M. L. King 'quiso hacer la voluntad de Dios'
Este 19 de enero EEUU conmemora el día de MLK. De forma profética dijo antes de morir: “Dios me permitió llegar a la cumbre y he visto la tierra prometida. Puede que yo no vaya pero no temo a hombre alguno. Mis ojos han visto la gloria de la venida del Señor”
WASHINGTON · 18 DE ENERO DE 2015 · 19:20
Estados Unidos rinde homenaje a Martin Luther King cada tercer lunes de enero, este año 2015 el día 19. Es una de las pocas fiestas nacionales. De esta manera, todos los norteamericanos recuerdan y rinden homenaje al hombre asesinado hace 47 años por defender que todos los hombres, blancos y negros, han sido creados iguales y a imagen de Dios, y por lo tanto ante la Ley.
Pastor evangélico y activista político, Premio Nobel de la Paz en 1964, Martin Luther King Jr. nació en Atlanta (Georgia) el 15 de enero de 1929. Fue pastor bautista, como también lo fueron su padre y su abuelo.
Martin Luther King (MLK) se graduó en el Crozer Theological Seminary en 1951 y recibió su Doctorado de Filosofía Ph.D. de Boston University en el año 1955. En 1954, King fue elegido pastor de la Iglesia Bautista de Dexter Avenue en Montgomery, Alabama, liderando el boicot al bus de Montgomery en 1955. En 1957 participó en la fundación de la Conferencia Sureña del Liderazgo Cristiano (SCLC, siglas en inglés), creado para organizar el activismo por los Derechos Civiles.
LA FE DE MLK
A menudo no se menciona la relación entre la fe de Marthin Luther King y su actividad social y política ¿hasta qué punto estaban unidas? Abordamos esta cuestión de la relación de la fe y la obra de MLK con el periodista y teólogo español José de Segovia.
En su análisis explica que MLK fue formado en la “teología liberal blanca” con énfasis en el activismo social, más allá de lo que se entiende como un cristianismo ortodoxo. “Pero en sus momentos de crisis en su lucha social siempre volvía a la fe ortodoxa evangélica”, por lo que lo ve como un continuo buscador de reencuentros con la fe que vivió de niño, “conviviendo en tensión ambas experiencias, la intelectual o racional que duda y la vivencial que quiere arraigarse en lo básico de la fe cristiana en Jesús”.
“YO TENGO UN SUEÑO”
Se cumplen ahora 50 años de su famoso discurso “Yo tengo un sueño”, un discurso social y político, afirma De Segovia, pero “lleno de esperanza que sólo puede ser de origen divino”, con frases en las que existe “la fuerza de las palabras de carácter bíblico, y una visión que creo que venía de Dios”.
En este sentido, y sobre todo ante la radicalización que suponía Malcom X, sólo la fe de MLK le sirve para salir adelante, y en esto “creo que debemos ver la providencia de Dios, que abrió el camino entre la tibieza blanca y el radicalismo violento negro”.
“Podríamos decir que es la visión social del Evangelio, y la injusticia social que entra en contradicción con el mensaje bíblico lo que lleva a MLK a enfrentar el problema de la injusticia con los negros”.
El ve a todos los hombres como iguales, y busca un proceso pacífico de lucha por los derechos civiles que es sumamente complicado y difícil, y que le supuso una tensión enorme, que sin duda influyó en los errores que cometió ("sin que esto le justifique").
Pero entiende De Segovia que debemos reconocer que había una inspiración cristiana en su vida y actividad, aunque también tenía dudas sobre algunos aspectos concretos de la fe cristiana, él desde luego “vivió su activismo como una misión de parte de Dios”.
SU ÚLTIMO DISCURSO
De hecho, dice el teólogo español, le conmueve el último discurso de MLK, poco antes de ser asesinado. “Quisiera tener una larga vida, pero eso no es lo importante, simplemente quiero hacer la voluntad de Dios.”, dijo la noche anterior a su muerte King ante los fieles congregados en Mason Temple.
Y de forma profética, recuerda José de Segovia, expresó “Dios ha permitido que llegara a la cima de la montaña y desde allí he visto la tierra prometida. Y es posible que no vaya a la tierra prometida con ustedes (…pero) Estoy feliz esta noche. Nada me preocupa. No temo a hombre alguno. Mis ojos han visto la gloria de la venida del Señor”.
Esto demuestra de forma clara, afirma De Segovia, que “MLK no es ya el mismo joven de las dudas de fe iniciales de su vida pública, fruto de su educación teológica liberal, sino que las crisis y la fragilidad le han llevado a sostenerse aferrado a la esperanza en Dios y en la misión, con sus defectos y contradicciones, luchando contra el pecado del racismo. Sin duda fue utilizado por la providencia de Dios para dar un giro a la situación injusta del pueblo negro en EE.UU.”
En este sentido, MLK aprendió del método Gandhi, pero añadiendo la dimensión de su fe, aprendiendo que la violencia no era ni el único camino, ni siquiera el camino. La resistencia pasiva de Ghandi se suma a la luz de la tierra prometida y la gloria del Señor que vio MLK.
¿Cómo reaccionaron las iglesias evangélicas ante la actividad de MLK? “Incluso hasta el día de hoy sigue habiendo posturas contrarias, a favor y en contra. A menudo quienes quieren atacarle utilizan citas de sus ideas o de su vida de juventud o fuera de contexto” explica De Segovia. “Parece que quien está en contra utiliza cualquier argumento para desacreditarle, de hecho ya fue acosado durante su vida y sometido a un auténtico espionaje”.
LEGADO TEOLÓGICO
¿Influyó de alguna forma la actuación de MLK en la teología del compromiso social de los creyentes? De Segovia cree que su legado está adormecido, existiendo a veces actitudes xenófobas en los EE.UU. de hoy en día, incluso entre los propios cristianos, en contra de la revelación bíblica y buscando sólo defender un estatus quo de injusticia social.
Por otro lado, explica José de Segovia que las iglesias evangélicas afroamericanas están en continuo crecimiento en Norteamérica, lo que ayuda a la normalización social, aportando unos fundamentos bíblicos y sociales que dan dignidad y esperanza a todo ser humano, sin distinción de raza.
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