¿Por qué es un problema que los glaciares se derritan cada vez con más premura? Un guía de montaña en los Alpes suizos compartió su parecer con Evangelical Focus.

Para Raphael Moser, no hay duda de que algo no va bien en los lugares más altos de Europa. Trabaja como guía de montaña y entrenador especializado en rutas alpinas. Su negocio, Upward, ofrece orientación para alpinismo técnico, esquí de alta montaña, así como formación para otras actividades como la escalada.

“En la actualidad, el derretimiento del hielo en los glaciares se adelanta unas 6 semanas con respecto a un año promedio, lo que significa que estamos en camino de que se derrita aún más hielo este año que en el año récord de 2003”, dice. “Ahora estamos a mediados de agosto, pero los glaciares se ven peor de lo que suele verse a finales de septiembre”.

Raphael se considera “un guía de montaña relativamente joven” pero ya ha observado muchos cambios que “me fascinan pero también me hacen pensar”, explica. “Los glaciares se están retirando significativamente o están desapareciendo, los recorridos por la montaña se están volviendo más difíciles o incluso demasiado peligrosos. Debido a la desaparición del permafrost y las altas temperaturas en zonas de mucha altitud, hay más desprendimientos de rocas o deslizamientos”.

Un verano muy cálido

El verano ha sido especialmente caluroso en todo el continente. El programa Copernicus de la Unión Europea midió desviaciones significativas en la temperatura del aire en la superficie. Las olas de calor en julio trajeron “récords locales y nacionales en las partes occidental y norte del continente”, dice el programa científico.

Los glaciares en los Alpes quedan sin nieve mucho antes que en otros años. “Este año en los Alpes, el hecho de que haya caído menos nieve sobre los glaciares en invierno que el promedio es un factor significativo”, observa Moser. A esto hay que sumarle el alarmante hecho de que el agua se está congelando a una temperatura mucho más alta que antes: ni siquiera el pico del Mont Blanc con sus 4.808 metros pudo permanecer por debajo de los 0 grados en algunos puntos de julio de 2022.

“Los glaciares sirven como depósitos de agua (la precipitación se convierte en nieve y luego en hielo) y en los meses más cálidos del verano continúan liberando agua después de que la nieve se haya derretido. A largo plazo, con el derretimiento de los glaciares, habrá menos agua disponible para beber, para la agricultura, el transporte marítimo, la vida silvestre, etc... Esto significa que el suministro de agua se vuelve cada vez más crítico en los meses de verano”.

La lenta desaparición de los glaciares tiene un preocupante efecto en cadena en toda la biosfera. “Menos agua en el verano también significa más sequía y arroyos y ríos secos o bajos. Los animales y los seres humanos, así como la vegetación, tendrán que adaptarse a períodos más largos de sequía y probablemente sufrirán por ello. Para muchas plantas y animales sensibles, el límite ascendente de cero grados significa que tendrán que adaptar su hábitat a altitudes más altas y pueden ser desplazados por otras especies”.

Trabajando como guía de montaña

Muchos científicos dicen que el cambio climático es una fuerza impulsora en estos desarrollos. Moser está de acuerdo: “Además de la falta de agua de deshielo de los glaciares, el cambio climático también está causando preocupación por los crecientes peligros de la inestabilidad del terreno en las montañas, las sequías y el aumento de los fenómenos meteorológicos severos (fuertes precipitaciones, inundaciones, flujos de escombros)”.

“Como guía de montaña, mi primera preocupación es la seguridad de los clientes: la gestión de riesgos incluye evaluar el terreno y elegir una ruta segura. Con esta elección, todavía se pueden emprender muchas rutas muy hermosas e increíblemente impresionantes”.

Ese es, dice, su “segundo objetivo: brindar a los invitados una experiencia única en la bella creación. ¡Disfruto cada día que se me permite estar en las montañas!”. Raphael está agradecido de seguir perteneciendo a una “generación que es capaz de ver y admirar estos impresionantes elementos y formaciones”, un “regalo maravilloso”.

“Como cristianos, debemos cuidar la naturaleza y las personas”

¿Cómo cambia el ser cristiano tu percepción de la naturaleza?, le preguntamos a Moser. En la montaña, “es claramente la naturaleza, los elementos y las condiciones, quienes determinan las posibilidades. De vez en cuando, incluso se nos permite escalar un pico o admirar un impresionante amanecer, pero no siempre está permitido. Me siento muy pequeño ante el gran poder y belleza que Dios muestra en la naturaleza”. “Personalmente”, añade, “me siento más libre, puedo admirar mejor y experimentar una y otra vez lo pequeños, dependientes y expuestos a los elementos que estamos”.

Creer en el Dios de la Biblia añade un fuerte sentido de responsabilidad. “Estoy convencido de que a nosotros, como seres humanos, se nos ha dado la responsabilidad de cuidar el mundo, la naturaleza, los animales y los demás seres humanos y tratar la creación de Dios con respeto”, dice Raphael. “Como cristianos, por lo tanto, también tenemos claramente la tarea, en mi opinión, de predicar con el ejemplo y defender la naturaleza”.

“Es mi responsabilidad personal y la de todos trabajar para reducir las emisiones y cuidar la naturaleza y las personas. Como creyentes en la vida cotidiana, podemos hacer una gran diferencia o al menos honrar a Dios a través de nuestras pequeñas y tal vez 'insignificantes' acciones”.