperaban de él un ataque a la inquisición esta histórica frase: “Como decíamos ayer…”. Para el gran humanista, los cinco años pasados en la cárcel eran un simple ayer.

Fray Luis de León murió en Madrigal de las Altas Torres, provincia de Ávila, el 23 de agosto de 1591, a los 64 años.

 

Preguntas de amor

Si pan es lo que vemos, ¿cómo dura,

sin que comiendo dél se nos acabe?

Si Dios, ¿cómo en el gusto a pan nos sabe?

¿Cómo de sólo pan tiene figura?

Si pan, ¿cómo le adora la criatura?

Si Dios, ¿cómo en tan chico espacio cabe?

Si pan, ¿cómo por ciencia no se sabe?

Si Dios, ¿cómo le come su hechura?

 

Si pan, ¿cómo nos harta siendo poco?

Si Dios, ¿cómo puede ser partido?

Si pan, ¿cómo en el alma hace tanto?

 

Si Dios, ¿cómo le miro y le toco?

Si pan, ¿cómo del cielo ha descendido?

Si Dios, ¿cómo no muero yo de espanto?

Al salir de la cárcel

Aquí la envidia y mentira

me tuvieron encerrado.

Dichoso el humilde estado

del sabio que se retira

de aqueste mundo malvado,

y con pobre mesa y casa,

en el campo deleitoso

con sólo Dios se compasa,

y a solas su vida pasa,

ni envidiado ni envidioso.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Dios en la poesía religiosa española - Fray Luis de León (siglo XVI)