¿‘Cristianos’ o ‘comunidad de Jesucristo’?

Dado que el vocablo ‘comunidad’ recibió usos muy amplios a lo largo del tiempo, es necesario poner suma atención al investigar su significado en relación con el Hijo de Dios.

02 DE SEPTIEMBRE DE 2018 · 06:05

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Al continuar comentando el documento del Movimiento de Lausana sobre el nominalismo cristiano, toca ahora referirnos al punto “4. Incorporación a la comunidad de Cristo, la iglesia local” (01) que está incluido en su enfoque teológico.

No es raro escuchar a los que citan el libro de Hechos para afirmar que Jesús fue el primer socialista, o comunista. También ya son un lugar común las prédicas del llamado ‘evangelio de la Prosperidad’, donde se presenta al Señor Jesucristo como modelo del capitalismo (02)

EL CONCEPTO DE COMUNIDAD EN LA BIBLIA

Dado que el vocablo ‘comunidad’ recibió usos muy amplios a lo largo del tiempo, es necesario poner suma atención al investigar su significado en relación con el Hijo de Dios.

Abram vivía holgadamente en Ur de los caldeos, la floreciente ciudad que dio origen histórico a la urbe moderna, la urbanidad y el urbanismo.  Su comunidad era muy numerosa, pues incluía a sus padres, hermanos, sobrinos y personal de servicio. Además tenía ganado apacentando en sus campos, y otros bienes. Dios le llama a salir de allí a un destino no conocido. Taret, padre de Abram, toma la iniciativa y sale llevando consigo a su hijo, su nuera Sarai, y su nieto Lot. Cuando llegan a Harán hacen un alto. Allí es donde Dios reitera el llamado a Abram: 

“Vete de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.” (03) 

Abram tenía 75 años de edad, y obedece el llamado a dejar su comunidad, reanudando el viaje  con su esposa y sobrino. Todo lo que sucede luego es una historia con un hecho relevante que marca diferencias: la salida de un lugar y comunidad propios, para dirigirse a otros totalmente desconocidos. 

Por su conducta de perfecta obediencia al llamado divino, cuatro milenios atrás, Abraham (04) es reconocido hasta el día de hoy como ‘padre de los creyentes’ (05) por el judaísmo, cristianismo e islamismo; las tres confesiones monoteístas. 

Esta historia nos lleva al momento en que uno de los discípulos de Jesús de Nazaret, Simón Pedro, habla al Maestro en nombre de los otros. En un planteo humanamente racional - pero quejumbroso – el ex pescador demuestra no haber entendido la lección de Abraham:

“Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido. Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna. Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros”. (06)

No encuentro mejor explicación a esta afirmación de Jesús que la dada por D. Bonhoeffer (07). Refiriéndose al modo en que Jesús había llamado a sus discípulos, dice que ellos “se convirtieron en seres individualistas (…) que abandonaron todo cuando él los llamó; los que pueden decir de sí mismos: ‘Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido’. A ellos se hace la promesa de una comunión nueva. Según la palabra de Jesús, ya en este mundo recibirán centuplicado todo lo que abandonaron. Jesús habla aquí de su comunidad, la que se encuentra en él (…) A quien osa convertirse en individuo, basándose en la palabra de Jesús, se le concede la comunión de la iglesia. Se halla en una fraternidad visible que le devuelve centuplicadamente lo que perdió.” 

Hay, sin embargo, una condición para ese ‘cien veces’: “con persecuciones”. El mártir alemán define esa condición y su recompensa como “la gracia de la comunidad que sigue a su maestro bajo la cruz. Esta es, pues, la promesa hecha a los seguidores de Jesús: convertirse en miembros de la comunidad de la cruz, de ser pueblo del mediador”. 

“Iban por el camino subiendo a Jerusalén; y Jesús iba delante, y ellos se asombraron, y le seguían con miedo. Entonces volviendo a tomar aparte a los doce, les comenzó a decir las cosas que le habían de acontecer” (08)

Como para confirmar la seriedad de su llamado a ser seguido; ante la imposibilidad de seguirle solo con la fuerza humana, y con la promesa de estar con ellos en las persecuciones, Jesús va delante de los discípulos rumbo a Jerusalén, para sufrir la cruz; “y los que le siguen se asombran y temen al contemplar este camino por el que él les llama” – concluye Bonhoeffer.

En días que muchos hombres, mujeres, ancianos y niños mueren en este mundo por causa de confesar a Jesucristo (09) debemos agradecer a nuestro Padre porque haya comunidades enteras dispuestas a morir con tal de no renunciar a su fe en Jesucristo. Tal vez Su propósito sea que a lo largo de la historia de Su Gracia algunos de los verdugos de tantos hermanos y hermanas nuestros lleguen a conocerle. 

Pensemos por un momento en esa elocuente escena del centurión romano al pie de la cruz de Cristo, al ser movido por el Espíritu de Dios para exclamar: “Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios” (10) ; quizás en distintos sitios del planeta se refleje ahora mismo en medio de la brutal agresión de los asesinos de comunidades enteras de seguidores de Jesucristo. Algunos se conmueven al comprobar el valor de esas víctimas que caen bajo sus machetes y antorchas encendidas, sin dejar de alabar a Dios por haber sido dignos de vivir y morir por Su causa. 

De allí que se nos anime a orar aún por nuestros enemigos. Que el hecho sangriento de la cruz de Cristo, emulado en el sacrificio de tantos hermanos y hermanas, lejos de infundirnos un sentimiento de temor a la falsa inmediatez en que vivimos nos anime a ser fieles en el seguimiento a Su inefable llamado. 

