“Es más fácil sedar a un paciente que escuchar su dolor”

Luc Olekhnovitch, experto en ética, agradece que la nueva ley francesa sobre el final de la vida excluya la eutanasia activa, pero espera que se sigan desarrollando los cuidados paliativos.

  · Traducido por Cristina Rovirola

Evangelical Focus · PARÍS · 04 DE ABRIL DE 2015 · 08:00

Médico en un hospital / HuffPost,hospital, médico
Médico en un hospital / HuffPost

La semana pasada, la asamblea francesa aprobó una ley sobre el final de la vida que legaliza la “sedación continua y permanente” para pacientes terminales.

Una gran mayoría de los representantes (incluyendo los dos partidos principales) votaron a favor de la ley Leonetti-Claeys, cómo ha sido llamada, porque era un compromiso entre posiciones. Incluye, por primera vez, la posibilidad para alguien de pedir que “le duerman hasta que se muera”.

Evangelical Focus contactó a Luc Olekhnovitvh, presidente de la Commission d’Éthique Protestant Évangélique (Comisión Protestante Evangélica de Ética) para conocer lo que piensan los creyentes franceses acerca de la ley.

 

Pregunta. ¿Qué piensas acerca de la nueva versión de la ley en Francia? ¿Está más a favor de la pro-vida o la pro-eutanasia?

Respuesta. La nueva ley, que aún tiene que ser aprobada por el Senado, no implementa la eutanasia pero aumenta los derechos de los pacientes para conseguir su última voluntad a través del testamento vital. También otorga el derecho a la sedación que ayudará a algunos a sufrir menos al final de su vida.

Luc Olekhnovitch.

El problema es la manera en la que la ley será aplicada. ¿Se usará sistemáticamente la sedación terminal? ¿Ayudará la nueva ley a que se produzca la eutanasia a escondidas? Hemos visto éste fenómeno en los Países Bajos. Tendremos que estar muy atentos a los decretos que aplicaran esta ley.

Por otra parte, existe el riesgo de detener el desarrollo de los cuidados paliativos. Es mucho más fácil sedar a alguien que escuchar a aquellos que sufren.

Esta ley también cambia la relación entre el doctor y el paciente. El doctor se convierte en el proveedor de servicios que tiene que cumplir con su contrato y no con su paciente, en una alianza terapéutica en contra de la enfermedad. Esto supone un problema de conciencia para el doctor cuando el paciente con cáncer pide detener el tratamiento vital y que se le aplique la sedación terminal; realmente está decidiendo sobre su muerte.

Es cierto que si Vincent Lambert, un caso que causó mucho debate social en Francia, hubiera escrito su testamento vital, le hubiera ahorrado a su familia muchos problemas en el juicio.

Pero existe una ilusión al pensar que podemos controlarlo todo, incluyendo la muerte. De hecho, pocas personas escriben sus testamentos vitales ¡porque a la gente no le gusta pensar en la muerte!

 

P. Que piensan los evangélicos en Francia acerca de esta ley?

R. Los líderes evangélicos creen que lo peor ha sido evitado que hubiera sido que la ley estableciera la eutanasia. Hay un consenso entre los evangélicos: los cuidados paliativos deberían desarrollarse más y deberían incluir cuidado espiritual.

Pero, es cierto, que la idea de tener el derecho a la autonomía individual y controlar tu propia muerte también ha entrado a las iglesias evangélicas.

 

P. ¿Ha habido un debate en los medios de comunicación y la sociedad acerca de esta ley? ¿Hay personas que quieren seguir los pasos de Bélgica, Holanda y Suiza al facilitar a las personas el suicidio asistido?

R. La opinión pública francesa, al menos de aquellos que respondieron a las encuestas, está a favor, mayoritariamente, de la eutanasia y el suicidio asistido. Pero las personas no ven las consecuencias sociales: para aquellos que son más vulnerables, crea el deber de tener que morir.

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