Keylor Navas: ‘Dios hace mi sueño realidad’

Keylor Navas ya es jugador del Real Madrid. El portero costarricense fue presentado, como es habitual, en el palco del estadio Santiago Bernabéu, siendo vitoreado por miles de aficionados que se acercaron al estadio para darle la bienvenida. El nuevo portero del equipo blanco desembarcaba el lunes en la ciudad. Sus primeras palabras al aterrizar fueron para “dar gracias a Dios” por la oportunidad que se le abre al llegar al actual campeón de Europa. CON LA BIBLIA EN LA MANO Este martes, al pasar revisión médica, se le veía sosteniendo una Biblia –versión Reina Valera 1960, la clásica versión de los protestantes de habla hispana-. Al salir del reconocimiento médico y entrar en el coche, las cámaras de televisión le captaron abriendo la Biblia y leyéndola mientras arrancaba el vehículo, con destino al Santiago Bernabeu. “Quiero agradecer a Dios hacer mi sueño realidad. Lo soñé desde niño”, decía Keylor Navas. tras las palabras de bienvenida pronunciadas por Florentino Pérez. “Es un día lleno de ilusión y confianza. Soy feliz de estar en el club más grande del mundo. Estoy demasiado contento, voy a darlo todo por este club, espero ayudar a conseguir muchos títulos. Lo último que puedo decir es ¡Pura vida, hala Madrid!”, concluyó Keylor, que estaba acompañado por su esposa y su hija mayor. “DIOS, LO PRIMERO” Es habitual que el nuevo portero del Real Madrid haga mención a su fe, pilar básico en su vida. “Dios es lo primero”, comentaba en una entrevista realizada en abril con un diario local, donde comentaba como colaboró con la asociación bautista Nova Vida de Torrent (Valencia). “Dios para mí lo es todo. Me ha dado salud y un gran trabajo que debo aprovechar (…) Sé que debo esforzarme y trabajar”, decía Keylor. Y es que una de sus cualidades destacadas por su familia y compañeros es su constancia y trabajo. “Siempre se ha esforzado y ha trabajado con mucha humildad”, contaba su madre en una entrevista a la cadena Cope. Será porque sabe que, como dice su versículo favorito, no busca “la aprobación de los hombres sino de Dios” ( Gálatas 1:10). “Si buscara la aprobación de los hombres, ya no sería un hijo de Dios”, decía Keylor.