Respuestas a las 10 preguntas de Will Graham

ESPAÑA · 27 DE AGOSTO DE 2015 · 03:41

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Will Graham publicó unas preguntas en su artículo de Protestante Digital del 25 de julio de 2015, dirigidas a lo que llama “cristianos pro-homosexuales”[i]. Son 10 preguntas y las califica de urgentes, así que he intentado responderlas.

 

1. ¿Cuáles son los versículos que te llevaron a la conclusión de que la homosexualidad es una bendición de Dios?

Ningún versículo bíblico me ha llevado la conclusión de que la homosexualidad es una bendición de Dios. Tampoco hay un verso bíblico que me diga que la heterosexualidad es una bendición de Dios. En la experiencia de la fe cristiana comprendemos que Dios es la fuente de toda bendición y eso se aplica a todo ser humano, sea cual sea su identidad sexual. En las experiencias concretas hay muchas personas para quienes su homosexualidad es una “maldición” debido al rechazo y exclusión de que son objeto, pero eso no viene de Dios, sino de personas de carne y hueso.

 

2 ¿Por qué Jesús citó el patrón de Génesis 2 cuando definió el matrimonio entre un hombre y una mujer?

Jesús cita Génesis 2 porque le hicieron una pregunta sobre el divorcio, es decir, sobre la “institución matrimonial” que, en su tiempo y a lo largo de muchos siglos (hasta época reciente), sólo podía existir entre un hombre y una mujer. El matrimonio se regulaba con normas diversas. Tal como lo dice Jesús, la ley de Moisés trata de proteger a la mujer (para que no sea un objeto que se pueda manejar al capricho del varón, cuando la repudia), pero no anula el problema de fondo: la dureza del corazón humano, que tiende a la opresión del fuerte sobre el débil (la mujer es la parte débil, por el orden patriarcal vigente).

Y Jesús muestra el propósito de Dios entre los esposos, que se expresa en el propósito de unión amorosa (“ser una sola carne”) y que no se debería de romper… pero se rompe; por desgracia, se rompe con errores que se cometen dentro de la pareja y con errores que provienen de la injusticia humana. Los divorcios son cosa que seguimos viendo en muchas parejas, lamentablemente, tanto parejas heterosexuales como parejas homosexuales.

 

3 ¿Qué haces con todos los pasajes bíblicos que condenan la homosexualidad en términos explícitos?

¿Qué hago? Me uno al trabajo exegético y hermenéutico responsable de muchos, lo cual siempre tenemos que hacer frente a los desafíos éticos que nos toca vivir cada generación de cristianos. En la Biblia hay 5 versos que condenan prácticas homosexuales (dejo fuera Gen. 19, que es el castigo a Sodoma y Gomorra, porque está claro que allí se condena la gran maldad de sus habitantes, el tema es otro). De esos 5 versos, dos están en el A.T.: Levítico 18:22 y 20:13, y tres en el N.T.: Romanos 1: 26 ,27; 1Corintios 6:9; 1Timoteo 1:10.

El trabajo responsable de la interpretación bíblica se tiene que seguir haciendo, con oración y espíritu de diálogo. Aquí no entraré a comentar nada de cada uno de esos 5 versos (eso llevaría más espacio y tiempo), pero sí te comento dos cosas: 1) allí no se condena la homosexualidad, sino unas prácticas homosexuales (que las podía realizar gente heterosexual… como sabes, eso ocurre con frecuencia) y 2) creo que hay mucho camino por recorrer en el diálogo, por eso veo bastante sensata una propuesta que hizo mi amigo el Dr. Juan Stam (teólogo que vive en Costa Rica), quien dijo que en el mundo evangélico hace falta una “moratoria sobre la homosexualidad”, donde se dé un compromiso para no seguir condenando a la gente gay y, entre tanto, se siga con un diálogo maduro y responsable.

 

4. A lo largo de la historia, ¿por qué la iglesia cristiana –sea la rama ortodoxa, la católica o la protestante- siempre ha condenado la homosexualidad junto con todos sus gigantes teológicos?

Por una razón muy sencilla amigo Will: la iglesia cristiana (incluyendo a sus gigantes teológicos) está dentro de la historia y todos somos “hijos de los tiempos que vivimos”. En el siglo 18 (y parte del 19) no se veía lo pecaminoso del machismo, como ahora se puede ver mejor. En el siglo XVI (incluyendo a los reformadores) no se veía la maldad que hay en una institución que pervivió por siglos, como la esclavitud. La lucha por los derechos de los gays es muy reciente en la historia, de finales del siglo XX y los inicios del XXI. Yo no voy a preguntar a Barth o a Bonhoeffer (en sus textos, quiero decir) qué posición tienen sobre la homosexualidad, porque no fue un desafío en su tiempo. En cambio, sí lo es para nosotros. Y una aclaración amigo Will: hay que quitar el “siempre”, porque ahora hay diversas iglesias (protestantes) en el mundo que no condenan la homosexualidad, es cierto que son pocas, pero es algo que pone un matiz crítico a tu pregunta (aunque tal vez tú podrías decir que ese posicionamiento las deja “fuera” de la iglesia cristiana).

