La lógica de la vida

Lo primero que hace el Espíritu de Dios al llenar nuestra vida es irradiar amor. Hacia dentro de nosotros y de nosotros a los demás.

13 DE JULIO DE 2020 · 10:00

Foto de <a target="_blank" href="https://unsplash.com/@lunarts?utm_source=unsplash&utm_medium=referral&utm_content=creditCopyText">Volodymyr Hryschenko </a> en Unsplash.,
Foto de Volodymyr Hryschenko en Unsplash.

Russell Crowe interpreta en Una mente maravillosa al premio nobel John Forbes Nash. La película está basada en la vida del matemático, biografiado en la novela de Sylvia Nasar del año 1998. Durante la historia, siempre queda patente que es la esposa del matemático quién le ayuda a seguir adelante, no sólo como investigador, sino también en las dificultades ocasionadas por su enfermedad, de tal manera que en un momento de la trama John dice: "He hecho el descubrimiento más importante de mi carrera, el más importante de mi vida, sólo en las misteriosas ecuaciones del amor puede encontrarse alguna lógica".

La Biblia dice que lo primero que hace el Espíritu de Dios al llenar nuestra vida es irradiar amor. Hacia dentro de nosotros y de nosotros a los demás. Amor, una palabra mil veces definida, un sentimiento demasiado expresado y muy poco vivido. Quizás lo primero que deberíamos decir (¡y comprender!) es que amar significa ser vulnerable: cuando amamos a alguien ya no pensamos sólo en nosotros mismos, ni en nuestras necesidades, sino que comenzamos a vivir no sólo la alegría, sino ¡sobre todo! El dolor de quien amamos.

El amor mueve el mundo. Todos hablan de él y todos creemos que sabemos de que estamos hablando. Todos amamos de alguna u otra manera, pero ¿conocemos realmente lo que es? La Biblia dice que el Señor Jesús “habiendo amado a los suyos, los amó hasta lo máximo posible” (Juan 13:1). Nunca hubo ni habrá un amor como ese. El amor de Dios es infinito, así que cuando Él expresa ese amor, lo hace de una manera infinita. Por eso Jesús fue a una cruz en mi lugar y en tu lugar: como su amor es infinito, el precio que pagó por cada uno de nosotros es también infinito. Se dio sin medida, sin calcularlo previamente por decirlo de alguna manera; se dio por completo porque no sólo dio lo que tenía, sino que ¡Se entregó a sí mismo!

Cuando Alguien nos ama así, la cuestión no es tanto comprender ese amor porque es imposible para nosotros, no solamente porque el corazón de Dios sea eterno, sino también porque ¡nosotros jamás haríamos algo así! Ni tampoco podemos intentar explicarlo. Simplemente nos dejamos “abrazar”, nos acurrucamos en el seno de quién nos ama como hacen nuestros hijos con nosotros y disfrutamos de que nuestro Creador nos quiera más allá de todo lo imaginable. Confiamos y descansamos en nuestro Padre Celestial sin preocuparnos de nada, porque Él nos recibe y nos perdona de una manera absolutamente extraordinaria… y ese Amor infinito es el que transforma nuestra vida por completo. Sólo en el amor de Dios podemos encontrar la lógica de la vida. Sólo cuando sabemos que somos queridos llegamos a comprendernos a nosotros mismos y ¡de paso! descubrimos el mundo. Cuando sabemos que Dios nos ama más allá de todos los límites posibles comprobamos el valor que tenemos para Él.

Oración: Padre Amado, gracias por amarme de una manera tan extraordinaria ¡Llena!

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - La lógica de la vida