El boom de los 60 (2): Concilio Vaticano II, ¿las puertas de una libertad religiosa?

Las exigencias del Concilio de Vaticano II (1962-1965) y la presión internacional obligaron al régimen franquista a modificar el Fuero de los Españoles de 1945. Franco tuvo que promulgar una nueva ley que posibilitará la libertad religiosa y de conciencia que estaban luchando y esperando el pueblo evangélico durante décadas.

06 DE MARZO DE 2022 · 08:00

Presbiterio con la cátedra de San Pedro en la basílica homónima, durante el Concilio Vaticano II. Foto de Lothar Wolleh.,
Presbiterio con la cátedra de San Pedro en la basílica homónima, durante el Concilio Vaticano II. Foto de Lothar Wolleh.

Entre los años 1962 y 1965 se desarrolla el Concilio de Vaticano II, iniciado por la figura del papa Juan XXIII, dicho papa fue fundamental para la modernización de la Iglesia Católica. Él entendió que la Iglesia no podía seguir funcionando de la misma manera, debía ser modernizada y humanizada en los tiempos que estaban viviendo, no podía tener la misma mentalidad del pasado.

El 7 de diciembre de 1965 se aprueba la famosa Declaración “Dignitatis humanae” sobre libertad religiosa, que dice lo siguiente:

“Este Concilio Vaticano declara que la persona humana tiene derechos a la libertad religiosa. Esta libertad consiste en que todos los hombres deben estar inmunes de coacción, tanto de personas particulares como de grupos sociales y de cualquier potestad humana, y ello de tal manera que en materia religiosa ni se obligue a nadie a obrar contra su conciencia ni se le impida que actúe conforme a ella en privado y en público, sólo o asociado con otros, dentro de los límites debidos. Declara, además, que el derecho a la libertad religiosa se funda realmente en la dignidad misma de la persona humana, tal como se la conoce por la palabra revelada de Dios y por la misma razón. Este derecho de la persona humana a la libertad religiosa debe ser reconocidos en el ordenamiento jurídico de la Sociedad, de forma que se convierta en un derecho civil”.1

Esta nueva declaración reforzó el anteproyecto del ministro Castiella que había luchado años atrás. En este momento el pueblo protestante estaba viendo la luz del final del túnel, pronto iban a disfrutar de un texto legislativo que los protegiera como minoría religiosa.

La aprobación de la Declaración de “Dignitatis humanae” fue un problema para el franquismo, dado que era necesario modificar el Fuero de los Españoles de 1945 y crear una nueva Ley Fundamental del Reino que posibilitará el derecho civil a la libertad religiosa de cada individuo. Un año más tarde, en 1967 entra en vigor la Ley de Libertad Religiosa, en dicha ley permitió el acceso a la legalidad de las confesiones minoritarias de España.

En conclusión, la Declaración “Dignitatis humanae” fue clave para el avance del protestantismo español, una pieza necesaria para el camino a la libertad religiosa en nuestro país que finalizará con los acuerdos de Cooperación entre el Estado y FEREDE en 1992.


 

BIBLIOGRAFÍA:

  • Josep CLARA: “Represión, intolerancia y consolidación de los protestantes catalanes en la postguerra: ejemplo Girona” Anales de Historia Contemporánea, 17 (2001), pp. 301-324.

  • Antonio Albert DOMÍNGUEZ: Defensa del protestantismo, Madrid, Federe, 2007.

  • Manuel LÓPEZ: La España protestante. Crónica de una minoría marginada (1937-1975), Madrid, Sedmay ediciones, 1976.

  • José M. MARTÍNEZ: La España evangélica ayer y hoy. Esbozo de una historia para la reflexión, Barcelona, Editorial CLIE, 1994.

 

1 Manuel LÓPEZ: La España protestante. Crónica de una minoría marginada (1937-1975), Madrid: Sedmay ediciones, 1976, p. 136.

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