De mentes y Dementes

¡Qué cosas tiene Dios! ¡Qué locura es esta! ¡El evangelio trasciende culturas e ideas políticas! ¿Qué mente puede soportar una idea así de rupturista y al tiempo unificadora?

ESPAÑA · 26 DE SEPTIEMBRE DE 2017 · 19:28

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Le recuerdo con mucho cariño. Recuerdo su despacho presidido por una pintura enmarcada en la que aparecía Franco de cuerpo entero y tamaño natural. Impresionaba. Impresiona. Recuerdo el pasillo adornado con algunas obras de arte entre las que destacaban unos cuadros realizados por el Teniente Coronel Tejero en sus años de prisión. Recuerdo las comidas en su casa cuando era niño. En aquellas ocasiones siempre se sacaba una botella de Rioja del 75. En la etiqueta, el retrato del “tito Paco” y la frase “No se os puede dejar solos”. ¡Que gracia nos hacía la etiqueta! ¡Qué lejos queda todo eso! ¡Con cuanto cariño recuerdo algunas anécdotas! Estos catalanes…

Recuerdo a mis muy catalanes abuelos maternos. Recuerdo su talla de la virgen de Montserrat dentro de un armarito de madera. También la convicción de mi abuela de que la virgen de Lourdes le había curado el corazón. Una convicción que mantuvo hasta el final a pesar de que eran continuos los pequeños sustos en forma de arritmias y ligeros infartos. Recuerdo con especial cariño a mi bisabuela materna, católica ella, que antes de morir me dijo: “Recuerda que un cristiano debe serlo, no sólo parecerlo”. Estos catalanes…

Mi mujer me explica que su abuela fue de aquellas personas que tuvo que exiliarse a Argentina durante el franquismo. Ella recuerda cuanto le gustaban los tangos y cómo se arreglaba a pesar de sus años. Eran otros tiempos. Para ella, su abuela quiero decir,  la Plaza España de Barcelona, siempre fue “la plaça del mal nom” (la plaza del mal nombre). Estos catalanes…

En la primera iglesia a la que asistí, algunos llevaban la pegatina del toro en sus vehículos. Todo se hacía en español porque “el español lo entiende todo el mundo”. Lo entendía incluso un querido abuelo de Ceuta que hablaba alemán porque tuvo que emigrar allí por algún tiempo. El mismo que me interrumpió un día mientras oraba porque no tenía ni idea de catalán aunque llevaba 25 años en mi tierra. También recuerdo cuando, después de trabajar con mi esposa en un nuevo cancionero, los ancianos rechazaron el proyecto -que habían aprobado y fomentado- porque aparecían doce canciones en catalán. Estos catalanes están locos. ¿Cómo se les ocurre querer alabar a Dios en su lengua?

Con el paso del tiempo hubo un “golpe de Estado” y el consejo de ancianos dejó de serlo a pesar de que los estatutos no contemplaban una situación así. La gente, sin embargo votó a pesar de que los estatutos decían que un tema solo podía ser votado a sugerencia del Consejo… y ganaron. ¡Cristianos panfletarios y carnales! ¡Estos catalanes están locos sin importar la región de España de donde hayan salido!

Antes de esto último, el Señor nos llevó a otra iglesia. Allí los hermanos preferirían llevar el burro catalán en sus coches. Sermones y canciones casi siempre en castellano, y oraciones en ambas lenguas. Aún me sale una sonrisa al recordar una ocasión en la que nos visitó un grupo de misioneros americanos. Era 2008 y España llegó a la final de la Eurocopa contra Alemania. Recuerdo su cara de estupefacción al darse cuenta de que solo 3 o 4 personas íbamos con España y el resto de los allí presentes iba con Alemania. Y la cara de sorpresa cuando algunos se fueron casi sin despedirse cuando era evidente que España iba a ganar el partido. Estos catalanes están locos…

Yo no soy un “cristiano panfletario” ni un “cristiano carnal”. Al menos no más de lo que cualquier otro se considere a sí mismo. Dios me tuvo por fiel para ponerme en el ministerio. Hoy soy pastor en una iglesia fantástica llena de gente fantástica de muchos lugares de España y el mundo. Estamos en Barcelona y predicamos en castellano aunque muchos de nuestros miembros usamos regularmente el catalán en nuestras casas y conversaciones. En nuestra iglesia, como en el resto de la sociedad, nos juntamos gente que siente, vive y vota de manera diversa. Hay personas que llevan a España en el corazón y otros, son independentistas. ¡Qué cosas tiene Dios! ¡Qué locura es esta! ¡El evangelio trasciende culturas e ideas políticas! ¿Qué mente puede soportar una idea así de rupturista y al tiempo unificadora? ¡Estos cristianos están locos!

Estos días he visto algunos artículos y reportajes sobre lo que está pasando en Catalunya. De lo que vivimos los catalanes. Hoy veo a la Guardia Civil entrar en las Instituciones de mi tierra y suspender de facto la autonomía de Catalunya. ¿Quién no lo ha visto? Agradezco a Dios por la cantidad de mentes pensantes que opinan sobre lo que aquí acontece. A veces me enfado, pero también me rio bastante con la manipulación informativa que vemos en las televisiones y periódicos. Incluso a veces me hace gracia comprobar como la intoxicación ha llegado a mentes ilustres, lejanas y cercanas, ateas y cristianas.

Pero hoy quiero confesar que mi hija pequeña últimamente tararea, de aquella manera en que lo hacen las niñas que todavía no hablan bien del todo, dos canciones: “10.000 razones” de Evan Craft y “Els segadors”. La primera la escucha en la iglesia casi cada semana. La segunda la escuchó de sus padres, y un millón de personas más, en las calles de Barcelona hace unos días. La llevamos a cada sitio…

Mi mujer piensa que igual no debería tararear el “bon cop de falç” porque suena muy bélico. Parece poco cristiano y algunos de nuestros vecinos se podrían ofender cuando la canta bajando las escaleras. A mí me hace gracia. Lo siento, es así. 

En fin, deciros que (si la Guardia Civil lo permite) el próximo 1 de octubre, antes de ir a la iglesia para alabar a Dios y compartir la Palabra, llevaré a mi hija al colegio electoral. Siempre le ha gustado introducir los sobres en la urna y no vamos a desaprovechar la ocasión. Y si podemos hacerlo, aunque parezca una locura, daremos gracias a Dios por ello.

 

Samuel Aran Pou – Pastor – Barcelona (España)

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - SAMUEL ARÁN POU - De mentes y Dementes