César Vidal: ‘Siempre he pagado todos mis impuestos’

“No soy moroso, llevo años en un pleito judicial -aún inconcluso- por mis derechos, ante una torcida interpretación de la Agencia tributaria, sin que haya siquiera resolución previa”

Redacción PD

MIAMI · 26 DE DICIEMBRE DE 2015 · 13:00

,César Vidal

La Agencia Tributaria (AEAT) ha publicado este pasado miércoles la primera lista de grandes deudores con la hacienda pública que incluye a 4.855 personas físicas o jurídicas con una deuda total de 15.600 millones de euros.

Empresas constructoras e inmobiliarias copan la lista de Hacienda en la que también aparecen clubes deportivos y una gran cantidad de empresas quebradas.

La lista incluye 345 personas físicas con una deuda conjunta de más de 700 millones y 4.510 personas jurídicas con una deuda de 14.900 millones. En este último grupo figura César Vidal conocido escritor, historiador y comunicador.

En su facebook personal, César Vidal ha respondido ante esta publicación de su nombre como deudor de 2.4 millones de euros.

Recuerda en primer lugar que no le acusan de “defraudador” sino de “moroso” y que esto último entiende que es incierto ya que en su caso no hay resolución previa en un caso que lleva años en los tribunales y que motiva que le acusen de esta deuda.

En cuanto a su actuación, explica que “siempre he pagado hasta el último céntimo de impuestos y esta situación no deriva más que de una torcida interpretación de la Agencia tributaria a la que llevo años resistiéndome en los tribunales”.

El resultado final “es superior a los ingresos que haya podido tener jamás”. Por ello, afirma, “he pleiteado por esta causa –aún inconclusa– y lo seguiré haciendo hasta la última instancia”.

Entiende que publicar su nombre en la lista de deudores es una “gravísima ilegalidad cometida por Hacienda pisoteando la ley de protección de datos” y que “esto se ha aprovechado por algunos medios para realizar ajustes de cuenta” con su persona.

 

RESPUESTA COMPLETA DE CÉSAR VIDAL:

"No voy a entrar en la gravísima ilegalidad cometida por Hacienda pisoteando la ley de protección de datos y publicando los relativos no sólo a empresas sino a particulares.

Tampoco voy a entrar en que, dados a publicar, seguramente a todos nos hubiera gustado más que se publicaran los beneficiados por la amnistía fiscal de Montoro. Eso lo paso por alto.

Entro en otras cosas.

De entrada es un grave error confundir defraudador con moroso. El defraudador es un delincuente y todos los de la lista se encontrarían ahora mismo en el banquillo si lo hubieran sido.

El moroso es el que no ha abonado en tiempo una deuda. Sucede, sin embargo, que para abonarla tiene que existir una resolución previa al respecto y en este caso, al menos en lo que a mi se refiere, no existe. No sólo eso. Llevo pleiteando con esta situación desde la época de ZP. Porque, primero, fue ZP y luego Montoro.

Siempre he pagado hasta el último céntimo de impuestos y esta situación no deriva más que de una torcida interpretación de la Agencia tributaria a la que llevo años resistiéndome en los tribunales.

Tras pagar durante años, la Agencia tributaria aparece y decide que mi empresa soy yo y que, por lo tanto, lo que pagó mi empresa he de pagarlo ahora yo por segunda vez, con una escala tributaria mayor, más multa, más intereses.

El resultado final es superior a los ingresos que haya podido tener jamás. Semejante expolio se viene practicando desde hace años.

Algunos capitulan, entre otras razones, porque, preventivamente, Hacienda podría embargar sus salarios condenándolos al hambre a ellos y a sus familias. Otros decidimos resistir.

Yo pleiteo porque es mi derecho y porque tengo razón y, sobre todo, porque creo que es un deber ciudadano oponerse a inspecciones contra derecho en las que la Agencia tributaria convierte a los contribuyentes en lo que una sentencia del Tribunal supremo ha denominado “Guantánamo tributario”.

El hecho de que Hacienda pierda más de la mitad de las causas ante los tribunales avala lo que digo porque, lamentablemente, son legión los contribuyentes que prefieren pagar y callar para no tener problemas en el futuro y aunque sea injusto, agachan la cabeza y se someten.

Yo no pienso hacerlo.

He pleiteado por esta causa –aún inconclusa– y lo seguiré haciendo hasta la última instancia. Es mi obligación como ciudadano y como responsable de una familia no dejarme despojar inicuamente del fruto de mi trabajo. Hasta el final.

El que luego esto sea aprovechado por algunos medios para realizar ajustes de cuentas –especialmente en Cataluña– o que alguno incluso me convierta en medio de comunicación -¡yo solo!– para así poder colocarme en el titular me trae sin cuidado.

Enfrentarse a Montoro y a otros poderes fácticos tiene estos costes.

Yo tengo la conciencia tranquila y no me voy a rendir ante una Agencia tributaria despótica, ante un ministro que ha endeudado a España históricamente y ha hundido a su propio partido y ante los que han decidido arremeter contra mi.

Espero que haya quedado todo claro. Feliz Navidad"

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