 

5. ¿Estás seguro de que tu postura pro-gay no se debe a tu contexto socio-cultural en el siglo XXI?

¡Claro que se debe a mi contexto socio–cultural! Sería muy deshonesto decir lo contrario. Del mismo modo, la postura “tradicional” se debe a un contexto socio–cultural que mantiene vigente la “hetero–normatividad”. Pero todos los cristianos intentamos discernir la voluntad de Dios, como discernimiento del Reino de Dios en la historia, para responder a los desafíos que nos toca vivir. Y este es uno de tales desafíos (como hay otros desafíos también muy importantes y graves) y nos toca hacerlo guiados por la Palabra y el Espíritu de Dios. Y confiamos en la gracia del Señor, que es el fundamento sobre el cual edificamos, aun cuando no sabemos qué valor tendrá nuestra obra desde la perspectiva escatológica (1Cor 3:10–15).

 

6. ¿Me puedes dar una definición bíblica del matrimonio y del amor?

Una definición bíblica que yo suscribo absolutamente es el bello pasaje de Pablo en 1Corintios 13, sobre el amor. Creo que el amor es lo que revela quién es Dios y el amor es lo único que permite confesar la absoluta solidaridad de Dios con la humanidad por medio de Jesucristo (Juan 3:16). Y no veo que la pareja (sean esposos o sean pareja de hecho) tenga otra definición que ese propósito común, que se expresa en el voto que se dan, de amarse, cuidarse y ser fieles mientras vivan. Ese voto hace que dos personas queden casadas.

 

7. Si estás a favor del matrimonio gay por consentimiento mutuo, ¿por qué no podrían tres o cuatro personas casarse o miembros de la misma familia o dos menores de edad?

Aquí te has pasado Will, por eso no te respondo. Quiero pensar que la pusiste para completar el número 10.

 

8. ¿En qué se diferencian para ti un discípulo de Cristo y una persona no convertida?

Entre un discípulo de Cristo y una persona no convertida puede haber muchísimas diferencias o puede no haber casi ninguna diferencia observable. Pero es evidente que la diferencia está en “la experiencia de encuentro con Cristo”. Esa es la diferencia fundamental. Yo he escrito algo al respecto en la página de mi iglesia: “El encuentro con Cristo ¿qué significa?”[ii].

 

9. En vez de tacharnos de ‘homófobos’, ¿entiendes la verdadera razón por la que los evangélicos bíblicos nunca podremos aceptar la homosexualidad bajo ningún pretexto?

La homofobia no es algo “dentro” de personas concretas, que las convierte en “seres malignos”. No. La homofobia es algo más complicado. Es algo que opera de modo efectivo y de modo invisible: es lo que se llama “naturalización”, se le mira como algo “natural”. La estructura y dinámica de la homofobia (como la xenofobia o la misoginia) hace que ciertas cosas sean consideradas normales y excluye lo que no entra, tachándolo de “anormal”. El problema es que genera exclusión y sufrimiento, porque es una violencia contra un sector de la sociedad. Y no es poco el dolor que inflige. La homofobia es el ejercicio “natural” de una gran injusticia. Del mismo modo operaba el racismo que hacía posible el apartheid en Sudáfrica, entre los años 1948 y 1993, como algo que no se veía desde dentro, como le pasó a la iglesia reformada holandesa de Sudáfrica, que no fue sino hasta 1992 (ya liberado Mandela) que reconoció el apartheid como pecado.

Yo también me considero un evangélico bíblico, como tú Will (aunque tampoco importa mucho cómo me considere yo, o cómo me consideren los demás, porque mi confianza está puesta en el Señor), pero creo que es mejor que tú me digas “la verdadera razón” por la que no aceptarás, bajo ningún pretexto, la homosexualidad. Eso creo que me lo puedes decir tú mismo.

 

10. ¿Te parece éticamente correcto seguir llamándote cristiano si violas abierta y públicamente la voluntad de Dios y animas a otros a hacer lo mismo?

Will, la pregunta está formulada de modo casi agresivo, para descalificar. Comprendo que tengas un celo que te lleva a decir que quienes tenemos otra posición violamos la voluntad de Dios o animamos a otros a hacer lo mismo. Pero yo, al igual que tú, sigo al mismo Señor Jesucristo que se nos revela en los evangelios y en la vida misma por medio del poder del Espíritu Santo. También busco hacer la voluntad de Dios, sabiendo que es un discernimiento incesante, lo cual requiere depender de su Palabra y su Espíritu, junto con mis hermanas y hermanos en la fe, frente a los retos que enfrento en mis circunstancias.

Desde esa perspectiva, intento que mi ética responda a esa pertenencia y a esa búsqueda pero, por otra parte, también sé que el juicio definitivo lo tiene Dios, no tú.

Un abrazo fraterno Will.

 

Víctor Hernández Ramírez – Dr. Psicología – Barcelona, España

 

[i] http://protestantedigital.com/magacin/36874/10_preguntas_para_los_cristianos_prohomosexuales

[ii] http://www.esglesia-betlem.org/el-encuentro-con-cristo-que-significa/

 

 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - VÍCTOR HERNÁNDEZ RAMÍREZ - Respuestas a las 10 preguntas de Will Graham