La primera comunidad de seguidores de Jesucristo se da en Jerusalén, el día de Pentecostés, en el año 33, cincuenta días después de la resurrección de Jesucristo (11)

 “Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados, y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.

Sobrevino temor a toda persona, y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos y tenían en común todas las cosas: vendían sus propiedades y sus bienes y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. 

Perseveraban unánimes cada día en el Templo, y partiendo el pan en las casas comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” (12)

¿Cuáles fueron las principales características de la comunidad de seguidores de Cristo? 

Apuntemos: 

1. Tiene una fecha cierta de comienzo visible, y geográfica. 

2. Nace como respuesta a la predicación del mensaje del Evangelio de Jesucristo.

3. Se añaden a ella los que reciben el bautismo instituido por el propio Jesucristo.

4. Sus miembros perseveran en:

    a)  la doctrina de los apóstoles de Jesucristo.

    b)  la comunión unos con otros;

    c)  el partimiento del pan instituido por Jesús en la ‘última cena’;

    d)  las oraciones;

    e)  estar juntos;

     f)  desprenderse de los bienes materiales;

    g)  tener todas las cosas en común;

    h)  cubrir las necesidades de cada uno;

     i)  concurrir cada día al Templo (judío) como lugar de reunión, dado su gran número;

     j)  comer juntos en las casas, con alegría y sencillez genuinas;

    k)  alabar a Dios;

     l)  servir a sus semejantes, sin discriminación.

5. Estas fueron las consecuencias de la vida de esta comunidad nueva en Jerusalén:

    a)  todas las personas que habitaban allí tuvieron temor por lo que veían;

    b)  los apóstoles realizaban muchas maravillas y señales, por el poder del Espíritu Santo;

    c)  el Señor añadía a la iglesia, cada día, a los que serían salvados por Su sola Gracia.

En nuestro próximo artículo nos ocuparemos de la iglesia local. Mientras tanto, repasemos los listados expuestos; y respondamos sin prejuicios a estos tres interrogantes:

¿Cuáles de las doce características de la primera comunidad faltan en nuestra iglesia local? 

¿Vemos en nuestra iglesia local los tres resultados producidos por la comunidad en Jerusalén?

Y conforme a lo que respondamos en cada caso, concluyamos preguntándonos: ¿Por qué? 

Con un fraternal saludo, nos despedimos hasta la próxima, si el Señor lo permite.

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Notas

Ilustración: https://www.conmuchagula.com/viajar/

01. Ver la traducción al castellano de este autor entrando a: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10156536840628887&set=pcb.226115604879908&type=3&theater&ifg=1

02. Hay quienes ven en Jesucristo al primer socialista o comunista; otros lo asocian con el capitalismo. La RAE dice que el comunismo es la "Doctrina que propugna una organización social en que los bienes son propiedad común.” Tal doctrina fue “formulada por Karl Marx y Friedrich Engels, teóricos socialistas alemanes del siglo XIX, y desarrollada y realizada por Lenin, revolucionario ruso de principio del siglo XX, y sus continuadores; e interpreta la historia como lucha de clases regida por el materialismo histórico o dialéctico, que conducirá, tras la dictadura del proletariado, a una sociedad sin clases ni propiedad privada de los medios de producción, de la que el Estado ya no forma parte." Del capitalismo dice que es un "Régimen económico fundado en el predominio del capital como elemento de producción y creador de riqueza.” El comunismo se centra en "cualquier método" para lograr la utópica igualdad social; y el capitalismo da lugar a que los entes sociales se concentren demasiado en lo material. El terror y el exterminio de las libertades individuales para lograr la implementación de las normas comunitarias, uno; conceder más libertades civiles e individuales, otro. Pero ambos sistemas han incurrido e incurren en inhumanos excesos. 

03. Génesis 12:1. 

04. Abram (del hebreo ab 'padre', y ram 'alto, excelso') fue cambiado por Dios a Abraham (derivado de ab-hamón 'padre de una multitud de gentes'). Para el Islam: Ibrahim (árabe إبراهيم, Ibrāhīm) o Ebrahim (Ebrāhīm).

05. Romanos 4:11.

06. Marcos10:28-31.

07. Dietrich Bonhoeffer (1906 – 1945) teólogo alemán, autor de ‘Vida en comunidad’, ver índice y primeras páginas en: https://es.scribd.com/document/282202739/Bonhoeffer-Vida-en-comunidad-pdf Fue ejecutado por los nazis al no renunciar a su fe y no rendir culto al hitlerismo, cuando las fuerzas nazis-fascistas ya habían capitulado ante las fuerzas aliadas de liberación. Leer más sobre el legado de este mártir de Jesucristo en el artículo de este autor de enero de 2016: http://protestantedigital.com/magacin/38479/Una_sola_manera_de_seguir_a_Jesucristo

08. Marcos 10:32.

09. Muy poco informan los multimedios de la persecución, tortura, incendios y asesinatos masivos de cristianos en países no cristianos. Un medio cristiano es ‘Puertas Abiertas; enlace: https://www.puertasabiertas.org/ También ver el artículo en: https://www.lavanguardia.com/opinion/20170412/421636362450/persecucion-de-cristianos.html

10. Mateo 27:54; Marcos 15:39.

11. Bibleview calcula que los 50 días después de la Pascua de los judíos es el jueves 24 de mayo del año 33, denominado Pentecostés o Shavuot; que es la acción de gracias por la primera cosecha de primavera. Es decir, que el día siguiente a las 7 semanas es el día 50 contando desde el día en que Jesús venció a la muerte, resucitando. Fuente: https://bibleview.org/es/biblia/hechos1/50dias/

12. Hechos 2:43-47.

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