Carestía de la vivienda
Un nuevo relato de Antonio Cárdenas.
16 DE ENERO DE 2025 · 22:05
Julio se disculpaba con su amigo Lucio de haber tardado tanto en visitarlo.
- De verdad, te tengo siempre en cuenta, pero lo dejaba de un día para otro y no acababa de decidirme.
- Nada, no te preocupes, lo entiendo.
- Incluso están por aquí cerca mis seres queridos, y nada, ni por esas aparecía.
-Tranquilo, ellos están en paz contigo.
- En parte ha sido porque no acabo de aceptar que te vinieses a vivir aquí, no me parecía el mejor lugar para personas de nuestro status social.
- Todos tomamos decisiones.
- Ya, ya, pero es el primer caso que conozco de alguien que toma una determinación de ese orden.
- Los alquileres y la compra de vivienda están imposibles.
- Sí, pero antes bajo un puente, no sé.
- Aqui mi familia tenía una propiedad.
- Pero no estaba ocupada?
- Bueno, he tenido que hacerme sitio pero sin problema.
- Y el agua, la luz...?
- No me falta de nada, el conserje me provee de todo y es un lugar muy tranquilo, incluso tengo flores en la entrada.
- Y no te molesta la gente?
- La gente que pasa por aquí no está para algarabías ruidosas, son muy respetuosos con el el entorno. Muy de vez en cuando aparecen grupos de guiris con guia.
- Pero tu caso debe ser único.
- No, que va, somos tantos ya que el ayuntamiento nos ha subido la tasa. Bueno, si te parece vamos al bar a tomar unas birras.
- Vale, de acuerdo.
Se dirigieron a la salida y Lucio, sacando una gruesa llave del bolsillo se dispuso a cerrar tras él la puerta..., el portón del cementerio.
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