De tal manera

¿Es de alguna manera en concreto que no se especifica? ¿Es un adjetivo superlativo?

Se acercaban las navidades y Jovita meditaba en el nacimiento de Jesús.

El día 25 debía exponer sobre ello en un hogar de ancianos y quería llegar al meollo de la cuestión.

¿Qué hay detrás del suceso del nacimiento? ¿Qué se esconde a nuestra mirada? ¿Qué intención? ¿Qué sentir hubo en Dios?

Y le pareció que todo estaba condensado en Juan 3:16. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.

No, no se dice nada del modo. ¿Cuál es esa manera? Quedó absorta en sus pensamientos.

Coincidió en ese momento que su hija Yanny estaba con ella haciendo unos ejercicios de clase de religión evangélica y necesitaba una ayudita.

— ¿Cuáles son los tres amores, mamá?

— ¿Los tres amores? Pues muy fácil, el amor a Dios, a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

— ¿Y qué caracteriza a cada uno?

— Bueno, el amor propio es el primero de los amores sin él no hacemos nada, luego hemos de amar al prójimo como a nosotros mismos y a Dios por encima de todas las cosas.……

—¡Tate! ¡Creo que hemos dado de lleno! ¿Podrá ser? ¿Será verdad que Dios nos ama a nosotros como se ama a sí mismo? ¿Es esa la manera? No me atrevo ni a pronunciarlo ni a exponerlo en público.

Allí mismo y en ese momento Jovita sobrecogida de temor adoró a su Señor. Entendió algo fundamental de la Navidad.

“Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados”. (Isaías 37:35)

P.S.: relato basado en una idea del Sr. Joaquín Rehués.