Carestía de la vivienda

Un nuevo relato de Antonio Cárdenas.

16 DE ENERO DE 2025 · 22:05

Foto: <a target="_blank" href="https://unsplash.com/@diegosmarines">Diego Marín</a>, Unsplash, CC0.,
Foto: Diego Marín, Unsplash, CC0.

Julio se disculpaba con su amigo Lucio de haber tardado tanto en visitarlo.

- De verdad, te tengo siempre en cuenta, pero lo dejaba de un día para otro y no acababa de decidirme.

- Nada, no te preocupes, lo entiendo.

- Incluso están por aquí cerca mis seres queridos, y nada, ni por esas aparecía.

-Tranquilo, ellos están en paz contigo.

- En parte ha sido porque no acabo de aceptar que te vinieses a vivir aquí, no me parecía el mejor lugar para personas de nuestro status social.

- Todos tomamos decisiones.

- Ya, ya, pero es el primer caso que conozco de alguien que toma una determinación de ese orden.

- Los alquileres y la compra de vivienda están imposibles.

- Sí, pero antes bajo un puente, no sé.

- Aqui mi familia tenía una propiedad.

- Pero no estaba ocupada?

- Bueno, he tenido que hacerme sitio pero sin problema.

- Y el agua, la luz...?

- No me falta de nada, el conserje me provee de todo y es un lugar muy tranquilo, incluso tengo flores en la entrada.

- Y no te molesta la gente?

- La gente que pasa por aquí no está para algarabías ruidosas, son muy respetuosos con el el entorno. Muy de vez en cuando aparecen grupos de guiris con guia.

- Pero tu caso debe ser único.

- No, que va, somos tantos ya que el ayuntamiento nos ha subido la tasa. Bueno, si te parece vamos al bar a tomar unas birras.

- Vale, de acuerdo.

Se dirigieron a la salida y Lucio, sacando una gruesa llave del bolsillo se dispuso a cerrar tras él la puerta..., el portón del cementerio.

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