La cortina

Dios tiene sus tiempos y cuando interviene es inapelable.

06 DE AGOSTO DE 2020 · 23:10

Foto: <a target="_blank" href="https://unsplash.com/@eduardmilitaru">Eduard Militaru</a>, Unsplash CC0.,
Foto: Eduard Militaru, Unsplash CC0.

Sentado en la butaca de mi habitación junto la ventana abierta, observaba cómo se balanceaba suavemente el bajo de la cortina, movida por el paso del frío exterior al cálido interior.

Quedé absorto ante esa contemplación y acabé sumido en una meditación.

En seguida mi mente se desplazó a la historia bíblica donde el profeta Elías presenció aquel “grande y poderoso viento”, el terremoto y el fuego donde Yahvé no estaba. Hasta que oyó un silbo apacible que le hizo salir de la cueva. Quizá el moverse de mi cortina.

Sí, Dios tiene sus tiempos y cuando interviene es inapelable.

Lo demás son acciones humanas a destiempo mejor o peor intencionadas.

Seguiré esperando y confiando.

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