Iros para siempre: un adiós a los miedos del año viejo
Nos queda el miedo del pasado en retención sobre el presente que, a veces, nos impide mirar hacia el futuro con esperanza.
31 DE DICIEMBRE DE 2024 · 11:00
Noche vieja, fin de año, adiós a los recuerdos de todo un año lleno de miedos de muchos tipos. No podemos repasar todos esos momentos de miedo, de terror, de angustia, pero sí decir que uno de los últimos momentos de terror fue el de la DANA que afectó fundamentalmente a Valencia con tantos y tantos pueblos afectados, pero también a Castilla La Mancha, Andalucía u otros. Miedos que queremos sepultar hoy último día del año, dejarlos morir como fantasmas que ya han cumplido su misión desastrosa. Fantasmas quizás unidos a catástrofes naturales, pero que el hombre no ha sabido estar atento para minimizar sus efectos. Miedos del año viejo que se va. ¡Adiós 2024!
Espero que en el próximo año vengan mensajes de miedo cero, teñidos de esperanza, mensajes de ánimo y de victoria sobre el mal o triunfo ante las malas gestiones políticas o sociales. Miremos con esperanza hacia una época nueva siendo incluso un poco utópicos.
Año viejo 2024. Miedos por la DANA mal controlada y gestionada con muchas deficiencias. Pena y llanto por los fallecidos, angustia por los desaparecidos. Triste herencia para muchos la del año 2024. Se nos va quizás con la cabeza agachada y un gran peso en las espaldas. Sobre él cabalga la muerte con su guadaña dispuesta a saltar para seguir activa en el año que viene. Será un año nuevo con viejos miedos cabalgando sobre él.
Miedo de muchos al ver su casa inhabitable. Quizás la inversión más importante de sus vidas y el 2024 se las ha robado. El coche de muchos perdido y destrozado, quizás su medio de trabajo y que les es muy difícil la vida sin él. Es posible que muchos digan que era viejo, pero que funcionaba bien. Me hacía un buen apaño. Ahora muchas seguridades se han evaporado como por arte de magia. El negro infortunio del año viejo que hoy se va se las ha llevado arrastrándolas como si fueran inutilidades, como si el ser humano no necesitara seguridad alguna.
Todo esto produce miedos que se prolongarán en el año entrante penetrando nuestras entrañas como con un cuchillo de acero afilado que nos sumerge en el dolor. La angustia de ver problemáticas con respecto a los hijos, a la pérdida del negocio familiar y, en su caso al empleo. Miedo incluso a la pérdida de la dignidad humana. ¡Adiós, 2024! ¡Vete y no vuelvas! ¡Llévate tus desastres!
Nosotros celebraremos la noche vieja mirando al futuro, pero con cargas a las espaldas que tú nos dejas y que no podemos anular. Nos queda el miedo del pasado en retención sobre el presente que, a veces, nos impide mirar hacia el futuro con esperanza.
La época navideña nos ha dejado un mensaje con el deseo y el objetivo de eliminar nuestros miedos, de suavizar los desastres del año viejo que se va. El mensaje navideño que recibimos todos fue éste: “No temáis, porque las noticias son de gran alegría, de gran gozo”. “No temáis, porque las noticias son de gran alegría, de gran gozo”. ¿Podrá vencer este mensaje el miedo de cara al año que se aproxima, que se acerca a nosotros sigilosamente y, quizás, trayendo noticias mejores?
Año 2024: Llévate las penas, los horrores que nos has traído, que la noche vieja que vamos a celebrar sepulte en los avernos del infierno todo tipo de mal. Llévate todos nuestros miedos y que se difuminen como hace la oscuridad cuando sale el sol.
Año 2024: Atrévete en tu huida para siempre a dejarnos el gran mensaje que nos dice que hay alguien que nos ama y nos cuida. Dinos que podremos entrar en el nuevo año con una nueva luz que ilumine nuestras mentes y nuestros corazones porque hay un Dios que está pendiente del mundo y de cada una de sus criaturas.
Oración de Noche Vieja ante el nuevo año: Señor y Padre nuestro. Nos ponemos en tus manos. Elimina nuestros miedos, nuestros pánicos y terrores. Danos paz en la entrada del nuevo año. Ayúdanos a nosotros que nos consideramos tus discípulos a ser tus manos y tus pies en medio de un mundo de dolor y que podamos llevar consuelo. Ayúdanos a practicar la justicia y la misericordia como consecuencia de nuestra fe. Que nuestras manos sepan acariciar al prójimo que sufre en medio de un mundo de dolor. Que el año nuevo que se aproxima sea también un nuevo renacer espiritual para todos nosotros y que nos sumerja en un mayor compromiso sabiendo que ya el creer es comprometerse contigo, con el prójimo y con el mundo. Queremos decir adiós a todos los miedos del año que se va, este 2024 preñado de sinsabores y nos queremos enfrentar en tu nombre —ojalá que así fuera— a un nuevo renacer de justicia y paz para el año 202 con brotes de alegría y de toda bendición. Todo en el nombre de Jesús, Amén.
Feliz Noche Vieja como un adiós a todos los miedos, tristezas y pesares. Vete ya en paz, 2024 y abramos las puertas al 2025.
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